Tropecé con Laura
María E. Hernández CaballeroMiami'Las cenizas de los parques viajan./ Se meten debajo de las uñas./ Entre los dientes./ Por los ojos.'
'Las cenizas de los parques viajan./ Se meten debajo de las uñas./ Entre los dientes./ Por los ojos.'
'A mi espalda estaba Chicago,/ la ciudad donde más colillas de cigarros se aplastan./ Tal vez por eso decida mudarme a Chicago/ y porque cada baldosa tiene su desesperado.'
'Parecemos malas./ Pero ni aun así merecemos ese guiño de ojo./ ¿Tu madre sabe que guiñas así el ojo?'
'Y yo/ que a mi bestia la tengo/ presa en una jaula/ hasta que le salgan patas/ y colmillos...'
'¿Qué si prefiero boquear/ en agua dulce/ o salada?/ Si agua es/ no importa./ Soy un corcho.'
'A cántaros llueve sobre Kendall./ Sobre los ojos abiertos de Sigfredo Ariel,/ el amigo que me decía: vas demasiado rápido.'
'Las boinas/ se acomodan/ demasiado./ Tienen, además,/ aquella idea fija.'
'Porque para ensayar como sería estar muerto,/ hay que confiar en el silencio de los seres/ que comparten tu cama.'
'Antes de adentrarse en el mar/ Broselianda Hernández dijo:/ nunca me iré por el camino de las setas/ a enterrarme hasta el cuello.'
'La televisión/ tiene eso./ Soy ahora más/ pandillero/ que el más vil.'
'Y los hijos:/ si ven una madre,/ se la comen./ Un padre,/ se lo comen./ Una herida./ Un pedazo/ de pan.'
'El antipoeta Sergio Parra/ me dijo: hasta que mi madre muera/ nunca seré un verdadero poeta.'
'...A recibirme/ mi abuelo enviaba sus mascotas. Sapos,/ serpientes, sabían pronunciar mi nombre.'