La expresidenta chilena Michelle Bachelet consideró que en Venezuela muchos erróneamente la ven como "la Virgen María, que puede hacer milagros" y solucionar el drama humanitario que padece el país caribeño con Nicolás Maduro al frente.
En entrevista con Televisión Nacional de Chile, reseñada por la AFP, Bachelet lamentó que "alguna gente esperaba de ella cosas que no correspondían a su cargo".
Iba a "ver los temas de derechos humanos. No iba a ir yo con dinero a resolver problemas, nada de eso", acotó.
En julio, la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU publicó un severo informe sobre la crisis en Venezuela, que ahondó la presión internacional sobre el régimen chavista. Dos meses después, reportó que el régimen venezolano no había tomado pasos con respecto a las recomendaciones señaladas para evitar nuevas violaciones de derechos fundamentales.
La postura de la exmandataria con respecto a Venezuela contrasta con el silencio que mantiene en torno al caso de Cuba.
Recientemente, cientos de miembros de la sociedad civil independiente dirigieron una misiva a la Alta Comisionada para que visitara la Isla en los mismos términos que lo hizo al país caribeño.
Con referencia a la posición que han tomado más de 50 países, de reconocer a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela (en rechazo a Nicolás Maduro), la expresidenta chilena comentó: "Soy alta comisionada y quiero mantener mi relación con el Estado venezolano para seguir trabajando y para ayudarlos a resolver la situación crítica de derechos humanos".
Por ello, según explicó, para la ONU "Juan Guaidó es el presidente de la Asamblea, y el presidente electo es Nicolás Maduro".
Me da pena por Brasil
Bachelet dijo que siente "pena por Brasil" al recordar la defensa que el mandatario Jair Bolsonaro hizo recientemente de la dictadura de Augusto Pinochet en Chile, en la que justificó la muerte del padre de la socialista a manos de ese régimen.
A principios de septiembre, con la Amazonía en llamas a causa de los incendios forestales, Bachelet criticó la "reducción del espacio cívico y democrático" en el gigante sudamericano y Bolsonaro arremetió elogiando la dictadura de Pinochet (1973-1990).
"Si hay una persona que dice que en su país nunca hubo dictadura, que no hubo tortura, bueno, que diga que la muerte de mi padre por torturas permitió que (Chile) no fuera otra Cuba, la verdad es que me da pena por Brasil", dijo Bachelet.
El exmilitar y actual mandatario brasileño celebró el "coraje" que tuvo la dictadura chilena para detener a la izquierda y a "comunistas como su padre", un general de aviación que murió en la cárcel en 1974 tras ser torturado por el régimen.
Bachelet puntualizó que la "reducción del espacio democrático no es solo en Brasil", en medio de una extensa entrevista con TVN, difundida parcialmente este domingo por el diario La Tercera, en la que consideró que en derechos humanos "no hay ningún país que sea perfecto".
En otros temas, la expresidenta reiteró su "verdad" ante nuevas versiones de la prensa que vinculan su campaña, para acceder en 2014 a su segundo mandato al frente de Chile, a aportes de la constructora brasileña OAS.
"Mi verdad es la misma de siempre. Yo no he tenido, ni tuve nunca vínculos con OAS ni con ninguna otra empresa", soltó la mandataria que calificó de "extraño" el resurgir del tema en los medios.