Todo sobre las MIPYMES en Cuba: El peligroso dúo con la empresa estatal

Hace meses que advertimos de lo erróneo y peligroso que es dar a las empresas estatales cubanas, más específicamente a sus directivos, facultades parecidas a las de un verdadero empresario capitalista, pues ello fomenta el surgimiento de lo que en Teoría de Juegos se conoce como Dilema Principal-Agente.

Dados los incorregibles problemas de información asimétrica, "liberar" a estos directivos genera incentivos perversos que contraponen los intereses del principal —el pueblo supuestamente propietario de las empresas— y los agentes, aquellos encargados de administrarlas en su nombre.

Entre otras cosas, hemos mencionado el riesgo de que se profundice la degradación del capital fijo —maquinaria, infraestructura, transporte—, ya que los directivos preferirán convertir los beneficios empresariales —reales o ficticia manipulación contable— en dividendos y salarios altos, o pagárselos a MIPYMES "allegadas", antes que amortizar, pues, al fin y al cabo, ellos en algún momento dejarán esas empresas y los problemas acumulados pasarán a la siguiente administración.

También destacamos que la "cultura" empresarial imperante en Cuba es reacia a la firma de contratos en sus negocios —algo que con tanta frecuencia exige hasta Díaz-Canel— con entidades privadas, o incluso entre organismos estatales, lo que no les permitiría malversar recursos.

Señalamos como obvio que dar a las empresas estatales facultad para poner precios, en un entorno monopolista como el vigente en Cuba, haría que se dispararan las "mecánicas" para inflar los precios de venta para obtener más beneficios a costa del pueblo.

Pues bien, para aquello que denunciamos desde la teoría ya tenemos pruebas concretas, evidencia de que la supuesta descentralización que preconiza el Gobierno, si no pasa por una privatización justa y transparente, es un remedio peor incluso que el de la ya funesta economía centralizada, porque ahonda las injustas diferencias económicas basadas en el acceso a los recursos supuestamente del pueblo, y no en la excelencia empresarial, como debería ser.

La Contraloría General de la República acaba de culminar su Proceso de Comprobación Nacional al Control Interno, y resulta que no un diez o un 20%, sino el 66% de las entidades auditadas obtuvo resultados deficientes, algo que Darma Solá López, contralora jefa de Atención al Sistema Nacional de Auditoría y Planificación, tuvo que reconocer en televisión es "un porciento bien alto".

La misma funcionara señaló que "la empresa estatal se tiene que enfocar en perfeccionar los sistemas de costo, las fichas de precios. Hay que controlar el proceso productivo; si no se controla, las mermas, los desperdicios, se vuelven fuente de materiales para el mercado ilegal".

En el mismo programa televisivo, el decano de la Facultad de Contabilidad de la Universidad de La Habana —que de contabilidad algo debe saber e informado del tema debe estar— aseguró que "muchas empresas están supliendo ineficiencias a cuenta de precios".

Y para darle la razón al decano, Orestes Llanes Mestres, coordinador del gobierno provincial de La Habana, informó que la Dirección Provincial de Finanzas y Precios está realizando estudios de fichas de costo en un grupo importante de empresas de la capital. El estudio ha avanzado hasta el 30% de la muestra seleccionada "y en todas —todas— las empresas se han encontrado deficiencias en la formación de la ficha de costos, lo que daña al cliente. En todas las violaciones detectadas, ni una afecta a la propia empresa, sino que se carga hacia el cliente. Estamos hablando de supuestas utilidades que no son reales y es el pueblo quien carga con todo eso"… palabras de ese compañero revolucionario, que confirman nuestros previos temores.

El Subgrupo de Enfrentamiento a las Ilegalidades en la Economía ha detectado, solo en la capital, que 8.191 privados han recibido pagos de empresas sin haber pagado un solo centavo de impuestos. De esos, la ONAT ya ha investigado a 4.041, recuperando más de 200 millones de pesos. ¿Ven lo que pasa cuando se mezcla alegremente lo público y lo privado? ¿Les importa?

Las propias agencias gubernamentales están "descubriendo" que cuando pones al zorro a cuidar las gallinas cosas malas suceden. Por supuesto, como siempre, las culpas irán de arriba hacia abajo, y el Gobierno tratará de contrarrestar esto con más represión, más auditorías, más inspecciones, más multas, más cárcel, sin que nadie mire hacia arriba y le diga a los genios que conducen el país que este aumento de la corrupción es consecuencia inevitable de los incentivos que desde el Olimpo castrista se están creando.

En el fondo, lo que subyace a todo esto, una vez más, es la imposibilidad de corregir un sistema económico que, en última instancia, se basa en mantener monopolios sectoriales llamados empresas estatales socialistas, y reconocer solo tanta propiedad privada como sea estrictamente necesario, lo que provoca constante inseguridad e indefensión jurídica.

Visto lo visto, no es casualidad que el castrismo esté encontrando tantos defensores que lo quieren reformar, sí, pero manteniéndolo para exprimir mejor al pueblo, entre ellos algunos nuevos dueños de MIPYMES. Dios los crea y tú sabes quién los junta.