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Opinión

Los Piratas del Caribe gobiernan Cuba

'Conclusión lógica para un Gobierno criminal: impunes, pero con poco tiempo, deben saquear lo más posible aquí y ahora'.

La Habana
Piratas al abordaje.
Piratas al abordaje. National Geographic

Un pasito pa'lante y medio pa'tras. Algo había avanzado la economía cubana en la dirección correcta: más mercado. Pero desde agosto pasado, para sobresalto de sus pocos fieles y sus muchos oportunistas, el castrismo comenzó a asediar al aún fetal sector privado, sin importarle que fuese este lo único que de alguna manera estaba conteniendo la generalización de la miseria y la erupción de otro 11J, cuya represión degradaría aun más las migajas de prestigio que le quedan a la "Revolución".

Y en vez de retroceder cuando entre hambre y oscuridad la inestabilidad política parece cercarle, va el Gobierno y marca un hito en su ofensiva contra la iniciativa privada aprobando la infame Resolución 56. Con ella elimina de facto el comercio mayorista privado, introduciendo en cadenas de distribución que estaban funcionando relativamente bien, a las ineficientes empresas estatales socialistas. Lo cual amenaza con empeorar las condiciones de sobrevivencia en la Isla.

¿Es estúpido el castrismo? ¿Tan desconectado está de la realidad que anda serruchando su propio suelo, llevando a la población al desespero? 

Ni lo uno ni lo otro. Aunque la casta verde olivo y guayabera que gobierna al país vive a un nivel sideralmente superior al que sufren los cubanos, como régimen totalitario tiene aguzados sentidos para captar el sentimiento popular. Allá en su Olimpo, los dioses socialistas saben que la gente está al borde de un episodio esquizoide, pero no les importa porque están convencidos de dos premisas que le llevan a una conclusión lógica —para un Gobierno criminal—.

Premisa primera: El pueblo no los derrocará. 

La combinación de represión temprana y personalizada, junto a la posibilidad de emigrar, hace irracional oponerse al Gobierno de manera individual. Como acción colectiva sí sería una respuesta lógica confrontar al régimen, pero dada la imposibilidad absoluta de coordinar una acción popular en esta Cuba totalitaria, el castrismo sabe que no tendrá oposición organizada. Aunque lleve al pueblo a extremos de miseria y desespero. A los cubanos solo les queda, cada uno por su lado, emigrar a donde sea para convertirse en otro útil mandador de remesas, u otro asiduo turista gastador de dinero en la isla-cárcel de donde huyó.

Premisa segunda: El fin del régimen es inevitable y próximo. 

Mejor que nadie, los que gobiernan entienden que su modelo ha llevado al país a niveles de destrucción que ellos son incapaces de enmendar, quedándoles solo "resistir creativamente" hasta el inminente colapso del sistema, probablemente precedido por disputas en el interior de la cúpula. 

Conclusión lógica para un Gobierno criminal: impunes, pero con poco tiempo, deben saquear lo más posible aquí y ahora.

Contrario a algunas interpretaciones, la Resolución 56 no es un fin para las MIPYMES, sino un nuevo mecanismo de expoliar al sector privado, ya que cobrarle impuestos elevadísimos no parece suficiente para este régimen pirata insaciable.

Erigiéndose en monopsonio mayorista —único comprador en el mercado—, podrá el castrismo con mayor facilidad manipular precios, controlar tiempos de pago y, sobre todo, eliminar competencia favoreciendo a aquellas empresas "privadas" emparentadas con el poder. Cortocircuitando las cadenas privadas de distribución, el Gobierno espera echarle el guante a esos dólares que circulaban entre MIPYMES y mercado negro cambiario, sumándolos al presupuesto nacional y a sus bolsillos, que a fin de cuenta son lo mismo.

En la estructura de poder que sostiene al castrismo es básico lo que Raúl Castro definiera como "principio socialista del monopolio del Estado sobre el comercio exterior", pues ahí está una de las claves del control de la economía interna

La Resolución 56 no es más que una reestatalización del comercio exterior —ahora con careta privada— para así mantener el control económico que, en última instancia es político, a la vez que, forzando a los minoristas privados a comprarle exclusivamente a mayoristas estatales, capturan un flujo de dólares que se les estaba escapando.

¿Acabar con las MIPYMES? Naaaa. ¿Usarlas para aspirar cada dólar que entra en Cuba? Seee.

¿Que eso creará más miseria? ¡Mejor! Más dólares tendrán que mandar los que huyeron si no quieren ver desfallecer de hambre y enfermedades a sus padres e hijos. La Revolución está muerta y la orden de acelerar el saqueo está dada.

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4 comentarios

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No son piratas, son fascistas. Algun dia se les juzgara por haber cometido crimenes de lesa humanidad. Lamentablemente el hijo de puta mayor murio tranquilo en su cama e igual pasara con el hermanito menor hijo de Felipe Mirabal, o quizas hijo de Narciso Campos, vaya Ud a saber.

Algunos de nosotros, aquí en este espacio, ya sabíamos que eso de mandar dinero y hacer turismo era un error bastante grande como para mantener a la dictadura y ahora se está viendo el resultado mucho más claro. Aquí muchos señalaron que tenían que mandar el mínimum de dinero para alimentos y medicinas, pero no para novedades como muchos aquí lo están haciendo y lo siguen haciendo. Tendremos 65 años más de piratería como gobierno.

! Aeh, aeh aeh la chambelona!!!

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El gran y único problema que tiene Cuba para liberarse de la tiranía de los Boteros es Miami. Mientras ésta exista habrá ēxodo, y mientras haya éxodo habrá remesas, y mientras haya remesas el régimen como Drácula chupara esa sangre para sobrevivir.