El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció este viernes la suspensión de los diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN). En un breve comunicado en su perfil de X, el mandatario acusó a la guerrilla de cometer "crímenes de guerra" en la región del Catatumbo. "El ELN no tiene ninguna voluntad de paz", sentenció poco antes de viajar a dicho lugar, escenario de una confrontación armada que ha dejado más de una treintena de muertos.
La jefa negociadora del Gobierno, Vera Grabe, dijo en una rueda de prensa que la suspensión sería efectiva "hasta que el ELN definitivamente decida caminar hacia la paz" porque "este país no aguanta más estos vaivenes".
El senador y negociador de paz Iván Cepeda dijo a la agencia EFE que se trata de una "operación militar que está haciendo el ELN, con unidades que ha trasladado desde el departamento de Arauca hasta el Catatumbo, con el propósito de que los combatientes agredan a la población". En dicha región, la guerrilla se enfrenta a las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), entre cuyas facciones hay algunas que también negocian con el Gobierno.
Así, el ELN emitió un comunicado este viernes en el que justificó sus acciones en respuesta a las "insaciables inmundicias" de las disidencias de las FARC en la región, lideradas, han dicho, por "el autodenominado 'comandante' Richard", "un paramilitar más al igual que toda su cúpula".
"Le informamos que seguirá corriendo sangre en Catatumbo hasta que no se entregue", enfatizó el ELN, y advirtió a todos los comerciantes y civiles "que colaboran con dinero" con este grupo armado "que dejen de hacerlo o serán declarados objetivo militar".
En esta violenta confrontación armada, "las principales víctimas son los civiles, los líderes sociales, las personas que han dejado las armas y están en el proceso de reincorporación tras acuerdo de paz de 2016. Eso son crímenes de guerra", aseguró Cepeda, haciendo notoria la distancia que parece difícilmente irreconciliable entre el Gobierno y el ELN.
"El proceso de paz ha tenido distintos momentos, una paz en la cual alcanzamos importantes acuerdos con el ELN, entre ellos el primer punto de la agenda y avanzar un cese al fuego, pero a partir del mes de mayo entramos en una suspensión que decretó el ELN en primer lugar y que, a pesar de los esfuerzos que se hicieron de la parte del Gobierno, una y otra vez nos topamos con decisiones y actuaciones del ELN que impidieron avanzar", lamentó.
En septiembre de 2024, Petro había dado por terminados los diálogos de paz con el ELN tras un ataque del grupo armado guevarista a una base militar en Puerto Jordán, en el departamento de Arauca. La agresión, que dejó dos muertos y 27 heridos, fue descrita por el mandatario como "una acción que cierra un proceso de paz con sangre". Sin embargo, las dos partes tenían planteado reunirse la próxima semana para reactivar la mesa de diálogos.
Pese a la naturaleza criminal de sus operaciones, que son su fuente de financiamiento, la comandancia del ELN mantiene un discurso político en el cual equipara a su organización con grupos nacionalistas y de izquierdas de varias partes del mundo, además de cuestionar el poder hegemónico de EEUU y Europa Occidental en la agenda global. El ELN, fundado en 1964, se inspira en la Revolución Cubana y la teología de la liberación. Así, durante décadas, el régimen de la Isla fue aliado de los grupos armados colombianos, a los que ha brindado protección y asesoría desde tiempos de Fidel Castro.