Hace unos días, Granma, periódico del esperpento que es órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, publicó un artículo firmado por el magistrado del Tribunal Supremo Jesús Ramón García Ruiz, extrañamente titulado "El tráfico de monedas, metales y piedras preciosas es una actividad ilegal y constituye delito".
Lo extraño del título es que, aunque menciona el tráfico de metales y piedras preciosas, en todo el artículo no hay media sílaba al respecto, nada. Quizás después de titular el letrado-articulista recordó que en Cuba no quedan ni metales ni piedras —mucho menos preciosas—, e ignorando totalmente ese tema, centró su diatriba jurídica en pormenorizar, amenazadoramente, cuán ilegal es vender o comprar un dólar si no es a papá Estado.
"El Decreto-Ley No. 362 de 15 de septiembre de 2018, Artículo 15, establece que las Casas de Cambio son las instituciones financieras cubanas que realizan las operaciones cambiarias y de compraventa de monedas y billetes extranjeros, canje y recanje", nos advierte García Ruiz, gran fidelista, para quien dentro de la Revolución todo dólar, fuera de la Revolución, ¡preso!
Pero si es malo contrabandear dólares, peor sería hacerlo a tasa distinta a la que establece el Banco Central de Cuba "según Resolución No. 178 de 2021, del ministro-presidente del BCC", aunque la cúspide de la vileza cambiaria es ceñirse a la tasa de El Toque, "que es un indicador del mercado ilegal cuya estrategia es afectar a la economía, generar un impacto negativo en la escala monetaria del país y empeorar las condiciones de vida de los cubanos".
Para García Ruiz, que recordemos es juez del más alto tribunal del país y escribe en el órgano oficial del Partido, esa tasa no es solo traición a la patria, sino colaboración activa con genocidio… cosa mala.
Con sadismo continúa amargándole la existencia a los cubanos, señalando que "toda operación de venta, cesión, transmisión o adquisición de moneda extranjera, o cualquier cambio de monedas nacionales por foráneas que carezca del requisito de hacerse de conformidad con lo regulado (...) es ilegal y constituye delito" penado por la Ley No. 151 de 15 de mayo de 2022 en los incisos e) y g) de su Artículo 315.1, con sanciones de privación de libertad de dos a cinco años y/o multa de 500 a mil cuotas.
Y si hasta aquí su señoría no le había puesto la piel de gallina a sus lectores y no estaban estos ardiendo en deseos de correr a vender ¡o regalar! sus dólares al Gobierno, el togado remató faena advirtiendo que dinero que cojan en "tráfico de moneda" se decomisa y, si por casualidad aparece un pesito falso en el asunto, se aplicará además el Artículo 330.1 d), de la Ley No. 151 de 2022, relativo a la falsificación de moneda, lo que le garantiza a cualquiera unas largas vacaciones en uno de los muchísimos todo-incluido —incluyen enfermedades, palizas y hambre— que tiene el Ministerio del Interior en la Isla
¿Qué come García Ruiz? Solo la cuota de la canasta básica racionada no será, porque ahí solo hay arroz y azúcar desde hace meses. Tendría que comprar comida en una MIPYME para alimentarse medianamente, y todas importan sus productos participando en el tráfico de dólares a la tasa del mercado informal. Con lo que si el ínclito juez del supremo tribunal comprara en una de esas tiendas estaría siendo ¡alabao! "cómplice necesario" de un delito, pues sin el dinero que él le da a la MIPYME esta no podría traficar divisas. Además, sería "instigador" del crimen, pues su demanda de alimentos propicia la fechoría.
¿Jesús Ramón García Ruiz se aplicará a sí mismo su Código Penal?
A diferencia del resto de Hispanoamérica, donde el dólar por su liquidez tiene alta demanda como activo de reserva, en esta isla caribeña bañada por las gélidas aguas del socialismo, esa moneda no se guarda, sino que se come, con lo que ilegalizar su compraventa fuera del Estado, a la misma vez que el Estado no la vende, equivale a ilegalizar el acto mismo de comer. ¿Será que el hombre nuevo, aparte de no pensar, debe hacer fotosíntesis?
La sociedad española -en los años de Franco- presentaba un cuadro más benigno en cuanto a la miseria y el adoctrinamiento. La pobreza y la ignorancia política complican las cosas. La sociedad cubana va a necesitar programas de capacitación para la fuerza laboral. Estos programas contribuyen a mitigar la ira y el odio en la comunidad. Es importante generar ideas que faciliten implementar programas de capacitación laboral. Soluciones creativas que atienden a formar los presupuestos sin vincular al Estado.
1-¿Priorizar la inversión extranjera que entrega capacitación laboral?
2-?
https://www.14ymedio.com/op…
Si, pero Lenin llevó el invento a la práctica por primera vez
LA CULPA ES SOLAMENTE DE CARLOS MARX, EL VIEJITO QUE INVENTO EL HAMBRE
El común denominador del comunismo en todo el mundo ha sido mantener con hambre y miseria al "proletariado", de esa forma los proletarios nunca pasan a clase media y se pasan la vida dependiendo de los HDLGP que los matan de hambre. Eso sí, hay que echarle la culpa a un enemigo, en el caso de los comunistas cubanos "el imperialismo yanqui". Y de paso, todo lo que demuestre que ellos si comen bien será "propaganda enemiga".
Nadie se pregunta como nunca falta el papel de este genocida mal llamado periódico? Si lo clausurarán quizás hubiera más dinero para Sandro y sus amiguitos y moco pegao pudiera agrandar su mansión en Miramar, ponte las pilas cangrejo que te estás quedando atrás.
Muy buen artículo para publicarlo en ese periodicucho barato de tercera, cuya función y propósito fundamental a lo largo de la existencia del castroesclavismo ha sido el adoctrinamiento anal de los cubanos dentro de la isla jjjjj.
Nadie puede negar lo bien preparado ideológicamente que tienen el c... el 99.9% de los coterráneos jjj
Apunten el nombre y pasenlo a ICE, USIS y al CBP pues este s1ngao leguleyo lameculos, pronto lo veremos descendiendo en Miami Airport muy feliz contento por haber sido aprobado para el Parole "Humanitario". Por supuesto; este es de los que no va a darle entrevistas a Penton, dada su condicion robolucionaria y compromiso chivatiente con los s1ngaos que dejo atras.
Claro que si, por eso el cagastro nos cuidaba a todos de las enfermedades producto de la alimentación; cuando estaba en Cuba nunca oí del sedentarismo, sobrepeso y la obesidad, del colesterol, de la diabetes; el Cagandante y la famiglia Castro y sus esbirros se sacrificaban por nosotros comiendo filetes, mariscos, jamón ibérico, quesos maduros y bebiendo buen Rioja; por eso le dio la diverticulitis aguda que le llevó a la operación fallida, la colostomía y depauperación qué devino en su muerte para Alegría de todos y del mundo.
....la buena noticia hay que comer mierda, la mala hay que comprarla en dollar$....
La penalización por la tenencia de dólares es algo que desde hace unos meses estoy viendo venir, o sino al menos la penalización por la compra-venta en el mercado informal. No sé si su estupidez llegue a tanto, sabiendo la dependencia de las Mipymes de esta moneda, para abastecer un mercado, que aunque inalcanzable para gran parte de la población, es una tabla de salvación para muchos, pero considerando las medidas absurdas tomadas a lo largo de estos 65 años y aún más evidentemente ilógicas en los últimos años, deben tener en su agenda.
Comer es un rezago burgués que el cenicero, imponiendo su tristemente famosa "libreta", casi consigue eliminarlo pero aún hay cubanos malagradecidos que piensan que hay llenar el estómago con algo más que tajadas de aire.
¡Hasta el hambre siempre! ¡Moriremos de inanición!
Excelente texto
Jesús Ramón García Ruiz tiene plato-fuerte; el de calibrar la justicia para conseguir la persecución ciudadana. El inquisidor del pan-cubano se siente al margen del curso histórico que ahora acompaña a Roland Freisler, y Cuba no está en guerra. La economía-de-guerra es contra la familia cubana. Y Jesús Ramón García Ruiz es la referencia, el juez-presidente que suma todas las culpas. Por crucificar a las comunidades en la isla, Raúl Castro se limpia la boca después de tomarse el vasito de leche.
En el comunismo, comer es siempre un acto ilegal y de rebeldía para los sometidos.
Llevarse un bocado a la boca, más allá de la cuota de miseria, implica violar las leyes de los victimarios, comprando en mercados paralelos o robando en una tienda.
Es también una acción rebelde porque la mafia comunista en el poder odia que los subyugados se alimenten, lo que se comprueba en las hambrunas que provocan sus controles de propiedad como en la URSS, China, Cambodia, Corea del Norte o Cuba.
No olviden cuando el Narco en Jefe se insultaba ante el reclamo de algunos que se preguntaban porque no podían comer langostas o camarones.
No recuerdo fecha ni donde, el Cenizas en uno de sus tantos cínicos pronunciamientos, dijo; que con el dinero de la exportación de la langosta, se compraba la leche para los niños. Resultado: ni leche, ni langosta.