El gran perdedor de las elecciones primarias presidenciales en Chile es Daniel Jadue, recién relecto al frente de una alcaldía capitalina. Las encuestas previas a la irrupción de la ola de protestas en Cuba del 11 de julio y la posterior represión, favorecían ampliamente a este dirigente comunista quien defendió su afinidad con el régimen castrista.
La fotografía de las encuestas y del clima de opinión en Chile de hace dos meses, una vez celebradas las elecciones de constituyentes y de autoridades locales, mostraban a Jadue como el claro favorito para imponerse en las primarias. Sin embargo, estas fueron realizadas el pasado domingo 18, una semana después del impacto global que generó la inédita ola de protestas en Cuba.
Consultados hace una semana, por un canal de televisión, sobre la crisis cubana, Jadue enfatizó la posición de su partido, el Comunista de Chile, de total adhesión al régimen de La Habana. Incluso intentó ironizar al comparar la represión ocurrida en las protestas chilenas con lo ocurrido en las calles cubanas: "Hasta el día de hoy no he escuchado ningún globo ocular roto en Cuba".
La semana de cierre de campaña coincidió con la represión desatada en la Isla, y dejó en ridículo lo señalado por Jadue. En contraste, el vencedor en las primarias ha sido Gabriel Boric, quien no figuraba como favorito en las encuestas previas al 11 de julio, pero quien sí ha sido categórico en desmarcarse de la solidaridad automática con el castrismo y otros autoritarismos de la región.
En respuesta a Jadue, hace una semana, Boric señaló que la izquierda chilena estaba atrapada en un doble estándar y que eso le evitaba ver lo que ocurría en Cuba. Hace dos años, el mismo Boric fue enfático en pedir que la izquierda formada por el Partido Comunista de Chile, donde está Jadue, y el Frente Amplio, del cual él forma parte, se deslindara de los autoritarismos de la región.
De forma explícita, Boric le pidió a su partido y al comunista, que tienen una alianza electoral, que condenaran el autoritarismo y las violaciones a los derechos humanos en Cuba, Nicaragua y Venezuela.
En ese momento no tuvo eco su solicitud. Sin embargo, el amplio respaldo recibido en las urnas en estas primarias, que le convierten en el abanderado de la izquierda para las elecciones presidenciales de noviembre, a juicio de analistas hará que su pronunciamiento tenga otra lectura puertas adentro.
Boric se impuso con un 60% contra el 40% de Jadue. De forma simultánea el espectro conservador de Chile también escogió a un abanderado presidencial, que también resultó una sorpresa dado que no figuraba como favorito en los sondeos previos.
Sebastián Sichel, que se presentó sin respaldo de ningún partido, obtuvo el 49% sobre el 31% del histórico dirigente Joaquín Lavín, vinculado con la dictadura de Augusto Pinochet, y quien fue postulado por su partido Unión Demócrata Independiente.
Las primarias chilenas se realizaron en medio de un fin de semana largo, vacaciones de invierno y con un sistema de voto voluntario, por lo que se esperaba una escasa participación. Sin embargo, sufragó el 21% del padrón electoral, lo cual equivale a 3,1 millones de ciudadanos. Esta participación, en un país como Chile con una abstención crónica, resultó un elemento positivo y refrenda la legitimidad de los dos candidatos.
El sociólogo Fernando Mires, oriundo de Chile pero radicado en Alemania largamente, explicó a DIARIO DE CUBA que los triunfos de Boric y Sichel reafirman la tradición chilena de apostar al centro, ya que ambos candidatos tienen posiciones no extremas. A su juicio, Boric simboliza la centroizquierda y Sichel la centroderecha.
Mires, profesor emérito de la Universidad de Oldenburg (Alemania), consideró que lo más resaltante de estas primarias ha sido la alta participación y "la derrota del proyecto comunista-populista de Jadue".
Por su parte, el analista político Cristóbal Bellolio puntualizó los factores que llevaron al triunfo de Sichel como abanderado conservador: no se parece a la elite chilena, es independiente, "es joven y no proviene del establishment político tradicional que representan los últimos 30 años".
Una elección entre Boric y Sichel, algo totalmente impensado un año atrás, simboliza la época de cambios profundos que vive la política chilena.
Otro signo de los nuevos tiempos ha sido que los dos partidos que condujeron la transición a la democracia, tras la dictadura de Pinochet, el Partido Socialista y la Democracia Cristiana, no participaron de las primarias y aún deshojan la margarita, evaluando qué posición tomar. En las elecciones para escoger constituyentes estos partidos que formaban la Concertación Democrática fueron rechazados de forma notable.
En Chile, la elección presidencial está programada para el próximo 21 de noviembre y, de haber segunda vuelta, que es el escenario más probable ésta tendría lugar el 19 de diciembre. Quien resulte vencedor en estos comicios asumirá la presidencia, para reemplazar al actual mandatario Sebastián Piñera, a partir de marzo de 2022.
Tras la ola de protestas y enfrentando serios desafíos políticos e institucionales, a lo que suma el impacto sanitario, social y económico del Covid-19, el próximo presidente de Chile tendrá además la enorme tarea de implementar lo que emane de una nueva Constitución, que recién ha comenzado a discutirse en el seno de la Convención Constituyente, también dominada por factores independientes, indígenas y de izquierda.
Senador de Chile renuncia a su cargo porque el Senado no denunciaba represión en Cuba.
El senador Felipe Kast renunció a la Comisión de Derechos Humanos ante conducta “negacionista” a la represión en Cuba dentro del Senado de Chile.
Kast afirmó que, toma la decisión como un “acto de protesta” a fin de exigirle al Senado la renuncia de Navarro, argumentando que es una “vergüenza”.
“Es una vergüenza, es un insulto contra miles de víctimas de las violaciones a los derechos humanos en Venezuela, en Cuba, en Nicaragua”, dijo Kast.
Asimismo, explicó que los derechos humanos son universales, “se tienen que respetar en Chile y perseguir penalmente cuando no se cumplen, y lo mismo en Venezuela, en Cuba, en cualquier parte del mundo”.
El parlamentario pidió al Senado de Chile que tome la decisión adecuada de sacar a quien calificó como “cómplice” de las dictaduras más criminales que existen en el continente.
Kast indicó que Navarro no está a la altura de hacer respetar los derechos humanos, es por ello, que debe ser “sacado” de la Comisión.
“Esta Comisión debe estar presidida por personas consecuentes con la defensa absoluta de las libertades fundamentales, comprometidas con los DDHH de todas las personas, independiente de su nacionalidad o posición política. Hasta que eso no pase, y Navarro siga presidiendo la Comisión, me veo en la obligación de no participar en ella”, señaló en una publicación a través de sus redes sociales.
Después quieren negar que el fascismo cubano no influye en la región ...