Todo apunta a que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador tendrá en este mes de su noviembre "una foto en familia" con la nueva izquierda latinoamericana: Alberto Fernández, Gabriel Boric, Gustavo Petro y hasta espera el arribo del recién electo Luiz Inácio Lula da Silva. Los grandes ausentes en México serán los regímenes autoritarios de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Tal como suele ser la política comunicacional del gobierno de López Obrador, a cuenta gotas en sus intervenciones matutinas de radio y televisión el presidente ha ofrecido detalles de lo que se espera sea el nuevo espacio de la izquierda latinoamericana en la que se combinarán visitas de Estado, así como el lanzamiento de una nueva iniciativa de integración, en la capital mexicana entre el 23 y 25 de noviembre.
En sus intervenciones, Andrés Manuel López Obrador ha insistido en atacar a la Organización de Estados Americanos (OEA), así como en resaltar a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que México y Argentina han intentado relanzar, pero por la vía de los hechos afianzará "una integración chica", según diplomáticos consultados por DIARIO DE CUBA, con sus pares de izquierdas en un grupo más cerrado.
Que busque una fotografía con Fernández (Argentina), Boric (Chile) y Petro (Colombia), y eventualmente Lula da Silva (Brasil), no ha causado sorpresa. Lo llamativo, en realidad de los anuncios de López Obrador en torno a la movida que habrá durante tres días en la capital mexicana, es la notable ausencia en el discurso, al menos hasta ahora, de Miguel Díaz-Canel (Cuba), Daniel Ortega (Nicaragua) y Nicolás Maduro (Venezuela).
Todo apunta a que esa fotografía suya, siendo el centro de una nueva confluencia regional, tendrá un costo para el presidente mexicano según fuentes diplomáticas consultadas por DIARIO DE CUBA.
"El presidente Boric ha condicionado su presencia en México a que sea una reunión entre pares, entre presidentes de izquierda electos democráticamente", confirmó a DIARIO DE CUBA un funcionario intermedio de la Cancillería de Chile, despacho estratégico que está al mando de la defensora de derechos humanos Antonia Urrejola.
La semana pasada Petro apareció en una fotografía con Maduro, en Caracas, en la que no se mostraba precisamente cómodo, por una necesidad vital para Colombia, según afirma un director de la Cámara de Comercio binacional en la frontera: la necesidad de recuperar el mercado venezolano para productores colombianos.
Así las cosas, el escozor que provoca entre figuras de la nueva izquierda fotografiarse con los autoritarismos de América Latina, en particular con Ortega y Maduro, ha terminado por acortar la lista de invitados de Andrés Manuel López Obrador.
Boric y Petro han hecho comentarios críticos, en público, a los regímenes de Nicaragua y Venezuela, pero se han cuidado de cuestionar a la longeva dictadura castrista. En esta falta de señalamientos a la masiva y sistemática violaciones a los derechos humanos en Cuba coinciden también Fernández, el propio López Obrador y el recién electo Lula da Silva.
Sin que haya una política sistemática prodemocracia, cuando se refieren a Nicaragua y Venezuela, cada tanto hay comentarios de los presidentes de izquierdas que coinciden en señalar la necesidad de que haya elecciones libres y competitivas en esos países.
Para Cuba, sin embargo, parece haber otro rasero, ya que ningún líder político de este grupo, pese a haber triunfado en elecciones democráticas, pide algo similar como salida a la crisis que se vive en Cuba.
Entretanto, cuando López Obrador aboga por reimpulsar la CELAC lo hace en contraposición a la OEA, por considerarla como un instrumento de dominación al servicio de ciertos gobiernos, y sin disposición a reformarse.
"No se quieren reformar, ya cambió el mundo. Y siguen los mismos aparatos y la misma política de dominación", expresó por ejemplo en una de sus intervenciones, para después proyectar la canción "La OEA es cosa de risa" del cantautor cubano Carlos Puebla, ícono cultural del castrismo.
López Obrador confirmó la visita de estos mandatarios de América Latina a México: Fernández arribará el 24 de noviembre. Un día antes, el 23 de noviembre, llegará Boric. Estas visitas serán de Estado, ambos permanecerán en la capital mexicana hasta el día 25 para la cumbre de la Alianza del Pacífico.
En la cumbre estarán presentes Petro y Pedro Castillo (Perú), pero este último tiene una cadena de decisiones del Congreso que no le ha aprobado recientes viajes al exterior, por lo que no es segura su presencia.
López Obrador confirmó que adelantan gestiones para que Lula da Silva, en su rol de presidente electo (asume la Presidencia el 1 de enero), también esté en México en esas fechas.
No creo que estén excluyendo a Maduro, Ortega y, mucho menos, a Canel.
Todos son países con costas en el pacífico y aprovecharán la cumbre de la Alianza del Pacífico para zurdear. Nada más.
Cuba es el pollo del arroz con pollo. Imposible obviarla.
No critican a Cuba porque Fidel, como buen mafioso, se dedicó a comprar voluntades. Ya esto es una política exterior institucionalizada en Cuba y todos estos tipos tienen cola que le pisen (como dirían en México); es decir, Cuba les sabe vida y milagro. Si critican a la mafia comenzarán a salirles los trapos sucios desde sus propios correligionarios en la izquierda. En Chile, por solo poner un ejemplo, todo el mundo sabe que las diputadas comunistas Camila Vallejo y Karol Cariola son perras de presa castristas y no van a dudar un segundo en tirársele a la yugular del Presidente Boric si se mete con la mafia comunista cubana. En México ni qué decir, el diario La Jornada es el órgano oficial del PCC allí y cuidadito si alguien (incluyendo el Presidente AMLO) se mete con sus amos.
Así mismo es y funciona el castrochavismo mi estimado Alex, tiene toda la razón, durante 60 años se encargaron de penetrar y adoctrinar dentro y fuera de la isla a los que han sido y son sus defensores...
Esa acción es un perfecto bluff del cínico de AMLO, hay que recordar que este viejo HP fue íntimo de FCR y fue el elegido y a la vez preparado en Cuba, en los ochenta del siglo pasado, junto con Lula, para ser los encargados de trabajar por sustituir a las guerrillas en la intervención castrista de América Latina. No puede perderse la perspectiva...