El grupo poblacional mayor de 60 años fue el único que experimentó un crecimiento en Cuba durante 2022, reconoció el Gobierno, que indicó que hoy el 21,6% de los cubanos tiene esa edad o más, por lo que destinará mayores cifras del presupuesto a su atención.
Según un informe presentado por el primer ministro, Manuel Marrero, ese segmento demográfico representa casi 2,4 millones de personas, lo que implica que Cuba califique entre los países más envejecidos de América Latina, indicó el diario oficial Granma.
De acuerdo con el reporte, el Gobierno decidió por ello incrementar el presupuesto estatal en 2023 destinado a la tercera edad a 2.113 millones de pesos, una cifra ridícula si se compara con los 15.832 millones dedicados entre enero y septiembre de 2022 a los servicios empresariales, actividades inmobiliarias y de alquiler, que incluyen la inversión en hoteles e infraestructura turística.
El informe de Marrero, que según Granma fue dado a conocer en una reunión del Buró Político del Partido Comunista, subraya que en todo el país "la indicación ha sido que los programas territoriales den prioridad a temas tan sensibles como el decrecimiento de la población en edad laboral y de la población económicamente activa, el aumento de la urbanización (a pesar de que decrezca la población urbana) y el promedio de personas por hogar".
Este año, aseguran las autoridades, los gobiernos territoriales destinarán más recursos para la construcción y mantenimiento de círculos infantiles, hogares de ancianos, hogares maternos y casas de abuelos, la construcción de viviendas para madres con tres hijos o más, así como necesidades habitacionales.
"También se han trazado estrategias relacionadas con proveer de recursos para la producción de prótesis estomatológicas y auditivas, así como para el programa de atención a la pareja infértil y la modernización del equipamiento para centros de reproducción asistida", prosigue la nota.
Granma asegura que entre las causas del marcado envejecimiento poblacional están "la evolución conjunta de variables referidas a la fecundidad, mortalidad y migraciones internas". Y, como es habitual en el discurso del régimen cubano, dice que el panorama demográfico es parecido al de países desarrollados.
No obstante, el diario oficial evita mencionar el éxodo histórico que vive Cuba, que solo en 2022 le hizo perder casi el 3% de su población. Según datos del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana, la mayoría de los cubanos que emigran están entre los 19 y 49 años y cuentan con altos niveles de calificación.
En 2016, la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) informó que Cuba tenía 11.239.234 habitantes. En 2017 la cifra bajó a 11.221.060, y en 2019 fue de 11.193.470. En agosto de 2022 la ONEI reveló que en marzo de 2022 la población de Cuba era de 11.105.814 habitantes, pero que al cierre de 2021 había totalizado 11.113.215. En tres meses la población total se redujo en 7.401 ciudadanos.
Según Roberto Álvarez Quiñones, "lo más alarmante es que hoy en Cuba mueren más personas que las que nacen. La ONEI informó que en 2021 en la Isla fallecieron 167.645 personas y nacieron 99.096. Hubo 68.549 muertes más que nacimientos. En 160 municipios de los 168 que hay en el país la población ha disminuido".
Asimismo, la tasa cubana de natalidad o fecundidad es de solo 1,45 hijos por mujer, la más baja de América Latina, que es de 2,1 hijos y es precisamente la tasa mínima de hijos por cada mujer fértil para que la población se reemplace a sí misma y no disminuya.
Cuba, con 11,1 millones de habitantes, se proyecta como el noveno país con la mayor población de ancianos del mundo para 2050, si se cumplen los pronósticos actuales.
Se podría definir esta isla como la obra de Hemingway los viejos o el mar, un país donde su juventud emigró no tiene futuro.