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Agricultura

¿La peor mala hierba? La propiedad socialista sobre las tierras de Cuba

La raíz del problema agrícola cubano no está en la actual falta de fertilizantes, combustibles, herbicidas y demás insumos.

La Habana
Una mujer con un aguacate y un joven con un mazo de habichuelas en La Habana.
Una mujer con un aguacate y un joven con un mazo de habichuelas en La Habana. Diario de Cuba

El Gobierno cubano publicó en octubre de 2023 su Decreto-Ley 76/2023, "De las Cooperativas Agropecuarias", un nudo legislativo para la telaraña de permisos, obligaciones y prohibiciones que enredan la producción agrícola del país.

De esta nueva normativa, que sustituye al Decreto-Ley 365, lo que más destaca es precisamente lo poco que cambia, quedando incólume la maraña de instituciones que desde el municipio al Comité Central, pasando por el Ministerio de Agricultura, obran contra la independencia real de las cooperativas, negándoles lo fundamental: un mercado capitalista de la tierra que solo responda a limitaciones medioambientales y de salvaguarda de la competencia, donde puedan afluir libremente vendedores y compradores sin más identidad y capacidad que el capital que deseen intercambiar.

Un mercado es un punto de encuentro entre oferentes y demandantes, donde surgen precios según las valoraciones subjetivas que el agregado de individuos asigna a lo tranzado. Aunque los mercados brotan espontáneamente, la experiencia demuestra que necesitan custodia estatal para evitar que agentes que logran posiciones dominantes perviertan la libre competencia, que es la esencia misma del mercado y sin la cual este no cumple su función más importante: asignar eficientemente recursos limitados para satisfacer necesidades infinitas.

Ni la nueva ley, ni la risible Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional, ni las 17 medidas que en 2012 pretendían destrabar las cooperativas, ni las 63 medidas para dinamizar la producción agrícola, ni el programa de 93 medidas para reactivar la industria azucarera, ni las innumerables resoluciones regulando precios, acopio y comercialización, resuelven nada porque, lejos de corregir el problema de la propiedad agrícola, son extensiones del problema mismo, que es la intromisión del Estado en el mercado agrícola, no como regulador/protector, sino como arquitecto de cada una de sus interacciones, desincentivando la producción y destruyendo la cultura rural.

Lo más recientemente conocido sobre reforma de la propiedad agrícola en Cuba, sin embargo, no genera esperanza, sino miedo. La propuesta, venida desde Moscú, incluye perlas como que los extranjeros puedan arrendar hasta 10.000 hectáreas, mientras los nacionales solo 100, en un marco donde el Estado mantendría un mínimo del 80% de la propiedad sobre la tierra.

Desde que en 1975, con el respaldo material de la URSS, a Fidel Castro se le ocurriese "fomentar" el cooperativismo, estas asociaciones han tenido, sin importar lo que digan las muchas leyes que las regulan, una impronta estalinista, donde la voluntariedad ha estado condicionada a las necesidades del Estado y las cooperativas mismas han sido tratadas como extensiones del Gobierno dentro de un modelo "extensivo de desarrollo, estático, esquemático, falto de movilidad en los mercados de mano de obra y de bienes de consumo".

En 1995, dos años después del surgimiento de las UBPC —último modelo de cooperativa socialista después de las CCS y las CPA—, una de estas, perteneciente a la localidad pinareña de El Morrillo, en Bahía Honda, iba a recibir la visita del programa televisivo Palmas y cañas para celebrar que había resultado algo así como vanguardia en la producción porcina.

Para agasajar al equipo del programa con un almuerzo criollo, los cooperativistas vanguardias porcinos, tuvieron que comprarle dos cerdos —¡porque la cooperativa no tenía!— a un pequeño agricultor independiente —fuente de esta anécdota—, a quien, por cabeza dura y por rechazar cooperativizarse, la empresa eléctrica no le proveía electricidad, aun cuando tenía dos niñas pequeñas y los cables del tendido público pasaban justo frente a su casa.

La raíz del problema agrícola cubano no está en la actual falta de fertilizantes, combustibles, herbicidas y demás insumos, sino en la inveterada incapacidad socialista de asignar de manera adecuada los recursos agrarios. Existe hoy en Cuba "un sistema agropecuario en el que el Estado es propietario de casi el 80% de la tierra agrícola, para solamente gestionar el 32% y terminar produciendo muchísimo menos que el sector privado en cultivos cruciales"

Más que nuevas leyes, lo que Cuba necesita es un cambio de paradigma, hacia uno que permita reconfigurar la propiedad agraria adecuándola a nuevas y modernas inversiones, un proceso que requiere plazos dilatados de ejecución y mucho tiempo más para recuperar lo invertido; por lo tanto, es un proceso riesgoso que solo se puede dar en un ambiente de seguridad y estabilidad proveído por derechos de propiedad y una justicia independiente y ágil, cosas que, a estas alturas, el castrismo es incapaz de proveer sin importar cuantas nuevas leyes produzca.

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10 comentarios

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Pues yo no veo que "la propiedad de las tierras" en sí misma sea el problema, sino toda la "parafernalia" que han montado alrededor.
Si la propiedad no fuese del estado, a estas alturas, sería de China y Rusia.
El problema entiendo que viene más por la obligación de vender a pérdidas y "expropiar" cualquier beneficio.
Hay países capitalistas que también disponen de tierras "alquiladas" o "cedidas" para las explotaciones, pero, al menos, tienen claro que si el inquilino no gana el propietario, sea público o privado, tampoco podrá cobrar el alquiler.
Aquí tenemos claro una cosa: ganes o pierdas, el gobierno siempre gana.

Profile picture for user Kepler

Estos tipos son como el Rey Midas, pero al revés: todo lo que tocan lo convierten en mierda.

Permítame discrepar: lo que no convierten en mierda lo desaparecen en las cuentas numeradas internacionales.

los kagastro legalizaron el HAMBRE en Mayo 17 del '59, la llamaron "ley de reforma agraria". De ahi para aca mucho blablablabla pero el objetivo el mismo: MANTENER LA MISERIA Y NECESIDAD como arma de control y represion.

Profile picture for user JCAleman

“Existe hoy en Cuba un sistema agropecuario en el que el Estado es propietario de casi el 80% de la tierra agrícola”

En realidad el cartel de Punto Cero es propietario del 100% de la superficie agropecuaria y de los 110922 km2 del archipiélago, pues ni aquellos con pequeñas extensiones cultivables y algún título de propiedad, tienen ningún poder de decisión real sobre su finca y mucho menos en lo que produce y vende.

Esa monopolización totalitaria de todos los recursos y medios de producción para buscar el control del individuo a través de la repartición regulada de las migajas, es el principal y único responsable de la improductividad innata del modelo socialista.

Canel tiene tanta mala suerte que el El gofio se le está acabando, y ni eso podrá seguir dando para la sed, la agricultura es una actividad que a esta altura del desarrollo de este mundo no depende solamente de la propiedad de la tierra o de su tenencia, es una actividad económica que está basada en la relación de costo-beneficio, por un lado y por otro su producto final necesita de un mercado, ya sea, un mercado organizacional o un mercado de consumo.
No se resuelve esto con leyes sino con acciones prácticas y de trabajo inteligente que el Castrismo y sus presupuestos ideológicos no permiten. Por eso Rafaela tiene razón en sus análisis, El Castrismo y el dinero que le otorguen para resolver el problema ira como siempre a parar a las cuentas de las empresas off-shore en los paraísos fiscales donde se esconden las fortunas de la Franja de Gaesa.

Profile picture for user Pedro Benitez

El gobierno cambió la relación económica entre el hombre y la tierra.

( continuación) El pueblo entonces con su sabiduría y humor popular llamó entonces a este mercado “ Los Bandidos se quedaron Fríos “ e incluso el difunto Cenizas adquirió otro apodo de los tantos que le fueron asignados, llamándolo “ Lelo “, pues el nuevo mercado estatal era para- Lelo.

Una prueba de lo que dice aquí Rafaela es correcto y funciona, fue la apertura de los mercados libres campesinos que aún no siendo tan” libres “, pues lo primero que se le exigía al campesino era haber cumplido con sus compromisos con Acopio, llenaron las tarimas de todos los productos de primera necesidad de la población y hasta de algunas exquisiteces olvidadas por los más viejos e ignoradas en ese momento por los más jóvenes . Estos mercados surgieron en el año 1980 para aplacar el descontento de la población después de los sucesos de la embajada de Perú y el éxodo del Mariel y aunque los precios eran elevados, hasta los más humildes, con sus limitaciones resolvían llegar a fin de mes y hasta darse algún lujito. En sus inicios el pueblo bautizó a estos mercados con el nombre de Los Bandidos de Río Frío haciendo alusión a una novela que se transmitió por la TV de entonces, luego el estado creó los mercados paralelos con precios iguales o hasta superiores que el de los campesinos

Es que la mala hierba es color verdeolivo y les conviene tener hambruna para importar alimentos y venderlos en las MIPYMES de sus testaferros. No hablemos de las remesas enviadas a los siervos rehenes por los "gusanos y apátridas" del exilio.Su pulpo esquema financiero convierte el depósito directo en MLC que solo vale en el país para comprar productos en las tiendas de los verdeolivos a precios astronómicos.En tanto, en segundos esa moneda se desvía a paráisos fiscales donde es lavada por corporaciones fantasmas y testaferros incondicionales.Nada para desarrollo agropecuario, pues al aumentar la producción alimentaria desde el campo ,disminuiría la entrada de divisas a los barrigones generales que oprimen y hambrean al pueblo.Seria darse un tiro en pie como el de los "vulcanologos" a Nicaragua ,pues al emigrar familias enteras se corto la manutención en moneda dura hacia los parásitos verdeolivos que los usaban de rehenes.