El presidente de Colombia, Gustavo Petro, dio por terminados los diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) este martes, tras un ataque del grupo armado guevarista a una base militar en Puerto Jordán, en el departamento de Arauca. La agresión, que dejó dos muertos y 27 heridos, fue descrita por el mandatario como "una acción que cierra un proceso de paz con sangre".
"Las consecuencias de las acciones y del flujo de la historia hoy nos traen un hecho dramático y repetido en nuestros últimos años, una volqueta cargada de explosivos que hiere 27 jóvenes y mata dos, dentro de los datos que tengo, puesta por el ELN con quien estábamos conversando de paz", afirmó Petro durante la posesión de la magistrada Claudia Regina Expósito como miembro del Consejo Superior de la Judicatura, en un mensaje citado por varios medios y agencias de prensa.
Petro recordó el atentado perpetrado en enero de 2019 por el ELN contra la Escuela de Cadetes de la Policía colombiana en Bogotá. Aquel ataque, que dejó un saldo de 20 muertos y 68 heridos, entre los que se encontraba una cadete ecuatoriana, marcó el fin del diálogo que mantenía el Gobierno, encabezado entonces por Iván Duque, con la guerrilla.
En aquel momento, Duque pidió la extradición de los líderes del grupo armado que se encontraban en La Habana, algo a lo que se negó el régimen cubano.
Las negativas a las reiteradas solicitudes hechas por Duque están entre las razones de Washington para mantener al régimen de Cuba entre los Estados que patrocinan el terrorismo.
"Y obviamente, como sucedió aquella vez en otro sitio aquí cerca, en la Escuela de la Policía, pues murieron muchísimos agentes de policía, alféreces que estaban estudiando allí, pues prácticamente es una acción que cierra un proceso de paz con sangre", sostuvo el actual presidente colombiano sobre el reciente atentado.
Esta agresión se produjo apenas dos meses después de que el comandante Antonio García, una figura insurgente colombiana protegida por el régimen cubano durante mucho tiempo, fuera ratificado al frente del ELN. En aquel momento, el grupo armado hizo un extenso pronunciamiento público en el que tomó distancia del Gobierno de Petro e incluso de la vía electoral para lograr "las transformaciones que la sociedad reclama".
En mayo, el Gobierno de Petro y la guerrilla guevarista habían firmado un acuerdo sobre el primero de los seis puntos de la agenda del Diálogo de Paz, en Caracas, Venezuela.
La firma de ese acuerdo estuvo precedida acusaciones mutuas de incumplimientos, que duraron meses. A inicios de ese propio mes, el ELN anunció que retomaría los secuestros, un instrumento de extorsión que utilizó por décadas para cobrar rescates y como instrumento de terror.
La justificación fue que el Ejecutivo había incumplido su compromiso de entregarle donaciones de la comunidad internacional como medio de financiamiento.
Los insurgentes, en tregua con la fuerza pública desde 2023, habían acordado "suspender de forma unilateral y temporal las retenciones de carácter económico" en enero, luego de una crisis en las negociaciones motivada por el secuestro del padre del futbolista colombiano del Liverpool, Luis Díaz.
Mane Díaz, padre del futbolista, fue raptado el 28 de octubre de 2023. El secuestro se prolongó varias semanas y generó un profundo rechazo en la población colombiana.
Las negociaciones ya habían estado congeladas varias semanas en abril por un acuerdo paralelo del Gobierno con una facción disidente del ELN para el desminado de una región del sur del país. A mediados de ese mes, las partes reanudaron el proceso tras una "reunión extraordinaria" en Caracas.