El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó que su Gobierno invirtió 200 millones de dólares para adquirir 10 millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik V, con las que iniciaron la campaña de vacunación este jueves.
Los primeros en recibir las dosis del fármaco contra el Covid-19 serán los trabajadores de la Salud, así como los diputados de la Asamblea Nacional, de mayoría oficialista, el personal de seguridad, tanto policial como militar, y los políticos.
"Arrancamos la vacunación de todo el personal sanitario del país y el personal que está priorizado", dijo el mandatario en una rueda de prensa en el Palacio de Miraflores.
Entre los sectores priorizados también estarán "las 14.000 brigadas de visita casa por casa", compuestas por partidarios del régimen encargados de realizar los seguimientos de los contagios, el personal de "trabajo social que permanentemente anda visitando hogares, atendiendo necesidades" y el "personal de seguridad que anda en las calles protegiendo a la gente", afirmó.
"En el plan de vacunación van incluidas autoridades que, por su trabajo, justifican su actividad de calle, su protección especial para que el Estado continúe su marcha. Igualmente los diputados y diputadas van a ser vacunados en esta primera etapa", dijo para justificar su decisión.
Tras el arribo el sábado de las primeras 100.000 dosis de la vacuna rusa, Maduro afirmó que espera que el resto llegue en el primer cuatrimestre del año.
Además de la Sputnik V, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) dijo a inicios de mes que había reservado para Venezuela entre 1,4 millones y 2,4 millones de dosis de la vacuna AstraZeneca, cuyo costo estaría entre 140 millones y 240 millones de dólares, reportó Reuters.
Maduro afirmó que los fondos que deben ser usados para COVAX son unos 300 millones de dólares que están en el Banco de Inglaterra, pero bajo un litigio judicial con la oposición venezolana.
Señaló que esperaba que la suma del mecanismo COVAX con las vacunas rusa, china y cubana, "que debe estar lista para julio, nos permita a nosotros avanzar en el proceso de protección" de los venezolanos.
Funcionarios del Gobierno venezolano y opositores se han reunido para discutir un acuerdo que permita comprar vacunas del programa COVAX, usando dinero congelado en Estados Unidos, según dos fuentes familiarizadas con el asunto.
A inicios de mes, el líder opositor, Juan Guaidó, señaló que ese dinero podría usarse para pagar las dosis.
Maduro también dijo que "no le desagrada la idea" que en el país exista un mercado privado de vacunas, aunque agregó que ello habría que "estudiarlo con autoridades expertas".
Desde finales de 2018 el Gobierno flexibilizó los controles al sector privado aplicados durante casi dos décadas, lo que permitió un incremento de las transacciones en divisas en el país sudamericano.
En Venezuela, con una población de unos 30 millones de habitantes, los casos de coronavirus suman 133.927 y 1.292 muertos, de acuerdo con datos oficiales, pero gremios médicos y opositores han señalado que la cifra sería más elevada.
El deteriorado sistema de salud y el colapso económico de Venezuela convertirían al país en uno de los lugares más difíciles de la región para realizar una campaña y vacunar contra el coronavirus, un esfuerzo que ya va rezagado comparado con la mayor parte de América del Sur, según los expertos.