Ese rostro asomado por la garita
me recuerda a mi abuelo paterno. A recibirme
mi abuelo enviaba sus mascotas. Sapos,
serpientes, sabían pronunciar mi nombre.
No importaba si una casa de tabaco.
O una alambrada con trapos al sol.
Yo siempre andaba con ganas de infectarlo todo.
Extiendo mi brazo y le digo al de la garita:
Toma, muérdeme ya.
María Elena Hernández Caballero nació en La Habana, en 1967. Sus últimos libros de poesía publicados son La rama se par-te (Ediciones Torremozas, Madrid, 2013) y Yo iba tranquila dentro de una bala (Verbum, Madrid, 2016), que compila la mayoría de sus libros de poemas, y La noche del erizo (Casa Vacía, College Station, 2018). Este poema pertenece a un libro en preparación.