Se acabó la felicidad: el Gobierno vuelve a anunciar apagones en Cuba

La estatal Unión Eléctrica de Cuba (UNE) anunció el reinicio de los apagones en Cuba, si bien esos cortes solo afectarían al 5% del país el jueves, indicó la entidad después de casi tres semanas sin reportar cortes del servicio por déficit de generación, algo que fue celebrado por el oficialismo como una victoria.

Según la UNE, desde el 16 de diciembre no se registraba déficit en la generación eléctrica, gracias al aumento de la producción de electricidad y al decrecimiento de la demanda debido al descenso de las temperaturas, algo que fue recibido con júbilo por los cubanos, que vivieron más de seis meses de largos y frecuentes cortes de energía.

El jueves, en su parte diario, la empresa anunció que el miércoles hubo apagones por "déficit de capacidad desde las 17:59 horas hasta las 18:48", con una máxima afectación de 99MW a las 18:20 horas. 

Para ese horario el jueves habrá una disponibilidad de 2.688MW y una demanda máxima de 2.760 MW, para un déficit de 72MW, "por lo que de mantenerse las condiciones previstas se pronostica una afectación de 142MW", señaló la UNE.

En este momento están fuera de servicio por avería las unidades 6 y 7 de la Termoeléctrica de Mariel, la 4 de Cienfuegos, las 4 y 6 de Nuevitas, la 2 de Felton y las 3 y 6 de Renté. En mantenimiento está la unidad 8 de la Mariel, la 1 de Santa Cruz del Norte y la 4 de Renté.

Aunque las autoridades no han hecho referencia a ello, desde el 2 de enero la disponibilidad de energía ha venido decreciendo progresivamente. El primer día del año la capacidad disponible era de 3.122MW; al día siguiente, de 2.981; el 3 de enero, de 2.943MW; el 4, de 2.883MW, y el 5, de 2.688MW, según cifras ofrecidas por la propia entidad.

El régimen cubano, que ante el inicio de la crisis eléctrica aseguró que no tenía recursos para resolver el problema, buscó soluciones urgentes una vez que protestas dispersas en ciudades y pueblos pequeños de la Isla estallaron con masiva fuerza en La Habana en octubre último, tras la caída completa del sistema eléctrico luego del azote del huracán Ian al occidente del país.

Esto, que aprovechó la propaganda oficial para celebrar, no puede sostenerse en el tiempo dada la persistencia de las causas que generaron el problema.  

Por ello, Vicente de la O Levy, ministro de Energía y Minas, anunció en Cienfuegos que el jueves 5 de enero se desconectaría la unidad 3 de la Termoeléctrica Carlos Manuel de Céspedes, para someterla a un mantenimiento de diez días. Cuando esta quede lista, entrará a reparación la unidad 4, en la que las obras se extenderán durante 90 días.

Según el reporte de la estatal Agencia Cubana de Noticias, el propósito es tener listas las unidades de Cienfuegos para el mes de mayo, con 158MW cada una, y lograr que más motores diésel estén allí en plena generación y suministrando energía al sistema eléctrico nacional.

El reporte evitó mencionar que la salida de funcionamiento de la unidad 4 de Cienfuegos va a coincidir con otro mantenimiento, esta vez en la unidad 1 de Felton, que aporta más de 200MW y es una de las mayores productoras de energía del país. Esa planta tiene un mantenimiento programado en febrero.

Días atrás, y sin ser tan preciso, Lázaro Guerra, director técnico de la estatal Unión Eléctrica (UNE), afirmó a la televisión cubana que entre enero a abril aumentarán los mantenimientos planificados en las unidades de generación térmica, "como parte de una estrategia para garantizar la disponibilidad energética" durante el próximo verano.

Guerra comentó que, como consecuencia de ese incremento en los mantenimientos, "pudiera haber algún nivel de afectación, sobre todo en la hora de máxima demanda, que siempre serían de corta duración". Al precisar, afirmó que tales apagones serían de "dos o tres horas".

No obstante, como anticipara el experto Jorge Piñón, investigador del Instituto de Energía de la Universidad de Texas y uno de los mayores conocedores sobre esta cuestión, en entrevista con DIARIO DE CUBA, era muy probable que los apagones volvieran a producirse.

"Como sabemos, las plantas de generación tienen mas de 40 años de explotación, con bajos niveles de mantenimiento operacional y de capital. Desafortunadamente, la solución a largo plazo es la recapitalización del Sistema Electroenergético Nacional (SEN) con nuevas tecnologías de gas natural… Cuba no tiene tiempo, ni dinero; estimamos que ello tomaría mas de cinco años y entre 5.000 y 8.000 millones de dólares", resumió.

"Para empeorar las cosas, el 85% de la generación de carga base termoeléctrica de Cuba se alimenta de petróleo doméstico y fuel oil con alto contenido de azufre, que son altamente corrosivos, con altas cantidades de asfáltenos y otros compuestos ricos en vanadio y azufre, que producen depósitos de ceniza en componentes como intercambiadores de calor, calderas, palas y álabes de turbina; causando más daño a la ya debilitada infraestructura. Es un círculo vicioso de mantenimiento", enfatizó.

"El país no puede avanzar hacia un SEN seguro, eficiente y fiable, con soluciones temporales a lo que son problemas estructurales".

"Desafortunadamente, Cuba como Estado, así como el pueblo cubano, no tienen para pagar de sus bolsillos el costo/inversión de un SEN seguro, eficiente y fiable. Cuba enfrenta dos grandes obstáculos, no solamente para la transformación de su matriz energética, sino también para su crecimiento económico y social: la descentralización de su modelo económico y un arreglo político con EEUU", finalizó.