Actores gubernamentales, algunos referentes de oposición y países miembros de la comunidad internacional parecen coincidir, aunque por objetivos muy diferentes, en la opción de que las elecciones presidenciales en Venezuela, previstas para fines de 2024, deben ser adelantadas y se negocian fechas para ello.
Dos presidentes de izquierda que no suelen criticar públicamente al régimen de Nicolás Maduro, Alberto Fernández (Argentina) y Gustavo Petro (Colombia) se reunieron este viernes en París con el presidente conservador de Francia, Emmanuel Macron, básicamente para relanzar la presión diplomática en aras de lograr una negociación que finalmente desemboque en una salida electoral en Venezuela.
La reunión es el punto culminante de una serie de pronunciamientos públicos del propio Macron, específicamente dirigidos a los actores gubernamentales de Venezuela, que tuvo un punto simbólico en el breve estrechón de manos entre el presidente francés y Maduro en Egipto, en el marco de la conferencia internacional contra el cambio climático.
Tras un año sin reuniones cara a cara de las delegaciones del chavismo y sectores de la oposición democrática, que se paralizaron en México a fines de octubre de 2021, la diplomacia francesa se empeñó en reunir en París a los dos jefes de delegación, Jorge Rodríguez y Gerardo Blyde.
Mientras Macron se reunía con Fernández y Petro, en otro espacio, de forma simultánea, estaban reunidos Rodríguez y Blyde, junto al embajador francés en Caracas, Romain Nadal, y la diputada francesa Eleonore Caroit, allegada al presidente de Francia. Además, también viajó a París el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares. La embajada española en Francia acogió a Rodríguez y Blyde.
"Lo que está en discusión en este momento es la posibilidad de adelantar las elecciones presidenciales. Varios actores de oposición, especialmente los ligados a Henrique Capriles, han venido sosteniendo la tesis de que no debe prolongarse más una salida electoral a la crisis. No hay consenso, yo personalmente abogo por que se efectúen en 2024 tal como están previstas", dijo a DIARIO DE CUBA uno de los precandidatos presidenciales de la oposición, pero pidió que se omita su nombre.
Hasta ahora una docena de figuras de un arcoíris amplio, desde conservadores hasta políticos que militaron en el chavismo, han manifestado su disposición a medirse en unas elecciones primarias de la oposición, que aún no tienen fecha, y cuya organización avanza lentamente dadas las dificultades que tienen hoy los opositores democráticos en Venezuela para construir consensos.
Un caso emblemático rodea al propio Capriles, que ya fue candidato presidencial en dos ocasiones, se enfrentó primero a un ya seriamente enfermo Hugo Chávez en octubre de 2012 y luego compitió ante Nicolás Maduro medio año después. El partido de Capriles, Primero Justicia, tiene tres aspirantes a ir a las primarias, incluyendo al propio dirigente político, y no existe un mecanismo acordado para lograr un consenso partidista.
Las rencillas que rodean al mundo opositor, junto a un clima de apatía ante lo político que se ha hecho presente, especialmente entre los más jóvenes, son factores que analiza el chavismo y al sacar sus cuentas apuestan por un adelanto de las elecciones.
Realizar unas elecciones presidenciales en 2023, en cualquier momento del año próximo, pondría en aprietos a la coalición opositora cuya unidad parece sostenida con alfileres. Si ocurre un adelanto, deberían acelerar el paso para organizar las primarias y quien resulte triunfador tendría en verdad poco tiempo para hacer campaña.
La comunidad internacional, por su parte, ha manifestado signos de agotamiento en relación a la irresoluta y prolongada crisis política e institucional en Venezuela. En privado, diplomáticos europeos manifiestan su cansancio ante la falta de interés o compromiso por parte del chavismo, junto a la dispersión opositora.
La reelección de Maduro en 2018 no fue reconocida como legítima por la gran mayoría de países democráticos de Occidente. Estos países pasaron a darle el estatus de "presidente interino" al diputado opositor Juan Guaidó, por su condición de presidente de la Asamblea Nacional electa en 2015 y considerada el único poder legítimo en Venezuela por Occidente.
El desgaste de Guaidó, entre 2019 y 2021, y la resistencia del chavismo a ceder antes las amenazas y sanciones de EEUU y la Unión Europea (UE), ha terminado por llevar a un replanteo. Por la vía de los hechos, EEUU y la UE han aceptado la presidencia actual de Maduro, dejando de lado el debate sobre su legitimidad o no, y están enfocados ahora en las próximas elecciones presidenciales.
En París, entretanto, no se hizo público ningún mensaje en torno al adelanto de las elecciones. Esto, según la fuente consultada por DIARIO DE CUBA, será objeto de negociaciones. Otro elemento pendiente de acordar, entre Gobierno y oposición, es el quinto rector del Consejo Nacional Electoral, que actualmente está operando con cuatro directivos.