Desesperado por captar todas las divisas que se mueven fuera del sistema bancario cubano, las autoridades del régimen amenazaron hoy a los cubanos con estrechar el cerco en torno al mercado informal de cambio de divisas, que ofrece mejores opciones a los cubanos y es, por tanto, más popular que el servicio ofrecido por los bancos.
En tal sentido, el periódico oficial Granma insistió este miércoles en que "toda operación de venta, cesión, transmisión o adquisición de moneda extranjera, o cualquier cambio de monedas nacionales por foráneas, o viceversa, que carezca del requisito de hacerse de conformidad con lo regulado por el mencionado organismo de la Administración Central del Estado; es ilegal y constituye un delito, en tanto afectan el sistema de la economía".
En otro movimiento de la larga guerra de las autoridades cubanas contra la plataforma El Toque, que cada día publica las tasas de cambio en el mercado informal, Granma afirmó que la estrategia de este medio y de dichas tasas "es afectar la economía, generar un impacto negativo en la escala monetaria del país, y el empeoramiento de las condiciones de vida de los cubanos".
En la velada amenaza, Granma dijo, asimismo, que "quienes acuden a estos mecanismos ilícitos para adquirir divisas o para canjear monedas nacionales por las primeras, o a la inversa, además de cometer el delito y ser sancionados penalmente por ello, pierden el dinero comprado, por aplicársele la sanción accesoria de comiso".
Según el Código Penal vigente, las acciones de "vender o, por cualquier medio, ceder, transmitir o adquirir moneda extranjera infringiendo las disposiciones legales dictadas", así como hacer operaciones de cambio en el mercado negro, podrían ser sancionadas con privación de libertad de dos a cinco años, o multa de quinientas a mil cuotas, o ambas.
Granma advirtió, además, con la intención de amedrentar y que los cubanos acudan a los bancos a realizar dichas operaciones, que, quienes frecuentan el mercado informal, "en no pocas ocasiones se convierten en víctimas de delitos como el de estafa y los robos con violencia cometidos contra sus personas, sufriendo pérdidas económicas considerables, sin tener derecho a ser resarcidas en el proceso penal".
"También las personas que se arriesgan a entrar a la compra en este mercado ilegal se exponen a ser considerados de un delito de falsificación de moneda, que se produce cuando la moneda que le ha sido vendida o canjeada es falsa y quien la recibió las pone en circulación, a pesar de conocer su naturaleza apócrifa", añadió.
En relación a este tema, Rafaela Cruz escribió en un artículo reciente para DIARIO DE CUBA: "Lo que debería hacer (el régimen) es legalizar agentes privados en el negocio financiero —cubanos e internacionales— como mismo ha abierto la veda sobre otras actividades, para así institucionalizar un mercado, el de divisas, que hoy anda a la deriva cuando es imprescindible para el mejor funcionamiento de una economía que se sostiene más de lo que pasa afuera que de lo que se hace fronteras adentro".
"Sin embargo, no supera el castrismo su temor, su pánico a una banca privada en Cuba. Saben que aquellos que comiencen hoy como cambistas pronto evolucionarán a prestamistas y de ahí a inversores no va nada, naciendo así un mecanismo paralelo de captación y colocación de recursos que opacaría el pobre rendimiento de la inversión estatal. Y no, el castrismo no quiere ser menos que nadie, antes muertos (nosotros) que sencillos (ellos)", añadió.
Pero cada una de las acciones económicas recientes emprendidas por el régimen parecen alejarse de esta perspectiva, y lo que hacen es, además de impulsar una cruzada contra las MIPYMES, criminalizar aún más ese mercado informal, con el afán de que dicho control se convierta en un mecanismo de captación de divisas. Algo que más de una vez ha demostrado su ineficiencia en el contexto cubano.
Lo que es ilegal es que el gobierno robe a manos llenas, pero como los jueces los paga el gobierno y los "protegen" las FAR...
Granma, el vocero de los verdeolivos amenazando y hablando m.... como siempre.