El senador cubanoamericano Bob Menéndez se declaró "no culpable" este lunes de nuevos cargos en su contra presentados por la Fiscalía, informó la agencia EFE.
En esta tercera imputación que enfrenta el senador demócrata por el estado de Nueva Jersey en seis meses, se le acusa de obstrucción a la justicia, entre otros delitos.
"Una vez más, su Señoría, no culpable", respondió Menéndez cuando el juez Sidney H. Stein le preguntó cómo se declaraba, en una audiencia de 20 minutos en un tribunal federal de Manhattan.
El legislador y su esposa, Nadine Arslanian Menendez —también acusada— se retiraron sin hacer declaraciones a la prensa.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI) alega que la pareja mintió sobre el dinero que recibió para un nuevo Mercedes convertible y los pagos de la hipoteca de su vivienda. La pareja aseguró que esas sumas constituían préstamos que planeaban pagar, pero los agentes federales sostienen que todos los pagos en efectivo fueron presuntos sobornos. El matrimonio escribió cheques y cartas para presentar los pagos como préstamos, según la acusación.
En septiembre de 2023, Menéndez y su cónyuge fueron acusados de delitos relacionados con corrupción y señalados por aceptar "cientos de miles de dólares en sobornos" a cambio de la influencia del senador, específicamente en cuestiones que benefician a Egipto.
A ambos se les acusó también de actuar como agentes que trabajaban en nombre del país africano y no haberse registrado como tal, ante las autoridades estadounidenses.
Junto a Bob Menéndez y Nadine Arslanian están acusados en la trama de presunta corrupción los empresarios de Nueva Jersey Wael Hana, José Uribe y Fred Daibes.
De acuerdo con la Fiscalía, Menéndez habría usado su influencia para que la justicia de Nueva Jersey abandonara sendas investigaciones criminales contra Uribe y Daibes.
Hasta ahora, los tres empresarios se habían declarado inocentes de todos los cargos. Sin embargo, a inicios de este mes, Uribe se declaró culpable de los cargos de soborno y aceptó testificar contra los demás acusados en un juicio previsto para el 6 de mayo. Su declaración dio lugar a la presentación de nuevos cargos de obstrucción a la justicia contra Bob Menéndez y su esposa.
De acuerdo con The Associated Press, Uribe confesó al juez Stein que había conspirado con varias personas, incluida Nadine Arslanian, para proporcionarle un Mercedez Benz a cambio de que su esposo "usara su poder e influencia como senador de Estados Unidos para obtener un resultado favorable y detener todas las investigaciones sobre uno de mis asociados".
El empresario hijo de cubanos dijo haber cometido delitos de obstrucción a la justicia desde junio de 2022 hasta 2023, y contó que cuando fue citado por los investigadores, la esposa de Menéndez lo contactó para saber qué declararía.
Él la tranquilizó diciéndole que contaría que el dinero para el Mercedez era un préstamo a "una buena amiga, que le pagaría cuando tuviera estabilidad financiera".
A ella le pareció bien esa versión, que él luego contó a sus abogados. Estos transmitieron esa "historia falsa" a los fiscales, con la anuencia de él.
Bob Menéndez renunció como presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado en septiembre de 2023, cuando fue acusado inicialmente, pero rechazó los pedidos a dimitir como senador principal de Nueva Jersey.
En octubre, el diario The New York Times lanzó un diagnóstico en torno a cómo la caída en desgracia del senador cubanoamericano podría despejar el camino a la política exterior de la Administración de Joe Biden, en especial para introducir cambios en sus relaciones con La Habana.
De acuerdo con un texto de opinión del influyente diario estadounidense, la renuncia del legislador a su cargo como presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado por las acusaciones en su contra corrupción supondría una oportunidad para la Casa Blanca en este sentido.
Las posiciones de Menéndez en el Senado con respecto a la política de EEUU hacia Cuba son parte del historial que invocó el diario, como cuando en mayo de 2022 Biden relajó algunas restricciones de viaje para los estadounidenses que visitaban la Isla, y el senador manifestó su desacuerdo.