Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (ONU) aseguró que Venezuela "se encuentra en un infierno sin salida, ya que todas las fórmulas ensayadas hasta ahora proponen o la continuidad de lo que está, bajo la sombra de cierta mezquina legitimidad, o borrar todo lo que hay para empezar de nuevo".
En un extenso artículo de opinión publicado por el medio argentino Infobae, el político uruguayo agregó que la idea de la continuidad supondría "la repetición de todos los errores y todos los problemas que enfrentamos ahora. En cuanto al concepto de borrar todo, verdaderamente tiene una gran dificultad, y es pensar que el chavismo desaparecerá de la faz de la tierra por generación o degeneración espontánea, hipótesis que definitivamente no es realista".
Acerca de una fórmula que propuso como salida a la encrucijada que describe, y que supondría un co-gobierno o cohabitación entre fuerzas hoy enfrentadas, aseguró que no es "un mecanismo de asociación con criminales ni entre criminales".
"Lo pensamos como un sistema de balances y contrapesos que sirviera para terminar con la corrupción, con las violaciones de Derechos Humanos, con el narcotráfico, con las actividades de minería ilegal y otras actividades delictivas que reinan hoy en el país. Por supuesto, quiero que sea realizable, y es responsabilidad de venezolanas y venezolanos que así sea, y también de la comunidad internacional, que no necesariamente debe dar por sentado y aceptadas todas las actividades criminales que se cometen en Venezuela o que son inducidas a partir de Venezuela en el resto del hemisferio y del mundo", subraya.
"Sí, nunca he conocido un país en el que tanta gente quiere ser presidente. Por eso es más que necesario un sistema colegiado de Gobierno, como el suizo, como la Constitución uruguaya de 1952. Si esto tiene un problema, claro está, imagínense las dos hipótesis anteriores: borrar al enemigo completamente, borrar al adversario político completamente. Por supuesto que en ese marco, en ese contexto, es imposible concebir una idea como esa", señaló.
Almagro aseguró que, "entre venezolanos, la noción de cohabitación se interpreta como una idea ignominiosa; implica complicidad y connivencia. Esa es la cohabitación que existe hoy. Desde luego que la propuesta que realizamos aquí no tiene nada que ver con eso (...) Implica compartir el Gobierno, implica cogobernar, implica dar garantías de probidad republicana y separación de poderes".
Puso de ejemplo la Constitución de Uruguay de 1952, con un sistema fijo de asignación de cargos en el Consejo Nacional de Gobierno, algo similar a lo que sugiere para Venezuela.
"Los políticos venezolanos le deben a su pueblo soluciones, le deben un Gobierno legítimo, que tenga las efectividades conducentes para ejercer el poder, le deben a su pueblo mucho trabajo, eliminar las lógicas criminales, le deben mucha probidad republicana", llama.
"Por supuesto que hay gente dentro del régimen que va a perder mucho o va a dejar de ganar mucho si esto se termina. Por supuesto que hay gente dentro de la 'oposición' al régimen a la que le ocurrirá lo mismo. Esto que proponemos es una solución política y en el régimen son muy pocos los que quieren hacer política, buena parte quiere seguir ganando dinero de la manera en que están ganando dinero", alerta.
"La acción de prescindir de los demás intereses en la sociedad para hacer prevalecer los propios es generalmente una forma de originar políticas de fracaso. La opción de quedarse con todo y prescindir de intereses de los demás, quienquiera que sean, es el problema esencial de las dictaduras, cuyas prácticas son excluyentes. La redemocratización de Venezuela necesita a todas las fuerzas políticas y tiene que representar la amalgama de todos los derechos de la gente y todos los intereses nacionales", indica.
"La lumpenización de la política venezolana ha sido la más dramática del continente. La falta de principios y valores ha llevado a que 6,8 millones de venezolanos hayan tenido que abandonar el país, un exilio forzoso por la crisis humanitaria (...) el éxodo más grande del mundo junto al de Siria y Ucrania, pero sin guerra ni desastre natural alguno".
"Ninguna transición es un proceso sencillo. Una de las tareas más complicadas, luego de la caída de una dictadura, es conciliar los intereses de los distintos factores de poder con el objetivo de garantizar la estabilidad política. Mi propuesta también sugiere que Venezuela se mire en su propio espejo de experiencias de haber compartido el poder".
"Que nadie se llame a engaño, soy y seguiré siendo disidente de cada dictadura que tenga este continente, sea Nicaragua, Cuba y Venezuela, los Videla, Pinochet y Goyo Álvarez de estos tiempos. Aunque pretendan estar parados en otra dimensión ideológica", finaliza su texto.
A Venezuela se le fue el Avión cuando tuvieron la oportunidad de pedir una intervención armada de la OEA,esos facinerosos no van a soltar el poder por las buenas como no lo van hacer en Cuba y Nicaragüa.