El 66,87% de los electores cubanos registrados votaron sí por el Código de las Familias en Cuba, según resultados que siguen siendo preliminares más de 12 horas después del cierre establecido en los colegios electorales.
El Consejo Electoral Nacional (CEN) informó sobre las 8:00AM a la televisión oficial los resultados preliminares de la votación en el proceso, publicó el diario oficial Granma.
El parte básico indica que, de un total de 8.447.467 electores, ejercieron el derecho al voto 6.251.786, lo que representa un porciento de participación de solo un 74,01%.
Para establecer una comparación, la participación en el referendo constitucional de 2019 —el último ejercicio equivalente a la actual consulta del Código de las Familias— fue del 84,4%, y en el de 1976 alcanzó el 98%, según datos oficiales.
El órgano electoral del régimen señaló que se contabilizaron 5.892.705 de boletas válidas, para un 94,25%. De ellas, 3.936.790 fueron votos para el Sí, para un 66,87 % de las boletas válidas. Los votos por el No alcanzaron el 1.950.090, lo que significa un 33%.
Aun cuando el resultado sigue siendo preliminar, las autoridades electorales dijeron que se "mantiene una tendencia irreversible".
En una demora inédita, quedan pendientes por informar los resultados de 36 circunscripciones (24 de Holguín, 11 de La Habana y uno de Santiago de Cuba).
En un análisis publicado en Twitter, Jesús Delgado Valery, director de desarrollo institucional de Transparencia Electoral y coordinador de DemoAmlat, recordó algunos datos de procesos electorales en Cuba, a partir de las estadísticas no contrastables del aparato del régimen, pero que colocan la participación en el actual referendo como la más baja desde 1959 en unas elecciones.
También se trata de "los resultados más disputados en una elección desde 1959", señaló.
"En un contexto totalitario, con el Partido Comunista usando toda la estructura del Estado para promocionar la participación y el voto por la aprobación del Código de las Familias, que el 49% del padrón se abstuviera o votara en contra (confiando en datos oficiales) es un hito", consideró.
Lamentó que, como en cada elección, no hubo "controles cruzados ni auditorías independientes", más allá de la pequeña y simbólica labor de observación de la plataforma de Observación de Derechos Electorales (ODE).
Un total de 45 voluntarios miembros de ODE dieron parte este domingo de "irregularidades" en el referendo del Código de las Familias. Entre ellas citaron proselitismo, "electores con desconocimiento de dónde votar", "mesas que no completaban el cupo de las autoridades electorales", negación de información durante el escrutinio, entre otras.
El CEN decidió prolongar una hora el proceso en casi la mitad del país "debido a las inclemencias del tiempo" por la tormenta tropical Ian. Un volumen importante de electores se incluyó durante el mismo domingo en el censo, un total de 756.966 votantes, lo que supone cerca del 9% del total. La mayoría, justificó el CEN, por encontrarse fuera de su lugar de residencia.
En una jornada en la que no faltó el proselitismo político y la extensión hasta el último momento de la campaña oficial por el Sí al Código de las Familias, los observadores denunciaron "la violación del artículo 85 de la Ley Electoral, que "excluye" la propaganda electoral. Señalaron que "en los centros de votación se registró material para 'direccionar' el voto a favor del Sí".
El domingo no faltaron las fotos de los máximos representantes del régimen acudiendo a sus respectivos colegios electorales, entre ellos Esteban Lazo, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular; el general Raúl Castro, y el propio Miguel Díaz-Canel con su esposa, Lis Cuesta.
"Convoco a que analicemos el Código y lo reflexionemos desde el corazón, lo miremos con el corazón y también que votemos por él con el corazón, será votar por Cuba", dijo Díaz-Canel en un video en plena calle caminando de la mano con Cuesta, en dirección al colegio electoral número tres de la circunscripción 57, del municipio de Playa, en La Habana.
El gobernante se mostró convencido, luego de depositar su papeleta, de que se impondría el sí en la consulta, pese a reconocer que algunos sectores podrían votar en contra por la grave crisis que atraviesa el país desde hace dos años.
"Tenemos que acostumbrarnos a que en temas tan complejos donde hay diversidad de criterios y en medio de una situación compleja puede haber gente, incluso, que tenga un voto de castigo", admitió, y agregó que se trata de un posicionamiento "legítimo", de acuerdo con un reporte de EFE.
Algunas personas pueden "no tener nada contra el Código", pero pueden votar en contra "porque su situación en estos momentos es compleja", con "desabastecimiento, apagones, carencias" y "una parte importante de la economía paralizada", tuvo que reconocer.
No obstante, Díaz-Canel calificó como "una posición de valentía" de su Gobierno, el hecho de "convocar a un referendo en las condiciones que está viviendo el país", que volvió a atribuir a las sanciones económicas de Estados Unidos, "las aplicadas por (el expresidente de Estados Unidos, Donald) Trump y mantenidas por la actual Administración sin ningún tipo de modificación".
Trump fue presidente en unas elecciones donde participo un 55% de los electores...y obtuvo menos votos que Hilary...y???...
Toda votación en Cuba que excluya a dos millones o más de cubanos por no vivir en el país carece de toda legitimidad.
A las personas mayores y/o con problemas de movilidad les llevaban la boleta a la casa para votar. "Voté que sí y me gané un buen regaño de la familia. Pero ¿qué iba hacer? Si no, me delataba", me contaba una excompi de la universidad recién operada que votó delante de un 'apoyo'.
Señores...no hablen mas boberia...ya su embajada dio el visto bueno a la votacion del codigo de familia y lo dio por bueno...y para esos que dicen ...creo que para este codigo en Cuba hubo mas participacion que para elegir GOBIERNO en Italia...no hablen mas boberia...la gente en Cuba voto..aprobo un codigo bueno para todos y punto...no hablen mas mierda...
Un día más de entretenimiento y circo antes de que el cartel de Punto Cero empiece a culpar al huracán Ian por la devastación comunista de 6 décadas y a pedir la ayuda internacional que les permita hacer profit en la reventa y propaganda.
Todo listo y en sintonía para que el ala comunista del partido demócrata que gobierna en EEUU abra el grifo de dólares.
Qué más da que hayan votado a favor el 30, 40 o 50 porciento de los votantes, de todas maneras, con la aprobación de este pernicioso código, el régimen termina de destruir lo muy poco que aun quedaba del fundamento antropológico de la familia cubana.
Para mi lo más importante es que los cubanos que viven en Cuba, sufriendo la dictadura, tenían la oportunidad de un voto de castigo y no ir a votar, y fueron a votar el 74%. Son carneros, son carneros, se merecen su suerte.
Datos que se esconden 1)solo el 46.6% de los cubanos empadronados votaron Sí. 2)Casi un millón de cubanos en edad de votar no están en el padrón (915 823), si sumamos ese número entonces solo votaron por el Sí 42.04% de los cubanos en edad de votar. 3)La participación a las urnas estuvo en un 11% por debajo de la chilena este mismo año; esto es un desastre en un país como Cuba, donde el gobierno lo controla todo.
No tengo duda alguna acerca de que esa cifra de 1.9 millones que votaron NO no es la correcta, y de que el NO probablemente superó fácilmente 2.5 millones de votantes. Y si no hubiese habido brigadistas "voluntarios" presionando al pie de urna tal vez la cifra del NO habría superado al SI.
Ese número de votantes aprobando y rechazando el circo en forma de referéndum había sido decidido 1 mes antes en una reunión entre Alejandro, el jefe del cartel de Punto Cero, y el títere designado.
Los castristas no pierden ni a las chapas. Si dicen 66%, para dar el plante de que hay „no“ en la boletas , hay que restarle un 20% y al final tenemos el resultado correcto.
Probe
Un 67% es un muy buen resultado para los castro. Si con la que esta cayendo en cuba la gente vota a favor de ese engendro de codigo de la familia; uff recoge y vamonos.