El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas ha solicitado más fondos a sus donantes para anticipar en los próximos seis meses la respuesta ante las lluvias e inundaciones que se prevén durante la temporada de huracanes que arranca en junio próximo en el Atlántico.
La directora regional para Latinoamérica y el Caribe del PMA, Lola Castro, dijo a la agencia EFE que se requieren unos 95 millones de dólares para desarrollar acciones en las pequeñas islas del Caribe, así como en Cuba, República Dominicana y Haití.
"Lo importante es que tengamos el dinero con anterioridad a todos los choques. Sabemos que el 1 de junio empieza una de las temporadas de huracanes más activas; tenemos que estar preparados y para eso necesitamos el dinero que tenemos que usar para poner la comida en los diferentes países, almacenes, con antelación. Necesitamos fondos para poder hacer las transferencias monetarias para asistir y también para tener 'stocks' de artículos no alimentarios", añadió.
Según Castro, en países como Cuba, República Dominicana y Haití los niveles de inseguridad alimentaria son "bastante elevados".
Este lunes el vicepresidente cubano Salvador Valdés Mesa se reunió con la diplomática estadounidense Cindy McCain, directora ejecutiva del PMA, en el marco de la IV Conferencia Internacional sobre Pequeños Estados Insulares en Desarrollo que se celebra en Antigua y Barbuda. En el encuentro Valdés Mesa repitió el mantra de la propaganda oficial sobre el embargo como causante de todos los males que padecen los cubanos. "Es el principal obstáculo para la seguridad alimentaria del pueblo", dijo, y se quejó de su recrudecimiento durante la Administración Trump.
"Hemos tenido muchas más dificultades para realizar transacciones financieras y comprar los alimentos", dijo Valdés Mesa.
Según el diario oficial Granma, el funcionario del régimen "ponderó el apoyo del PMA en el contexto actual" y agradeció a la directora ejecutiva por la ayuda recibida para mitigar los daños provocados por el huracán Ian en septiembre de 2022 (aun no solventados), y también por la contribución durante la Covid-19, no solo en alimentos, sino también con la donación de equipos para garantizar la cadena de frío en la distribución de las vacunas".
Por su parte, McCain ratificó la voluntad del PMA de continuar desarrollando la cooperación con La Habana y celebró "la asociación de larga data" entre la organización humanitaria y el Gobierno, que se remonta a 1963, cuando recibió ayuda tras el paso del ciclón Flora.
"Nuestra apuesta es continuar extendiéndola", dijo McCain, citada por la oficial Prensa Latina.
El hambre en Cuba es palpable desde hace décadas, pero las limitaciones en el acceso a los alimentos se han agravado en los últimos años como resultado de la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, la inflación, la crisis energética y el recorte de los productos racionados que vende el Gobierno. Como publicó DIARIO DE CUBA en un reciente análisis, de mantenerse la situación, la inseguridad alimentaria puede llegar a ser grave y la población estará cada más expuesta a enfermedades.
Sergio Ángel, director de proyectos de Food Monitor Program, una iniciativa independiente que aborda la inseguridad alimentaria como un fenómeno complejo y multifactorial, declaró a DIARIO DE CUBA que en la Isla la debacle de la economía, el desabastecimiento y la inflación se ven determinados también por la inseguridad hídrica y la inseguridad energética.
"No hablamos solo de que las familias han perdido drásticamente el acceso a los alimentos desde la Tarea Ordenamiento, de que un cartón de huevos, un paquete de carne de pollo o un par de libras de frijoles equivalen a más que un salario mínimo. Ocurre además que la electricidad con la que se cocinan los pocos alimentos que se encuentran es prácticamente inexistente en ciudades dependientes de esta energía. O peor, que estos pocos alimentos perecederos, que tienen una vida útil limitada, se echan a perder durante los prolongados apagones", dijo.
Según sondeos de Food Monitor Program, actualmente las familias cubanas destinan casi la totalidad de sus ingresos a comer.
En medio de la incapacidad del régimen para estimular la producción de alimentos, la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, admitió recientemente que el país depende totalmente de importaciones para garantizar la poca comida que vende a la población a través de la libreta de racionamiento.
El Gobierno depende cada vez más de donantes extranjeros para poder proveer alimentos y servicios básicos a la población. El ejemplo más reciente ha sido el de la petición gubernamental al Programa Mundial de Alimentos para la adquisición de leche en polvo para los niños, pero también están los cargamentos de arroz suministrados por China o Vietnam, o las sumas de la Unión Europea para invertir en el sistema de bombeo de agua o proveer de semillas junto con la FAO, entre otros.
Food Monitor Program consideró que el déficit de nutrientes, la falta de inocuidad en los alimentos, así como el estrés asociado a la inseguridad alimentaria son "un hecho que está teniendo consecuencias adversas en la salud de los cubanos".
a sacarle dinero a los que trabajan y a repartirselo entre ellos. para eso esta la onu y la dictadura cubana. estos mismos no le habian dado un premio a cuba de soberania alimentaria o no se que?
La ONU se quita poco a poco la careta para dejar ver su verdadero rostro de organización aliada a los países terroristas y ultraterroristas como Cuba.
La proteína enlatada no perecedera,va a almacenes de la RAM ( Reserva del Alto MAndo) de los verdeolivos.Estos alimentos se utilizaría para alimentar a tropas élites, colaboradores de civil de las Brigadas de Respuesta Rápida.Lo que se acerca al punto de vencimiento,se vende en MIPYMES de enchufados o se le otorga mediante jabitas a sus oficiales de bajo rango para comprar lealtad...
Esos alimentos lo entregan para la población y lo que hacen es venderlo.
..y pa'l pueblo, esto: 🖕🖕