Un total de 45 voluntarios miembros de la plataforma cubana de Observación de Derechos Electorales (ODE) dieron parte este domingo de "irregularidades" detectadas durante la "débil participación ciudadana" en el referendo del Código de las Familias.
En una jornada que Juan Antonio Madrazo Luna describió como "agotadora" y marcada por la prolongación de resultados, la ODE logró desplegar sus fuerzas en 35 colegios electorales de 20 municipios en siete provincias. La mayoría de los activistas estuvo desde el horario de apertura de los colegios electorales hasta la tarde, y en 11 permanecieron de 6:00PM a 8:00PM, durante el proceso de escrutinio.
En declaraciones a DIARIO DE CUBA, Madrazo Luna destacó "la poca afluencia de votantes con respecto a ejercicios anteriores", en consonancia con las cifras preliminares dadas a conocer por el aparato electoral del Gobierno cubano.
Hasta las 5:00PM del domingo habían acudido 5.806.778 cubanos a votar, según informó Alina Balseiro Gutiérrez, presidenta del Consejo Electoral Nacional (CEN). Esta cifra representa solo el 68,91% en relación con el parte básico de 8.425.147 electores registrados.
Según el informe de los observadores independientes cubanos, se notó una "reducción de colegios electorales a diferencia de procesos anteriores".
Entre otras incidencias, los activistas reportaron "visitas de miembros del Poder Popular a las viviendas; puesto de mando discreto de autoridades policiales en instituciones como la Unión Nacional de Juristas de Cuba".
"En la apertura de los colegios hubo varias mesas que no completaban el cupo de las autoridades electorales. Cada mesa debía estar compuesta por cinco personas, incluido el presidente de la mesa, y en algunos colegios estaban formadas por entre tres y cuatro personas. Los colaboradores generalmente estaban tras la movilización buscando a los electores en las viviendas", señalaron.
Según los observadores independientes, entre los electores acudieron "mayormente personas entre los 45 y 60 años, y de la tercera edad". "La participación de jóvenes entre los 18 y los 30 años fue débil", dijo Madrazo.
Los participantes observaron, además, "electores con desconocimiento de dónde votar" y al menos "en varios colegios el Padrón Electoral no estaba en la entrada, por lo que los electores se veían obligados a consultar la mesa".
"A la hora del escrutinio hubo colegios que no facilitaron la información a los observadores, sobre todo en colegios donde se encontraban los llamados 'factores de la comunidad' en la mesa y tenían identificados a los observadores como 'elementos contrarrevolucionarios'", denunció Madrazo Luna.
"En un colegio electoral ubicado en la Secundaria Básica Guido Fuentes, en el Vedado, a la hora del escrutinio el presidente de la mesa negó la información de la cantidad de electores en el padrón electoral. Aquí los votos por el 'sí' fueron 231, y por el 'no' de 94. Boletas no usadas, 264, lo cual responde a que 264 electores no votaron", ejemplificó Madrazo Luna.
Según el escrutinio de los activistas, en 11 colegios en que lograron realizarlo, la opción del Sí habría ganado al No. Dieron parte de "votos por el 'sí' marcados con lápiz".
Proselitismo político y admisión del no, como voto de castigo
En una jornada en la que no faltó el proselitismo político y la extensión hasta el último momento de la campaña oficial por el Sí al Código de las Familias, los observadores denunciaron "la violación del artículo 85 de la Ley Electoral, que "excluye" la propaganda electoral. Señalaron que "en los centros de votación se registró material para 'direccionar' el voto a favor del Sí".
El domingo no faltaron las fotos de los máximos representantes del régimen acudiendo a sus respectivos colegios electorales, entre ellos Esteban Lazo, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular; el general Raúl Castro, y el propio Miguel Díaz-Canel con su esposa, Lis Cuesta.
"Convoco a que analicemos el Código y lo reflexionemos desde el corazón, lo miremos con el corazón y también que votemos por él con el corazón, será votar por Cuba", dijo Díaz-Canel en un video en plena calle caminando de la mano con Cuesta, en dirección al colegio electoral número tres de la circunscripción 57, del municipio de Playa, en La Habana.
El gobernante se mostró convencido, luego de depositar su papeleta, de que se impondría el sí en la consulta, pese a reconocer que algunos sectores podrían votar en contra por la grave crisis que atraviesa el país desde hace dos años.
"Tenemos que acostumbrarnos a que en temas tan complejos donde hay diversidad de criterios y en medio de una situación compleja puede haber gente, incluso, que tenga un voto de castigo", admitió, y agregó que se trata de un posicionamiento "legítimo", de acuerdo con un reporte de EFE.
Algunas personas pueden "no tener nada contra el Código", pero pueden votar en contra "porque su situación en estos momentos es compleja", con "desabastecimiento, apagones, carencias" y "una parte importante de la economía paralizada", tuvo que reconocer.
No obstante, Díaz-Canel calificó como "una posición de valentía" de su Gobierno, el hecho de "convocar a un referendo en las condiciones que está viviendo el país", que volvió a atribuir a las sanciones económicas de Estados Unidos, "las aplicadas por (el expresidente de Estados Unidos, Donald) Trump y mantenidas por la actual Administración sin ningún tipo de modificación".
En una jornada en que el CEN decidió prolongar una hora el proceso en casi la mitad del país "debido a las inclemencias del tiempo" por la tormenta tropical Ian, un volumen importante de electores se incluyó durante el mismo domingo en el censo, un total de 756.966 votantes, lo que supone cerca del 9% del total. La mayoría, justificó el CEN, por encontrarse fuera de su lugar de residencia.
En medio de la dilatación de los resultados, está previsto que el aparato electoral difunda este lunes datos preliminares y que en cinco días se den a conocer los resultados definitivos del referendo del Código de las Familias.