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Azúcar

El envejecimiento poblacional y la emigración también golpean la zafra azucarera en Cuba

Existe un déficit de 95.000 toneladas contra lo previsto en la presente zafra cubana, reconoce un directivo del Grupo Empresarial AZCUBA.

La Habana
Un central azucarero en Cuba.
Un central azucarero en Cuba. Granma

El envejecimiento poblacional y la crisis migratoria que atraviesa Cuba también golpean la zafra azucarera actual, admitió el ingeniero Ángel Luis Ríos Riquenes, director general de Encadenamiento Productivo del Grupo Empresarial AZCUBA.

Como suelen hacer los directivos de las empresas estatales cubanas para justificar cualquier deficiencia o atraso, como el que enfrenta la producción de azúcar en el país en estos momentos, Ríos Riquenes culpó a "la vigencia de las medidas de ahogo económico del Gobierno de Estados Unidos", en entrevista ofrecida al medio estatal Granma

Esas "medidas de ahogo económico" habrían incidido, junto a "la falta de financiamiento", en la falta de combustible, la demora en la entrada de piezas para medios de transporte y corte de caña, gomas, baterías y "otros recursos importantes del alistamiento de los centrales".

Ríos Riquenes también mencionó averías eléctricas y roturas de centrales como causas que han afectado la presente zafra azucarera cubana. No obstante, en otro momento de la entrevista tuvo que reconocer "los problemas no solo se relacionan con dificultades financieras y de piezas". 

"Al igual que otras ramas de la economía, la azucarera sufre el déficit de personal, por varias causas, fundamentalmente el envejecimiento de la fuerza laboral y el efecto de la migración.  Asimismo, influye la actual situación económica del país, marcada por la inflación. Por ejemplo, los problemas productivos de un central impiden que los trabajadores reciban salarios decorosos y muchos se van", dijo.

Cuba atraviesa una crisis migratoria que en 2022 sacó del país a mas de un cuarto de millón de ciudadanos. Esta crisis amenaza con dejar sin fuerza laboral a la Isla. Se resienten tanto los negocios privados como las empresas estatales, incluso en la rama turística. El sector azucarero no es la excepción.

El efecto más inmediato en la producción nacional de azúcar del déficit de personal, las averías, la falta de combustible y demás dificultades es que, hasta el momento de la entrevista del directivo de AZCUBA con Granma, se reportaba un déficit de 95.000 toneladas contra lo previsto en la presente zafra cubana.

De todas formas, Ríos Riquenes se mostró confiado en que "garantizaremos lo programado".

El directivo aseguró que se dispone de "la caña que asegura el azúcar necesario" y que "el tiempo ha sido favorable para la cosecha de la caña y la producción de azúcar, aun cuando tenemos una sequía que puede afectar el estimado de caña".

"Los rendimientos se cumplen, aunque no se extrae el total del potencial de la caña, lo cual está relacionado con los problemas presentados en la molida de los centrales", añadió. 

De los 23 centrales que muelen en la actual zafra cubana, el mayor atraso del plan se concentra en siete, según Ríos Riquenes: El 30 de Noviembre, de Artemisa; el Mario Muñoz, de Matanzas; el Panamá, de Camagüey; el Antonio Guiteras, de Las Tunas; le Urbano Noris, de Holguín; el Dos Ríos, de Santiago de Cuba, y el Arquímides Colina, de Granma.

"En el Urbano Noris y el Antonio Guiteras es donde más problemas hay. Son dos colosos industriales con un compromiso muy alto en el plan de producción de azúcar. Ambos pesan en el incumplimiento que tenemos hasta la fecha", señaló director general de Encadenamiento Productivo de AZCUBA.

Como si no bastaran las dificultades ya enunciadas por Ríos Riquenes, la zafra se ha visto afectada por "incendios en cañaverales y robos de azúcar cometidos por delincuentes".

"Los delincuentes han violado cercas y almacenes, han amenazado a los custodios y trabajadores de los centrales, así como a las familias de quienes se les oponen. Su daño ha sido bastante representativo en algunos centrales, entre ellos Mario Muñoz y Jesús Rabí, de Matanzas; Ignacio Agramonte y Panamá, de Camagüey; así como Urbano Noris, de Holguín", explicó Ríos Riquenes.

Sobre el enfrentamiento a esos delitos, sostuvo que "en la lucha contra esos elementos antisociales tenemos el total respaldo de la Ley y de los agentes del orden, por lo que los hechos delictivos han disminuido. Recientemente, directivos de AZCUBA y oficiales del Ministerio del Interior realizamos un recorrido por todos los centrales de Cuba, y quedó claro que el enfrentamiento será riguroso".

Aunque el directivo dijo confiar en lograr producir el azúcar programado, el hecho de que solo muelan 23 centrales implica que "una parte de la caña no se procesaría", dijo Ríos Riquenes. 

"Entonces no poca cantidad de la que se quedaría podrá ser vendida por los productores a los centrales, para que estos produzcan meladura que convertirán en alcohol en un ciclo en el que todos tienen ingresos", dijo.

Aunque presentó esa parte del plan como una muestra de la "flexibilidad" de la actual zafra, la noticia no es buena para los cubanos.

A finales de enero pasado, la prensa oficial tuvo que reconocer que muchas personas esperaban por la distribución normada de azúcar en cuatro provincias cubanas

En la zafra pasada, la peor en la historia de Cuba, otrora líder en la exportación de azúcar a nivel mundial, se obtuvieron 473.000 toneladas que impidieron cumplir con las exportaciones a China y no alcanzaron para cubrir la demanda nacional. 

El plan previsto para este año, de 455.198 toneladas de azúcar, es incluso inferior a lo que se pudo producir en la zafra previa. Según Granma, son 400.000 las que se requieren para cubrir la demanda interna. ¿Se alcanzarán con 13 centrales menos que en la campaña anterior y sin que se procese toda la caña cortada?

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2 comentarios

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Me recuerdo cuando decían que el consumo interno de azúcar eran 750,000 toneladas después que eran 600,000, ahora salen que es 400,000. Me imagino que el próximo año dirán 200,000 y para fines del 2026 dirán que los cubanos no comen azúcar.

...o quizá se justifican con que no quieren que los cubanos padezcan diabetes. Para inventar justificaciones son número 1.