El pasado 11 de septiembre se cumplieron 48 años del martirio de Salvador Allende, primer presidente socialista democráticamente electo en la historia de América.
No debatiremos en este artículo cómo la Unidad Popular, usando medios "pacíficos" y "democráticos", confiscó las propiedades de miles de chilenos, intentó cambiarles el modo de vida e imponerles una ideología violenta; tampoco juzgaremos el golpe de Estado y la criminal represión con que la oligarquía del país respondió, alineada con Estados Unidos en el marco de la Guerra Fría. Nuestro interés es exponer las políticas económicas y sus resultados.
Allende y el estatismo
El Estado Popular que intentaba crear Allende requería una economía planificada, para ello, a menos de dos meses de su jura, comenzó la nacionalización de la banca y de la industria.
Si a su llegada al poder en 1970 el Estado no tenía bancos y poseía 46 empresas, en 1973 el Gobierno ya controlaba los 19 bancos del país y 488 compañías, más del 80% del tejido fabril, incluyendo la producción de cobre, base de la economía chilena. También había expropiado el 40% de la superficie agrícola.
En la misma tónica antimercado, los precios de más de 3.000 productos, el tipo de cambio y el interés bancario se fijaron desde el Palacio de la Moneda y, por supuesto, se ampliaron los derechos laborales.
Aunque al principio la economía respondió maravillosamente gracias al espejismo financiero del aumento del gasto estatal, en menos de tres años, y aun habiéndose apoderado de los fondos de los bancos, el déficit estatal pasó del 0,5% al 23% del PIB; los topes de precios, que no pudieron contener la inflación, provocaron una escasez que afectó principalmente a los más pobres y a la clase media, que se vieron abocados, para comprar alimentos y productos básicos, a hacer largas colas en las frías madrugadas chilenas (cualquier parecido caribeño no es coincidencia).
Entre la espada y la pared, el Gobierno incumplió sus obligaciones internacionales y perdió el financiamiento externo —la banca mundial lo saboteó y la URSS no quiso involucrarse—. Para "solucionar" la inminente bancarrota y paralización productiva del país, en vez de recortar el gasto —le era imposible con todo lo que había prometido— imprimió dinero, lo que desembocó en una inflación que superó el 500% en 1974.
En muy corto tiempo, con la mejor de las intenciones, Salvador Allende, democrática y legalmente, destrozó la economía chilena.
De la dictadura de Pinochet a la democracia
A partir de 1973 la política económica giró 180 grados. Duros ajustes, sostenidos por el terrorismo de Estado de la dictadura de Pinochet, sanaron el déficit público. Se reprivatizaron las empresas —aunque con corrupción y nepotismo— y los precios se liberaron.
Paradójicamente, la dictadura pinochetista, impulsada por un grupo de economistas chilenos egresados de la Universidad de Chicago, estaba descentralizando y liberalizando la economía.
En 1990, un Pinochet millonario y políticamente intocable permitió que la democracia retornara a Chile.
La inflación, que ya había caído al 26%, a partir de 1995 se mantuvo inferior al 10%. Y espectacular fue la reducción de la pobreza: entre 1990 y 2015 cayó del 38 al 7,9%, gracias a que el PIB per cápita pasó de 5.384 dólares en 1975, a 21.446 dólares en 2016, un crecimiento que duplicó la media de la región latinoamericana. Desde 1975, el crecimiento promedio del país ronda el 5% anual, uno de los más altos y estables del mundo.
Aun con la crueldad de una dictadura militar y la acumulación de robos de propiedades y afectaciones a la libre competencia por parte de la casta parasitaria allegada al poder —cuestiones que todavía debe resolver la justicia—, bajo el signo de la libertad económica y la poca intervención estatal el país austral había renacido.
Chile hoy
La ONU coloca a Chile entre los pocos países de muy alto nivel de desarrollo humano, siendo el número 38 del mundo y el primero de Latinoamérica.
En 2018, un metaanálisis de diferentes índices y clasificaciones referidos a calidad de la educación, prestaciones sociales, sistema sanitario y nivel de corrupción realizado por el portal económico Vesti Finance, colocó a Chile como el quinto país del mundo donde mejor se vive.
Los chilenos nunca estuvieron mejor que ahora, ni nunca tuvieron mejores perspectivas; sin embargo, contra toda lógica están convencidos de su desdicha y padecen un profundo sentimiento de insatisfacción, principalmente los jóvenes, que ha provocado años de inestabilidad social.
Uno de los logros más impresionantes —y ruines— de la izquierda latinoamericana ha sido manipular una variable tan abstracta como la "desigualdad" para convencer al pueblo chileno, que disfruta el sistema que mejor funciona en toda América Latina, de que este es "injusto" y debe ser reformulado en una nueva Constitución… y en eso están, apenas comienzan y ya han perdido 15 lugares en el índice de libertad económica del Fraser Institute.
Y sí, la desigualdad en Chile es aún importante, pero los datos demuestran que, aunque lentamente, se ha reducido. Las regiones secularmente más pobres son las que más han ganado con el crecimiento económico: aquellos que antes eran ricos son hoy más ricos, pero aquellos que eran pobres, son también más ricos, y eso es fundamental.
La construcción del socialismo duró solo tres años en el país austral. En Cuba llevamos 62 y dice el Gobierno que serán 62.000 milenios más. ¿Conoce usted a algún chileno loco por emigrar a Cuba? Ni los miembros del Partido Comunista de Chile lo hacen. Sin embargo, por las calles "de lo que fue Santiago ensangrentada" deambulan miles de cubanos dispuestos a probar la libertad, que siempre es un riesgo, pero vale la pena.
Allende fué traicionado por FC, la izquierda fascista radical (MIR) y los comunistas chilenos), que se aprovecharon y se encargaron de echar por tierra sus ideas, que quizás eran positivas para el país; Allende nacionalizó el Cobre y Pinochet nunca lo devolvió........
Hoy el futuro de Chile es incierto, la izquierda de siempre, los inmigrantes, la delincuencia, la droga, los mapuches y el populismo de Piñera están acabando con lo poco que queda de democracia, al sueño chileno le queda muy poco, es la triste realidad. Chile necesita un nuevo Pinochet que enderezca al país y corte unas cuántas cabezas.
Había una gran discrepancia entre el Asesino en Jefe y Allende en cuanto a la efectividad de lo que el chileno llamaba “la 2da vía”, o sea, la instauración de la dictadura del proletariado a través de las urnas, usando los resortes democráticos para cambiar las reglas de juego e instaurar el comunismo.
Pinochet, la guerra fría y el rechazo a la intervención cubana por parte del ejército y buena parte de la población, se interpusieron en los planes totalitarios para Chile.
Luego todo indica que Patricio de la Guardia por órdenes del gran líder se encargó de ultimar a Allende y convertirlo en mártir.
El tiempo pasó y 26 años después Hugo Chávez lograría tener éxito en la ansiada “2da vía”, que en el 2007 también aplicó Daniel Ortega. Otros han coqueteado o se disponen a imponer el comunismo con esa vía light.
JCAleman, Cuando en 1979 Daniel Ortega llegó al poder, enseguida los "asesores" cubanos le sugirieron implantar esa "2da via" que usted menciona, a lo que el se negó. Ganó muy limpiamente las elecciones de 1984 para luego perder las de 1990 a manos de Violeta Barrios. Ortega aprendió la lección y después de regresar al poder en el 2006 se ha mantenido en el a base de marañas, trampas y abuso de eso mismo.
Para mi es otra mierda mas de la izquierda latinoamericana, el usar un instrumento democrático como son las elecciones para perpetuarse en el poder. Y de contra, llamarle "revolución". Dan asco.
"La responsabilidad de la extrema izquierda en la caída de Allende fue muy grande. Este había sido elegido por un tercio del electorado para mantener y perfeccionar las instituciones democráticas, no para hacer una revolución socialista semejante a la cubana. Los desórdenes, tomas de tierras y de fábricas, la violencia desatada por aquellas masas que querían “dar el salto cualitativo” hacia el estatismo, el colectivismo, y convertir a Chile en una segunda Cuba, aterraron a buena parte de la sociedad chilena, y eso creó un estado propicio para el golpe militar y ese período terrible de la historia chilena".
Mario Vargas Llosa
Nicanor Parra, sobre Pinochet:
“Por una parte es un salvador, si no fuera por Pinochet estaríamos como Cuba. Eso es un hecho. Pero enseguida las atrocidades que se cometieron. Uno quisiera un salvador sin atrocidades. ¿Cómo junta uno las dos cosas? La atrocidad con una operación de salvataje...".
El comunismo es un mostruo de mil cabezas. Cada vez que una persona pretende apoderarse de lo que no le pertenece, cada vez que alguien supone que merece lo que no tiene y emplea al gobierno o cualquier otro medio coercitivo para quitarle a los que producen, se reproduce otra cabeza de este monstruo. Mientras mas personas irresponsables y salvajes hay en los países, mas rápido se avanza hacia la tiranía populista y comunista. El avance económico y la prosperidad no obstaculiza sino que potencia este fenómeno. Mientras mas rico y próspero es Chile, mas empoderado se siente lo peor de la sociedad para pedir y reclamar lo que no han ganado con su propio trabajo e inteligencia. Mientras mas aumentan los programas sociales y el gasto para comprar estómagos agradecidos, más argumentos tienen los pedigüeños, los vagos y los flojos para reclamar más beneficios porque la persona que ha renunciado a la dignidad de vivir de sus propios esfuerzos, ya no le importa otra cosa que despojar a otros.
Gracias R Carlos. Yo no hubiera podido expresar esas ideas, -que son las mias-, mejor que usted.
Gracias a usted Weston. Tambien me siento identificado con muchas de sus ideas.
Ah, Rafaela: Dirán que ni Allende ni Pinochet fueron "bloqueados" por USA, tan "ferozmente" como lo ha sido Cuba. Esa siempre será la justificación.
-- Por otro lado, el artículo no menciona la situación antes del golpe del 73: la izquierda armandose com apoyo de Cuba y apostando en la guerra civil con la división de las fuerzas armadas, con lo que le abrió el camino a la derecha más radical y dispuesta a enfrentar la revolución.
Dice la autora: “Aunque al principio la economía respondió maravillosamente gracias al espejismo financiero del aumento del gasto estatal, en menos de tres años, y aun habiéndose apoderado de los fondos de los bancos, el déficit estatal pasó del 0,5% al 23% del PIB”.
Me vino a la mente aquello de que “el socialismo funciona hasta que se acaba el dinero de los demás” que decía Margaret Thatcher.
Recuerdo la visita de todo un mes de Fidel Castro que se paseó por el país como un hacendado que llega a inspeccionar su finca de última adquisición. Tampoco se me borra la imagen de la Bachelet en La Habana, dejando a medias y casi corriendo una actividad protocolar cuando se le acercaron a anunciarle que por fin su majestad le había concedido una audiencia.
El éxito del capitalismo en Chile no se puede permitir pues es un mal ejemplo, de ahí que la izquierda trate de socavarlo a toda costa, como hemos estado viendo.
Como diría un anglo, ese título es "misleading". Porque me pregunto en qué se pareció el gobierno de Allende al de Cuba, si el Ejército quedó intacto, así como los partidos políticos, la sociedad civil y la prensa. Aun con nefastas acciones sobre la economía como las que argumenta Rafaela Cruz, lo de Chile no es comparable con lo de Cuba. Razón por la que Fidel Castro cayó en pura injerencia, cuando durante su visita al país andino proclamó necesidades de cambios en Chile que Allende ni se había atrevido a mencionar. En cuanto a Pinochet, sí, levantó la economía y convocó a un plebiscito; también fusiló y desapareció gentes a mansalva. Me parece que en gobernanza siempre hay alguna otra opción entre dos males.
Ana, mis respetos. Yo venía a escribir algo así. Es que como dijo alguien una vez, "el Comunismo es el fascismo rojo y el Fascismo el comunismo negro". Ya todos sabemos sin haber estudiado economía, solo dando un vistazo a Wikipedia por ejemplo, lo que le hace el comunismo a la economía de los países donde ha estado impuesto. Por eso nada mejor que lo que me dice siempre que hablamos del asunto un amigo chileno, furibundamente anticomunista pero también antipinochetista a rajatabla: "Chile es lo que es hoy ¿porque se implantó el fascismo, o simplemente porque se acabó el comunismo? Yo estoy convencido que fue por lo segundo, no había necesidad de esa crueldad"
Dicho esto, agradezco otro excelente trabajo de los que ya nos tiene acostumbrados Rafaela Cruz. Muy balanceado y argumentado. De ahí que tacharla de "izquierdista" como han hecho algunos comentaristas es una injusticia a una de las mejores articulistas que tiene DDC.
Coincido con usted. También en lo erróneo de calificar a Rafaela Cruz de izquierdista. Puede que tenga artículos mejores que otros porque Leonardo Da Vinci se murió hace rato, pero eso no significa que milite en el bando de las izquierdas.
Por otra parte, aspirar a que bajo un régimen de gobierno democrático, sujeto a elecciones libres, se respeten los derechos sociales de las minorías, se lleven a cabo acciones por la eliminación de la pobreza, sin caer en extremos que hagan daño al capital sobre el que se erige la economía de una nación, para mí, es un buen objetivo.
Rafaela Cruz izquierdista? No la han leído lo suficiente. Sencillamente parece q la articulista no comulga con dictadores de ningún género, y hace bien.
Claro, claro. Viva la democracia!!! Cuanto tiempo lleva el chavismo en el poder en Venezuela? Pues la bicoca de 22 años. Y cuántos muertos ha producido? Diez, veinte veces más que Pinochet? A estas alturas, las dictaduras surgen precisamente porque la democracia falla. Usted cree que yo estoy de acuerdo con los muertos de Pinochet? Pues no, yo no soy psicópata; pero Pinochet salvó a Chile. Ojalá lo hubiera hecho sin matar a nadie; pero el MIR no usaba armas enviadas por Cuba? En fin, esta discusión no lleva a nada. Ustedes, los demócratas, entregan a un pueblo a la miseria por la que han votado (por estúpidos) con tal de que no haya una dictadura que enriquezca al país. Asi funciona la hipocresía de la gran mayoría de las personas. Pura retórica “progre”.
Mr. Weston... debo reconocer que me conmocionó este comentario suyo. Sin desperdicio. Siga así... no pierda la línea. Hold the line.
Gladiador, muchas gracias. En realidad es bueno leer mis comentarios porque lo que otros escriben sobre mi puede confundir a los demás. Aquí hay gente que me odia. Dicen mentiras, inventan historias. Yo mantengo “mi línea”. En general siempre leo los comentarios suyos. Saludos
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Ok, gracias Alcalde.
Muy bien dicho, Weston.
Coño!! Eso es conmigo? ?
Mister Weston, mucha razon lleva usted. La señora Rafaela me decepciona con algunos articulos que publica. Dice "Se reprivatizaron las empresas —aunque con corrupción y nepotismo— y los precios se liberaron", siempre poniendole la guinda al pastel. Pues claro que la hubo y la habra -corrupcion- pues es inherente al ser humano. Eso no le quita el merito a Pinochet que, y usted lo dice y todos lo saben, salvo a Chile del comunismo.
Ademas, Pinochet tuvo los cojo...s que no tuvo Castro al permitir un plebiscito.
A Chile le tienen ojeriza los zurdos cavernicolas del continente. Por eso lo quieren destruir. Ojala y no pase.
La Sra. Rafaela Cruz le pasa por encima al largo período de Pinochet en el poder, que cambió a Chile. Después le quita méritos al gesto de Pinochet de aceptar las elecciones, con su expresión “un Pinochet millonario”. Ese es el gran problema de la mayor parte de estos periodistas, de los luchadores por los derechos humanos y defensores de las minorías, que DDC les da cobertura porque hablan mal del gobierno cubano. Esos defensores de la democracia en el fondo son izquierdistas. Para hablar claro y raspado: Pinochet salvó a Chile, como Franco salvó a España del comunismo y como cualquier “dictador” hubiera salvado a Venezuela si se hubiera actuado enérgicamente cuando el supuesto golpe de estado a Chávez.