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China

China construye o amplia más de 200 centros de detención ante la creciente campaña anticorrupción de Xi Jinping

Según una investigación de la CNN, los detenidos pueden permanecer hasta seis meses sin ver nunca a un abogado o a sus familiares.

Pekín
El presidente chino Xi Jinping.
El presidente chino Xi Jinping. Xinhua

El Gobierno chino construyó o amplió más de 200 centros de detención especializados para interrogar a los sospechosos atrapados en la creciente campaña anticorrupción de Xi Jinping, según reveló una investigación de la CNN, publicada este sábado. Mientras, el líder chino extiende su represión a una amplia franja de sectores públicos.

Así, algunas de las herramientas más temibles utilizadas por el régimen chino desde que Jinping asumió el poder en 2012, "se están utilizando contra un sector mucho más amplio de la sociedad, desde empresarios privados hasta administradores de escuelas y hospitales, independientemente de si son miembros del partido de 99 millones de personas (Partido Comunista)", indicó CNN.

El régimen de detención ampliado, denominado "liuzhi" o "retención bajo custodia", cuenta con instalaciones con superficies acolchadas y guardias las 24 horas en cada celda, donde los detenidos pueden permanecer hasta seis meses sin ver nunca a un abogado o a sus familiares.

Entre los detenidos por liuzhi más destacados se encuentran Bao Fan, banquero multimillonario, y Li Tie, exestrella de la Premier League inglesa y entrenador de la selección masculina de futbol de China, quien fue condenado este mes a 20 años de cárcel por corrupción.

En tal sentido, CNN destacó que al menos 127 altos ejecutivos de empresas que cotizan en bolsa, muchas de ellas privadas, fueron detenidos en liuzhi, y solo en los últimos dos años se han producido tres cuartas partes de las detenciones, según los anuncios de las empresas, lo que evidencia el pie en el acelerador puesto por Jinping en aras de la represión para mantener el control del país.

Ante el aumento de la demanda de celdas de detención, la oleada de construcción de estas instalaciones ha crecido en los meses recientes, con el objetivo de que las instalaciones liuzhi sean más estandarizadas y reguladas que los hoteles y villas que a menudo se usaban para el shuanggui, el método represivo utilizado en China hasta 2018, cuando fue sustituido por el actual.

Un análisis de la CNN de los avisos de licitación muestra una desaceleración en la construcción durante la pandemia, pero el número de proyectos aumentó nuevamente en 2023 y 2024. Se han construido más centros de detención y se han asignado más fondos en provincias y regiones con un mayor porcentaje de minorías étnicas.

Todas las celdas de detención, salas de interrogatorio y la enfermería, según documentos gubernamentales a los que tuvo acceso CNN, deben tener paredes completamente acolchonadas, armarios, mesas, sillas y camas, con todos los bordes redondeados por seguridad.

No se permite cableado eléctrico ni enchufes expuestos, y los pisos deben tratarse con superficies antideslizantes. Todas las instalaciones montadas en el techo, incluidas las cámaras de vigilancia, luces, ventiladores y altavoces, deben incorporar "diseños anti-colgantes". En los baños, los lavamanos y los inodoros de acero inoxidable también deben estar completamente acolchonados, mientras que las duchas y las cámaras de vigilancia deben estar montadas en el techo, según CNN.

Estas características de seguridad maximizada están diseñadas para evitar que los detenidos se quiten la vida, un problema que había acosado durante mucho tiempo las detenciones bajo el shuanggui.

A diferencia del método anterior, que no tenía base legal, liuzhi está inscrito en la ley de supervisión nacional, que se introdujo en 2018 y prohíbe que los investigadores recopilen pruebas a través de medios ilegales, como amenazas y engaños; prohíbe insultar, regañar, golpear, abusar y cualquier forma de castigo corporal de los investigados. La ley también exige que los interrogatorios sean grabados en video.

El opaco sistema judicial de China, que responde al Partido Comunista, ya cuenta con una tasa de condena superior al 99%. Pero, a diferencia de los arrestos criminales, el liuzhi ocurre fuera del proceso judicial y no permite el acceso a representación legal, lo que genera preocupaciones sobre el posible abuso de poder, dijo segundo académico chino que solicitó anonimato al ser consultado por CNN.

"La detención prolongada y el interrogatorio representan una prueba extrema que supera los límites físicos y mentales del detenido", dijo Dacheng, un bufete de abogados con sede en Beijing, en un artículo en su cuenta de redes sociales.

"Bajo tales condiciones extremas, en las que tanto el cuerpo como la mente son llevados al límite, se vuelve cada vez más difícil saber si el detenido está dando una 'confesión honesta' basada en hechos o si opta por una 'cooperación total' comprometiendo la verdad bajo una presión insoportable", concluyó.

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1 comentario

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...en China fusilan o meten presos a los corruptos...en los USA los hacen presidentes, senadores o congresistas...mira tu...