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Colombia

EEUU saca a las FARC de su lista de organizaciones terroristas, pero incluye a sus disidencias

La decisión facilitará la capacidad de Washington de 'apoyar mejor la implementación del acuerdo' de paz de 2016.

Washington
Columna de las FARC durante su desmovilización.
Columna de las FARC durante su desmovilización. REUTERS

Estados Unidos anunció el martes la eliminación de la extinta guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de su lista de organizaciones terroristas, con miras a "apoyar" la implementación del pacto de paz sellado hace cinco años entre Bogotá y el grupo armado.

"El Departamento de Estado revoca la designación de las FARC como organización terrorista extranjera", anunció el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, en un comunicado citado por EFE.

"Tras un acuerdo de paz de 2016 con el Gobierno colombiano, las FARC fueron disueltas y desarmadas oficialmente. Ya no existen como organización unificada dedicada al terrorismo o actividades terroristas, o con la capacidad o intención de hacerlo", agregó el texto.

Asimismo, Blinken informó que la Segunda Marquetalia, un grupo de disidentes del acuerdo que volvió a la lucha insurgente bajo el nombre de FARC-EP, fue añadido a la lista de grupos terroristas.

"También estamos designando a los respectivos líderes de esas organizaciones", afirmó el funcionario.

Uno de ellos es Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez, exnúmero dos de las FARC y exnegociador de la paz en La Habana, quien fundó Segunda Marquetalia en agosto de 2019.

También figuran Hernán Darío Velásquez, conocido como El Paisa, y Henry Castellanos, alias Romaña, a quienes el Gobierno estadounidense les atribuye responsabilidades de operaciones militares de esa nueva fuerza.

En la lista negra de Washington también fueron incluidos dirigentes de las FARC-EP: su líder, Néstor Gregorio Vera Fernández, alias Iván Mordisco; el segundo al mando, Miguel Santanilla Botache, alias Gentil Duarte; y el comandante Euclides España Caicedo, alias Jhonier.

La designación significa que todas las propiedades de las personas y entidades concernidas serán bloqueadas y reportadas a la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Tesoro de Estados Unidos.

Las personas que realizan transacciones con quienes están en la lista podrían estar sujetas a la designación de terroristas, y las instituciones financieras extranjeras que lo hagan podrían ser sancionadas.

"Es un delito proporcionar a sabiendas apoyo material o recursos a Segunda Marquetalia y las FARC-EP, o intentar o conspirar para hacerlo", subrayó Blinken.

Estados Unidos designó oficialmente a las FARC como organización terrorista extranjera en 1997. El 24 de noviembre de 2016, luego de negociaciones que tuvieron a Cuba por sede, el grupo guerrillero depuso las armas y firmó un acuerdo de paz con el entonces presidente colombiano Juan Manuel Santos.

Unos 13.000 guerrilleros han entregado las armas desde la firma de la paz. Sin embargo, la etiqueta de organización terrorista ha seguido afectando al grupo rebelde marxista, ahora transformado en un partido político.

Blinken precisó que esta eliminación de la lista negra no cambia la posición de Estados Unidos acerca de los procesos judiciales iniciados o futuros contra exlíderes guerrilleros, incluyendo los sospechosos de narcotráfico.

Tampoco modifica decisiones de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) de Colombia, el tribunal que juzga los peores crímenes de un conflicto que dejó nueve millones de víctimas entre muertos, mutilados, secuestrados y desaparecidos.

"Sin embargo, facilitará la capacidad de Estados Unidos para apoyar mejor la implementación del acuerdo de 2016, incluido el trabajo con combatientes desmovilizados", señaló Blinken.

En virtud del acuerdo, las FARC, un movimiento que se alzó en armas en los años 1960, en plena Guerra Fría, se convirtió en el partido político Comunes, con representación en el Parlamento, pero sin demasiado peso en las urnas.

Si bien el acuerdo redujo considerablemente la violencia, diversos grupos armados operan hoy en el país, entre ellos paramilitares, narcotraficantes y otros rebeldes, incluidos los disidentes de las propias FARC.

Varios excomandantes que se apartaron del acuerdo de paz comandan hoy las disidencias, cuya fuerza se estima en alrededor de 5.200 combatientes, la mayoría (85%) nuevos reclutas, según el colombiano Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (INDEPAZ).

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