Bajo la premisa de que en Cuba, Nicaragua y Venezuela sí hay democracias, y de que el rol argentino al frente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) es defender "la unidad en la diversidad", el Gobierno de Alberto Fernández prepara una reunión de cancilleres y una cumbre presidencial en la que se legitimará a las dictaduras de la región.
Argentina está a cargo de la CELAC durante este año, luego de que en 2021 Buenos Aires coincidiera con las posturas del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador y decidieron reactivar este organismo, que tuvo su era de oro cuando los petrodólares de Venezuela financiaron diversas reuniones y un exultante Hugo Chávez ejercía influencia en la región.
Aunque Argentina y México han argumentado que la CELAC estuvo paralizada por la pandemia de Covid-19, en realidad su parálisis fue previa. La crisis generalizada de Venezuela, junto al aislamiento internacional que prevaleció durante un par de años sobre el régimen de Nicolás Maduro, desactivaron a este mecanismo que se insiste en presentarse como la antítesis de la Organización de Estados Americanos (OEA).
"Todos los países de la CELAC son democráticos, es justamente democrático aceptar todos los sistemas de gobierno. No hay aquí una mirada ideológica, sino unidad en la diversidad", dijo al diario La Nación Gustavo Martínez Pandiani, el subsecretario de Asuntos Latinoamericanos de la Cancillería de Argentina. Este país organiza sendas reuniones, una de cancilleres y otra de jefes de Estado en este segundo semestre del año.
Martínez Pandiani defendió el derecho de todos los países a "elegir" su sistema político. "Cuando hay violaciones de derechos humanos, Argentina los señala, como ha hecho en la ONU en Ginebra. Pero nos parece una mala idea excluir", dijo el alto funcionario respondiendo al diario bonaerense.
"La CELAC es una iniciativa de las autocracias de Cuba y Venezuela para legitimarse regionalmente, pretendiendo suplantar a la OEA. El problema son los países democráticos que aceptan convivir con dictaduras bajo el argumento de la unidad en la diversidad", aseveró a DIARIO DE CUBA Gabriel Salvia, director general de la Fundación Cadal, dedicada a la promoción de la democracia y los derechos humanos.
Salvia es el autor del reporte "Unidad en la diversidad, el fundamento de la CELAC para avalar el autoritarismo", publicado por Cadal en 2020. Ese organismo fue constituido formalmente en Caracas con una cumbre celebrada en 2011, de la que Chávez fue anfitrión.
"No queremos que nadie se sienta excluido, ni Venezuela o Cuba, pero tampoco Ecuador o Costa Rica, que son gobiernos con características distintas", sostuvo Martínez Pandiani.
Para Salvia, entretanto, allí radica un problema central. A su juicio es inexplicable que gobiernos democráticos acepten estar en una misma mesa con dictaduras.
"Ni Chile con Sebastián Piñera, ni Argentina con Mauricio Macri, ni ahora Uruguay con Luis Lacalle Pou, se han planteado abandonar este espacio que legitima las dictaduras y contradice la participación de estos países en la OEA con su carta democrática interamericana", explica el directivo y fundador de Cadal, desde Buenos Aires.
En septiembre del año pasado, como reseñara DIARIO DE CUBA, el presidente uruguayo tuvo un careo público con el dictador cubano Díaz-Canel en el marco de una reunión de la CELAC. Lacalle Pou incluso recitó una estrofa de "Patria y Vida", el tema musical que se ha convertido en un himno para los cubanos que cuestionan al régimen castrista.
Entretanto, funcionarios argentinos aguardan con expectativa las elecciones de Brasil. Dan por descontado un triunfo del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva en las votaciones del venidero 2 de octubre. En caso de producirse tal victoria electoral, el veterano político de izquierdas podría asistir como presidente electo a la cumbre de la CELAC que se planea para diciembre de 2022.
El actual presidente brasileño, Jair Bolsonaro, rompió con la CELAC a inicios de 2020 y condicionó el regreso de Brasil al foro a que Cuba y Venezuela, por ser gobiernos no democráticos, no tuviesen participación. Argentina espera que el cambio de gobierno en Brasilia impele también su retorno al organismo regional, cuya conducción es rotativa y no cuenta formalmente con una sede.
Asimismo, el Gobierno de Fernández trabaja en lograr el consenso para estar al frente de la CELAC también durante 2023, teniendo como proyecto "la institucionalización de la CELAC", para que tenga un secretario general, presupuesto y un sistema "de consenso" para tomar decisiones, que hoy se llevan a cabo por unanimidad.
Se desconoce si Buenos Aires tendrá el respaldo necesario para que Fernández repita otro año al frente del organismo.
Cumbre de la CELAC: Letrinoamérica en todo su esplendor.
"Todos los países de la CELAC son democráticos." Para los que no entienden bien el hablar de los argentinos, eso se traduce a "Yo soy un desvergonzado hijo de puta, y por supuesto no me importa mentir descaradamente, por despreciable que resulte." Santocielo, el asco.