México y Argentina, dos de los tres países que tradicionalmente son considerados de peso geopolítico en América Latina (el otro es Brasil), tendrán que enfocarse más en sus agendas internas. Eso repercutirá en menor chance de que puedan impulsar un nuevo eje progresista en la región, como en su momento potenció la revolución bolivariana de Hugo Chávez.
El escenario parecía servido con la visita a México del recién electo presidente de Argentina, Alberto Fernández. Desde las bases peronistas, en su país, le demandan una política exterior progresista. Esto incluso quedó en evidencia con el diálogo que sostuvieran sindicalistas argentinos con el gobernante de Venezuela, Nicolás Maduro, en La Habana el pasado 3 de noviembre.
Mientras en La Habana Maduro sostenía que Fernández y Andrés Manuel López Obrador, estaban construyendo un eje antineoliberal, el mandatario de México mostraba el pragmatismo que le caracteriza especialmente en política exterior, que no es una de sus prioridades de gobierno.
"Desde luego tenemos relaciones de hermandad con los pueblos de América Latina y El Caribe. Pero al mismo tiempo tenemos una relación económica, de cooperación y respeto mutuo con Estados Unidos y Canadá, y vamos a mantener esa relación por razones geopolíticas, económicas y también de amistad", aseveró López Obrador el mismo 2 de noviembre, horas antes de que Fernández llegara a Ciudad de México.
"En el pensamiento y el discurso del kirchnerismo radical y del bolivarianismo está la idea de que debe surgir un nuevo bloque que pase a ocupar lo que existió en el pasado reciente. Sin embargo, Venezuela ha perdido influencia en la región ya que no hay una chequera petrolera, como existió en la era de Hugo Chávez", dijo a DIARIO DE CUBA el analista Félix Arellano, exdirector de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela.
"López Obrador es un presidente pragmático, muy consciente de la enorme importancia que tiene para su país la relación comercial con Estados Unidos", comentó Arellano desde Caracas.
Al analizar la visita de Fernández a la capital mexicana, en la que se puso énfasis en reuniones con empresarios y autoridades económicas de México, Arellano sostiene que no hubo señales de que esté en preparación un nuevo eje con estos dos países, que tienen un peso específico en la geopolítica regional.
No hubo una declaración conjunta de ambos presidentes, ya que Fernández aún no ha asumido, y luego el propio López Obrador, con una alta exposición mediática, en realidad le dio poco peso a la visita de Fernández en sus intervenciones públicas.
Para Arellano, ambos mandatarios están demandados por problemáticas internas. Siendo aspectos críticos la violencia en México y la crisis económica en Argentina.
"Para Alberto Fernández resulta natural buscar aliados estratégicos en la región dada la posición antagónica que tiene con el presidente brasileño", precisó para DIARIO DE CUBA el analista internacional Andrei Serbin Pont, director de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES), con sede en Buenos Aires.
"Más allá de los discursos, las posibilidades de que se consolide un nuevo eje son bastante limitadas", indicó.
Hace poco más de una década, teniendo Venezuela una economía pujante dado los altos precios del petróleo, Hugo Chávez encabezó diversas iniciativas regionales con un claro sesgo antiestadounidense. Por aquella época confluían desde sus gobiernos Lula da Silva (Brasil), Rafael Correa (Ecuador), Evo Morales (Bolivia) y Cristina Fernández de Kirchner (Argentina).
De la reunión entre Fernández y López Obrador trascendió que ambos países tienen interés en reactivar la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), instancia creada en 2011 por iniciativa de Venezuela, Brasil y Argentina. México asumirá la secretaría general de este organismo en 2020.
"No veo que López Obrador, con la poca importancia que le ha dado a su política exterior, vaya a invertir tiempo y recursos en un eje latinoamericano para fustigar al sistema capitalista o al imperialismo", sostuvo Arellano.
México ha desplazado a China como el principal socio comercial de Estados Unidos. Entre enero y julio de este 2019 el intercambio comercial entre México y Estados Unidos sumó 209.000 millones de dólares.
"Alberto Fernández también deberá conectarse con la realidad interna de Argentina. Tendrá que hacer frente a una situación económica muy crítica, que le obligará a dialogar con EEUU y también deberá conversar y negociar con el Fondo Monetario Internacional", adelantó Arellano.
Juan Manuel Trak, doctor en procesos políticos contemporáneos de la Universidad de Salamanca, y con residencia en Monterrey (México) cree que la situación crítica, en el plano interno que presentan México y Argentina, hará que estos dos presidentes deban estar volcados, "mirando dentro de cada país".
Consultado por DIARIO DE CUBA, Trak coincidió en que el peso que tiene Estados Unidos dentro de la vida económica de México terminará matizando cualquier discurso que pretenda enarbolar banderas progresistas que resulten muy radicales, como en su momento levantó Chávez.
Además, Trak al contrario de lo que observó años atrás en relación con Chávez y su internacionalización de la revolución bolivariana, no percibe con claridad que López Obrador vaya a llevar adelante una bandera de internacionalización de la llamada "Cuarta Transformación", como le llama el presidente mexicano al proceso político de transformaciones políticas e institucionales que lleva adelante en México.
Mucha ciencia, prediccion y pitoflautica. Hace unos dias, el inefable Infobae pronosticaba que era dificil un alineamiento de la izquierda entre la Kirchner y Mexico y miralos de luna de miel. Por algun lado se va a colar raul a empujar por sus "ayuditas". Demasiado cientifico y torremarfilescos me suenan estos profetas...
Ya Mexico tuvo su subcomandante Marcos. Raul lo puede resucitar cuando quiera, en la figura de otro genizaro y a correr, liberales del perico. Mexicanos por el comunismo...