La política de EEUU hacia Venezuela, en aras de lograr elecciones libres y justas este año, parece estar inspirada en el libro de Lenin Un paso adelante, dos pasos atrás. En el caso actual, sin embargo, se ha hecho patente la ausencia de una agenda firme basada en la política de sanciones al petróleo y gas, cuya aplicación comenzó durante la presidencia de Donald Trump.
En los últimos meses, las decisiones del Gobierno de Joe Biden en relación con la deriva autoritaria del chavismo, que evade un escenario electoral competitivo para este 2024, han estado en manos de asesores de Seguridad Nacional de la Casa Blanca y no en el Departamento de Estado, despacho tradicional para la política exterior estadounidense.
La abrupta salida de Juan González de su rol como asesor de Seguridad Nacional para el hemisferio occidental, y quien se había encargado personalmente de establecer canales de diálogo y negociar acuerdos con el régimen de Nicolás Maduro, dejó al desnudo lo que diversos analistas preveían: no existe como tal una política hacia Venezuela. La salida de González se asocia con el fracaso del diálogo con el chavismo.
Este miércoles, desde la Casa Blanca, el asesor principal de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, afirmó: "Esas licencias que otorgamos para el alivio de sanciones expiran en abril. En ese momento veremos dónde estamos con respecto al régimen de Maduro y si está cumpliendo sus compromisos y, luego tomaremos nuestras decisiones sobre cómo proceder a partir de ahí".
Tal como decía un personaje de la famosa telenovela venezolana Por estas calles, la política estadounidense se resume con esta frase: "como vaya viniendo, vamos viendo".
En la práctica, el chavismo nuevamente suma tiempo a su favor, con un costo político irrelevante. El régimen de Maduro incumplió con lo acordado con EEUU de que se revisarían las inhabilitaciones políticas, que afectan entre otros a la figura opositora más popular, María Corina Machado.
Y lejos de reducir el número de presos políticos, otro de los temas pactados, los ha incrementado y además metiendo en prisión a una emblemática figura defensora de derechos humanos, Rocío San Miguel, una línea amarilla que hasta ahora el chavismo no había cruzado.
Juan González en los últimos meses sostuvo una serie de reuniones secretas, que fueron finalmente reveladas por medios de prensa de EEUU, con Jorge Rodríguez, figura de confianza de Maduro y quien formalmente es presidente de la Asamblea Nacional.
Tales reuniones apuntaban a un escenario en que habría elecciones competitivas en 2024, y esto fue sellado en Barbados por el Gobierno y la oposición venezolanos, a fines del año pasado. Lo cual vino a coincidir con un arrollador triunfo de Machado en unas elecciones primarias opositoras, cuyo liderazgo entre los venezolanos ha aumentado significativamente desde entonces.
Diversos analistas estiman que el chavismo no midió la capacidad de convocatoria de Machado, en unas primarias autoconvocadas y organizadas por la ciudadanía, y que el triunfo de la líder conservadora cambió el escenario electoral.
Tal como se ha señalado en DIARIO DE CUBA, si María Corina Machado participa de las elecciones y estas son medianamente limpias y trasparentes, su triunfo sería claro. Por esa razón, posterior a Barbados, el chavismo se ha negado a levantar su inhabilitación pese a que fue lo que ofreció a Washington, a cambio de que se flexibilizaran las sanciones al petróleo, principalmente.
El chavismo, por otro lado, contó con una suerte de benefactor en Juan González, tal como lo describe un diplomático sudamericano que observa la dinámica venezolana, al ser consultado por DIARIO DE CUBA. "Lo menos que puede decirse de González es que fue un ingenuo y que terminó envuelto por el chavismo. Es muy lamentable porque EEUU ha perdido tiempo, y ya el tema venezolano se insertará en la agenda electoral estadounidense de este año", explica este observador.
En una de sus últimas declaraciones públicas, desde Bogotá, tras entrevistarse con el presidente Gustavo Petro, el ahora exasesor de Biden aseveró que para EEUU "el candidato no es lo más importante, sino el mecanismo (electoral)", en lo que se leyó como una falta de apoyo a Machado. Tal declaración de González fue reproducida ampliamente por el aparato de propaganda del chavismo dentro de Venezuela.
En unas de las pocas intervenciones del secretario de Estado Antony Blinken, referidas a Venezuela en los últimos meses, este alto funcionario dio un plazo hasta el 30 de noviembre de 2023 para que se diera a conocer la fecha de las elecciones y se permitiera la participación libre de la oposición en los comicios presidenciales, en los cuales el candidato oficial será Nicolás Maduro, quien busca extender hasta 2030 su permanencia en el poder.
Sin embargo, el ultimátum de Blinken tampoco surtió efecto entre los factores de poder de Venezuela y, aunque EEUU decidió revocar el permiso para la explotación minera (reactivó sanciones a la empresa estatal venezolana), tal decisión no afectó lo que se conoce como la joya de la Corona, que es el sector petrolero.
Cuando reactivó un canal de diálogo directo con el Gobierno de Maduro, la Administración Biden (que antes se había negado a ello), lo hizo bajo el argumento de que EEUU debía contar con suministradores de petróleo cercanos geográficamente, y además exaltó la necesidad de lograr la liberación de presos estadounidenses en Venezuela.
Además del tiempo ganado en estos meses, mientras avanza el 2024 sin que haya las condiciones electorales aceptables para que la oposición democrática participe, el chavismo logró un simbólico triunfo de este proceso de diálogo directo entre Rodríguez y González, como lo fue la liberación del empresario colombiano Alex Saab, señalado de ser testaferro del régimen de Maduro en diversas transacciones internacionales.
Buche y pluma ná más todos estos funcionariuchos demócRatas....
El fracasado golpe de estado de Guaidó ayudó a botar a Bolton. El intento de asegurarse el petróleo venezolano abriéndole la llave de los Benjamines a Maduro, lo que hizo fue envalentonarlo y le costó el puesto a Gonzalez. Tal parece que estos consejeros como dicen en Mexico, solo sirven pa’dos cosas: pa’ná, y pa’una chingada.😀
No me acabo de explicar cómo es que los analistas, no acaban de entender que Estados Unidos ya no es ni volverá a ser, con ningún gobierno bien sea Republicano ó Demócrata, el policía pone y quita gobiernos de América.