El régimen de Daniel Ortega impidió la entrada a Nicaragua al sacerdote guatemalteco Juan Francisco Solís Melgar, director general del centro educativo católico Colegio Liceo Franciscano, en Managua.
El hecho fue denunciado en la red social X por la investigadora nicaragüense exiliada Martha Patricia Molina.
"Dictadura sandinista prohíbe entrada a fray Juan Francisco Solís Melgar, representante legal del Colegio Liceo Franciscano", escribió la autora del estudio Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?.
Solís Melgar había residido en Nicaragua durante diez años y había sido designado representante legal del Colegio Liceo Franciscano, una institución educativa privada, el 20 de mayo de 2021.
Este mismo viernes, cuando se conoció la noticia de la prohibición de ingreso al país dictada contra el sacerdote guatemalteco, la vicepresidenta, Rosario Murillo, negó que en Nicaragua exista persecución religiosa.
En su alocución habitual, que es transmitida por medios oficialistas, la esposa de Daniel Ortega leyó un poema en el que sostuvo que es "falso" que haya persecución, días después de que transcendieran los arrestos de varios sacerdotes en Nicaragua.
"Falso que hay persecución religiosa. Si arrestan a un cura, por algo será. Eso no es persecución religiosa. Por siglos y por las arcas abiertas se han creído sobre las leyes y algunos jerarcas hasta por encima del rey de reyes", dice el poema leído por Murillo y citado por la agencia AFP.
El poema es de la autoría del "escritor, hermano Edwin Moncada", según la vicepresidenta, que explicó que lo leía porque "es importante saber" cómo se comparten "pensamientos, reflexiones, verdades verdaderas".
Murillo afirmó que si hay sacerdotes detenidos en España, Estados Unidos o Chile "nadie se asombra". "Ah, pero si es en Nicaragua se rasgan las vestiduras, siempre sucede así", acotó.
Este lunes, el papa Francisco expresó "preocupación" por la detención de sacerdotes católicos en Nicaragua, bajo el régimen de Daniel Ortega. Desde la ventana del Palacio Apostólico, tras el rezo del primer Ángelus del año, pidió que "se busque siempre el camino del diálogo" para superar los problemas.
En los últimos días de diciembre pasado, policías uniformados y de civil detuvieron en Nicaragua a un obispo, 12 sacerdotes, dos seminaristas y más de 20 laicos, según denunciaron autoridades de la Iglesia y opositores al Gobierno de Ortega.
En la lista destacan el monseñor Isidoro Mora, obispo de Siuna (noreste) arrestado el 20 de diciembre, y los vicarios de la Arquidiócesis de Managua Carlos Avilés, Silvio Fonseca y Miguel Mántica, así como ocho párrocos de distintas ciudades del país, detenidos entre el 27 y el 30 del mes recién pasado.
Se desconoce el paradero de todos los detenidos. La Policía no ha confirmado ni desmentido las denuncias de los arrestos.
La Conferencia Episcopal de Nicaragua no se ha pronunciado sobre estas redadas, pero el arzobispo de Managua, cardenal Leopoldo Brenes, en una aparente alusión al tema, pidió el domingo a sus fieles rezar por "la ausencia de sus sacerdotes".
A los detenidos se suma el obispo de Matagalpa (norte), monseñor Rolando Álvarez, privado de libertad desde agosto de 2022 y condenado a 26 años de prisión en febrero del año pasado por "traición a la patria", tras negarse a ser deportado a Estados Unidos junto con 222 opositores excarcelados.
Hay "una feroz cacería" de sacerdotes, escribió en su cuenta de X, antes Twitter, monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua que se encuentra exiliado en Miami.
La investigadora Molina dijo en una entrevista con la AP que el Gobierno pretende "desaparecer a la Iglesia católica de Nicaragua". Líderes opositores pidieron al Vaticano intervenir para detener lo que consideran es un "plan de exterminio" contra la Iglesia.
Esta semana, el Gobierno de Estados Unidos volvió a incluir al régimen de Nicaragua en su lista negra sobre libertad religiosa, según un comunicado divulgado este jueves.
En la lista repiten además los regímenes de Cuba, Rusia, China, Birmania, Corea del Norte, Pakistán, Arabia Saudí, Irán, Tayikistán y Turkmenistán.