El presidente chino, Xi Jinping, se reunió este lunes con los líderes de las empresas tecnológicas más importantes del país, en lo que numerosos medios y analistas de las relaciones de poder en el gigante asiático calificaron como muestra de apoyo al sector privado, que en los últimos años había estado en el ojo del huracán ante las campañas reguladoras de las autoridades. Asimismo, esta acción sería parte de una estrategia del líder chino para tener cerca a los empresarios en medio de la cruenta batalla económica con EEUU, informó la agencia EFE.
El diario South China Morning Post identificó entre los empresarios asistentes a los consejeros delegados de Xiaomi, BYD o Huawei, y también al fundador del gigante chino del comercio electrónico Alibaba, Jack Ma, en lo que sería una aparente señal de reconciliación tras años de problemas entre el Gobierno y el que fuese el hombre más rico del país. Además, Bloomberg apuntó que el fundador del último terremoto en el sector mundial de la Inteligencia Artificial (IA), DeepSeek, figuró en la lista de invitados.
Asimismo, la agencia estatal Xinhua indicó que Xi "pronunció un importante discurso tras escuchar a representantes de emprendimientos privados", pero no ofreció detalles respecto al contenido de la alocución presidencial. No obstante, como muestra del carácter estratégico de la reunión, la citada agencia subrayó que también asistieron el primer ministro, Li Qiang, y otros dos de los siete miembros del todopoderoso Comité Permanente del Politburó del Partido Comunista de China (PCCh), Wang Huning y Ding Xuexiang.
La reunión se produce semanas antes de que el Legislativo chino celebre su reunión anual, en la que el Gobierno trazará la hoja de ruta económica para el siguiente año, y en medio de la intensificación de la guerra comercial con EEUU bajo la Administración Trump.
En tal contexto, South China Morning Post subrayó que, de esta forma, las autoridades chinas buscan enviar una señal positiva para el sector privado a fin de reavivar la economía del país, que ha llegado al enfrentamiento con Trump alejada de su mejor momento, toda vez que el país padece una baja demanda interna y una grave crisis inmobiliaria.
A pesar de los tintes de reconciliación del encuentro, en el que Xi parecía alejarse de las pesquisas contra el sector llevadas a cabo desde 2020, el líder chino enfatizó que el "sistema socialista con características chinas" "no puede cambiar y no lo hará".
Dejó claro, además, que el Gobierno "protegerá sinceramente los derechos legales de las empresas privadas y los empresarios, de acuerdo con la ley, pero, al mismo tiempo, debemos darnos cuenta de que nuestro país es un país socialista regido por la ley y cualquier tipo de actividad ilegal por parte de las empresas no puede evitar la investigación y el castigo".
Xi dijo, asimismo, que esperaba que las empresas privadas siguieran "enriqueciéndose primero y luego promoviendo la prosperidad común", en referencia a un programa estatal para fomentar el desarrollo y cerrar la brecha de riqueza. En tal sentido, Alibaba prometió 15.500 millones de dólares para la causa, mientras que Tencent prometió 7.700 millones de dólares.
Sin embargo, para los especialistas no está claro hasta qué punto las autoridades piensan cambiar su postura respecto del sector privado. Una fuerte muestra de apoyo por parte de Xi casi con certeza añadiría combustible al repunte del mercado de valores y reavivaría el espíritu emprendedor entre los empresarios, pero mucho dependerá de si las autoridades adoptan medidas políticas más concretas, algo que, al parecer, no estarían dispuestas a hacer.