Endulzar una bebida o elaborar un dulce se vuelve cada vez más difícil en Cuba, otrora principal productor de azúcar a nivel mundial. La distribución normada de este producto correspondiente a enero no se ha completado en las provincias Artemisa, Matanzas y Pinar del Río, y en algunos municipios de La Habana.
En declaraciones ofrecidas al diario estatal Granma y citadas por el también estatal Cubadebate, la directora comercial del Grupo de Alimentos del Ministerio del Comercio Interior (MINCIN), Leticia Ojeda, explicó que a finales de 2022 algunas provincias empezaron a sentir aún más las afectaciones provocadas por la disminución del plan previsto, pues las entregas del producto sufrieron retrasos.
En la zafra 2021-2022, se produjo menos azúcar en Cuba que durante la Guerra de los Diez Años, iniciada en 1868. En aquel entonces, los ingenios producían entre 720.250 y 553.364 toneladas anuales, según el historiador Julio Le Riverend en su obra Historia económica de Cuba.
El plan era de 911.000 toneladas de azúcar, para destinar 500.000 toneladas al consumo nacional y 411.000 toneladas a la exportación, de las cuales 400.000 toneladas estaban destinadas a cumplir un acuerdo permanente con Pekín.
Sin embargo, no se llegó ni a la mitad de lo planificado, con lo que AZCUBA tuvo que reconocer que no podría cumplir con las exportaciones a China. Las 473.000 toneladas producidas tampoco alcanzaron para satisfacer la demanda interna.
Como resultado del pésimo desempeño de la pasada zafra en Cuba, el azúcar que debían recibir las bodegas para asegurar la distribución total a partir del primer día del mes no pudo cumplirse en todos los territorios, explicó Ojeda. La funcionaria añadió que a los consumidores que compraron en los primeros días, solo se les pudo vender dos libras, para entregar las dos restantes en las semanas siguientes.
Por ejemplo, a mediados del presente mes de enero, cuatro provincias no habían podido terminar la distribución: Artemisa, Matanzas, Pinar del Río y La Habana, en algunos de sus municipios, dijo.
En cuanto a la distribución correspondiente a febrero, el director de Informática, Comunicaciones y Análisis del grupo empresarial Azcuba, Dionis Pérez Pérez, dijo que se cumple al 69%, con atrasos en Artemisa, La Habana, Mayabeque y Pinar del Río.
Esa distribución se encuentra comprometida en Artemisa y Pinar del Río, debido al retraso en la arrancada del central 30 de Noviembre. Dicho retraso fue provocado por roturas de dos turbogeneradores, así como de una caldera, de acuerdo al funcionario.
El completamiento de Mayabeque depende de la solución de la avería de los dos turbogeneradores del central Boris Luis Santa Coloma, señaló Pérez Pérez, citado por Cubadebate. En el caso de La Habana, se soluciona con transportación del producto desde Cienfuegos, Sancti Spíritus y el Puerto de Carúpano.
La directora comercial del Grupo de Alimentos del MINCIN dijo que ante el déficit de producción en la zafra 2021-2022 se decidió proteger, a partir de las disponibilidades existentes, la canasta familiar normada, la producción del pan y de medicamentos. En segundo lugar, se priorizó el consumo social destinado a Educación y Salud, además de órganos de la defensa de interés nacional, según la funcionaria.
También se decidió que en los territorios se vendieran las cuatro libras por consumidor del producto total, ya fuera azúcar refino o crudo, según la disponibilidad. Eso implicó obviar el esquema de distribución, que en algunas provincias es de tres libras de crudo y una de refino, en otras de dos y dos, y en otras de 1,5 y 2,5.
Para 2023, el Grupo de Alimentos del MINCIN prevé recibir por plan 310.000 toneladas de azúcar y, de ellas, 240.500 son para la canasta familiar normada, precisó la nota de Cubadebate citando el reporte de Granma.
El plan previsto para este año, de 455.198 toneladas de azúcar, es incluso inferior a lo que se pudo producir en la zafra previa. Arrancó con solo 23 centrales, 13 menos que en la peor cosecha de Cuba en 100 años.
Al analizar la situación actual de la producción azucarera en Cuba, Pérez Pérez, dijo que no podía verse aislada de la obsolescencia que hoy padece la industria azucarera. Como es habitual en el discurso de los funcionarios del régimen, también echó mano al argumento del "impacto negativo del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos en la adquisición de recursos para la reparación y mantenimiento de las maquinarias, el transporte y la industria", según lo citó Cubadebate.
Los resultados de la presente zafra hasta el momento no son alentadores para los cubanos. Según el reporte de Granma citado por Cubadebate, hasta finales de diciembre de 2022, solo se había producido el 69% del azúcar previsto hasta la fecha. Pese a ello, el medio destacó como elemento positivo la recuperación de unas 7.000 toneladas por concepto de eficiencia industrial, al lograrse un rendimiento superior en un 1,14 %.
Teniendo en cuenta la crisis migratoria que atraviesa Cuba, es más probable que el azúcar producida en la actual campaña cubra la demanda nacional porque no queden cubanos en el país para consumir el producto, que por la eficiencia de la zafra.