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Opinión

De las tiendas MLC a los servicentros en fulas: Cuba avanza… hacia el dólar

El castrismo ha tendido otra emboscada mortal al poder adquisitivo de los cubanos, quienes, una vez más, tendrán que ser rescatados por sus parientes exiliados.

La Habana
Conductores echando gasolina en un servicentro de La Habana.
Conductores echando gasolina en un servicentro de La Habana. Diario de Cuba

Saltar de fracaso en fracaso no preocupa a un régimen sabedor de que su existencia no depende de administrar correctamente la prosperidad y felicidad general, sino de mantener atado, atomizado, vigilado, corrompido, asustado y desesperanzadamente convencido al pueblo de que más resolverá remando 90 millas que protestando en las calles.

Desde ese convencimiento, al castrismo no se le ocurre nada más original, económicamente hablando, que reciclar en eterno bucle de expectativas y fracasos —siempre culpa del imperialismo por supuesto— las mismas ideas socialistas decepcionantes que han convertido al país en versión tropicalizada y soez del infierno.

Eso sí, no carecen de imaginación en el PCC para maquinar nuevos modos de extorsionar a los emigrados, como bien demostraron los dos desechables ministros que en la Mesa Redonda intentaron camuflar, hablando de planes de estabilización, subsidios y otras golondrinas, que el castrismo se dispone a rentabilizar en dólares su monopolio de los combustibles.

Nada nuevo bajo el sol, no hay ni que retrotraerse a las shoping para contar esta historia. Recientemente, idearon las tiendas MLC para, con el poder estatal —descuentos por volumen de compras, fletes mucho más barato, logística y almacenamiento casi gratis, créditos, cadena de distribución engrasada y ser los dueños de la ley y las aduanas—, desplazar a las mulas y adueñarse de un mercado nacional de ropas y electrodomésticos, muchos años dominado por esos pequeños e ilegales importadores privados.

Una vez eliminada esa competencia de cientos de miles de personas que sobrevivían participando de alguna manera en la importación informal de mercancías, procedieron a vaciar de fondo las tiendas MLC —hoy casi tan desabastecidas como las bodegas— para generar una escasez artificial y reconducir la demanda, esta vez incluyendo alimentos, hacia tiendas como Supermarket 23 o Katapulk, más algunas MIPYMES conectadas que acapararon la distribución mayorista, todo un andamiaje supuestamente desvinculado del Gobierno que, por lo tanto, es libre para mediante precios genocidas rentabilizar el dolor que en Miami o Madrid provoca el hambre de Cuba.

Por supuesto, no hay razón para que este Gobierno —dícese que rojo pero muy amante del verde— detuviese la dolarización en ropas, alimentos, electrodomésticos, algunas medicinas y recientemente automóviles, cuando tenía a mano dolarizar un mercado que está totalmente monopolizado: los combustibles.

Que subir los precios a los combustibles es aumentar la inflación lo entiende hasta el iletrado que finge ser presidente y su inepto ministro de Economía, pero como encarecer el que venden en moneda nacional es prerrequisito para forzar el consumo en dólares, les importa un pepino si esto crea inflación y empobrece aún más al pueblo. Al fin y al cabo, está demostrado que los tiburones del estrecho de la Florida y los "coyotes" mafiosos de Centroamérica atemorizan menos que los esbirros de Raúl Castro.

Alguien podría creer que el castrismo, que no es suicida, está pensando a largo plazo, y que encarecer los combustibles y otros bienes transversales a la economía, como el transporte o la electricidad, aunque sea inicialmente inflacionario, tras una serie de carambolas inteligentemente previstas por los cerebro económicos del Gobierno a la larga redundará en el control de los precios y en cuentas públicas saneadas gracias a mayores ingresos ¡Falso! Están descentralizando el costo de los bienes y a la vez creando más inflación; es decir, están atacando al pueblo simultáneamente por dos frentes que se conectan en una emboscada mortal para el poder adquisitivo de los cubanos, quienes, una vez más, tendrán que ser rescatados por sus parientes exiliados.

Y aunque efectivamente el castrismo no es suicida, desde la estructura de inversión estatal centrada en el ladrillo turístico hasta estas medidas claramente inflacionarias ejecutadas en un año que marcará récord histórico de déficit fiscal, indican que los castristas se saben muertos y, lejos de intentar salvar al sistema, solo andan llenando la bolsa tanto como puedan antes de que les sepulten y la historia no los absuelva.

Nadie mejor que los autores del desastre para saber cuán irreversible es la situación actual, abocada a un colapso no por extinción del totalitarismo, sino por agotamiento de recursos.

Solo desde esa conciencia de que les queda poco en el poder pueden entenderse decisiones que, presentadas dentro de un supuesto plan de estabilización, están claramente concebidas para priorizar la inmediata captación de divisas en contra de un ajuste serio, estructural y realista que engendre algo de confianza en la economía cubana.

Teniendo en cuenta el hambre de dólares de la mafia de verde olivo y guayabera, ¿no será buen momento para hacerle una oferta que no pueda rechazar? ¿Cuál? ¿Cómo? Eso es material para un próximo artículo.

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10 comentarios

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Rafaela, cual Diana Cazadora, hija de Júpiter y Latona, siempre da en el blanco, pero para desgracia de los cubanos, no es ni siquiera analista de temas economía interna o asesora del dizque Ministro de Economía o de Díaz Canel, y supongo que ambos personajes no
querrán tenerla cerca, ni de visita por un minuto.
Pero, para ellos, de todas maneras hacer las cosas como se deben en materia de política económica no es la intención de ninguno de los dos, y esto es algo que lo han demostrado con largueza a lo largo de los bandazos de las tareas del ordenamiento, luego del reordenamiento y después el re-reordenamiento de lo reordenado, el galimatías, les pertenece por entero ,pero la conclusión es que el Castrismo no busca organizar cosa alguna, ni producir , sino hacer hasta lo imposible en la esfera de circulación monetaria, para que los flujos de caja tanto los extranjeros, como nacionales, del cielo celeste, o del infierno fluyan hacia la Élite encaramada en el poder hace 65 años.

El populismo revolucionario tiene una historia de décadas de precios topados. Una medida política que, además de colisionar de frente con la ciencia económica, generó siempre el desencanto del personaje protagonico de la lucha contra el hambre: el campesino cubano.
La consecuencia de esa adicción revolucionaria por topar precios de un gobierno dispuesto a impedir que nadie lucre con las necesidades del pueblo fue......la escacez de productos agrícolas: Hambre, para ser más exactos.
Pero el culpable oficial fué, y es, el villano de siempre: el bloqueo imperialista.
Hoy se nos aparece nuestro gobierno con el manual de economía abierto, populismo en plan piyama y apegado a la lógica económica.
El mudo reconocimiento de que los precios topados y toda la parafernalia de igualitarismo socialista nos trajo al escenario calamitoso actual irrita al cubano que piensa.
No se sana a una economía enferma de hermoso socialismo en dos meses y los ajustes, como el cubano actual, son inevitables.

Exacto!!! La desesperación es evidente porque todos los frentes colapsaron al mismo tiempo, con un panorama internacional convulso donde cada quién vela por sus intereses. En estos momentos la dictadura se sostiene por dos razones: la represión interna y las remesas desde el exilio. Tenemos un poder increíble en las manos, y no son armas, sino el dinero que mandamos. Tal vez seamos capaces de utilizar ese poder. Quedamos atentos al siguiente artículo.

El imperio romano colapsó cuando no tuvo de dónde saquear. Su esplendor no estaba basado en la productividad de su economía sino en sus guerras de rapiña.
La Cuba post 59 no podría prosperar jamás con una enclenque empresa estatal socialista. Ha durado 65 años por los subsidios de socios geopoliticos y las remesas de su emigración.
Armó un dictadura ultrapoderosa y se blindó contra cualquier cambio.
Pero la causa de su caída será la misma que hizo caer a la vieja Roma: no tiene una base productiva sólida y está carcomida de corrupción.
Basta perder el apoyo de esa mano externa, escondida, poderosa e interesada en expandir el modelo, para que el deteriorado edificio caiga por el peso de su propia ineficiencia.

Comparar el Castrofascismo con el imperio romano es más o menos lo mismo que comparar el ano con el dedo gordo del pie derecho, que ambos están en el cuerpo humano es lo que tienen en comun...

la verdad, esta gente ha destruido minuciosamente un pais,
y son cosas terribles, como la confianza en el sistema bancario o cosas por ahi

Profile picture for user Ramon Santis

Rafaela estas super clara. El sistema totalitario, se caera mas emprano que tarde, sin dudas. Por que a diferencia de otros totalitarios, este es parasito, economicamente insostenible, no confiable ni para sus "socios" de fechorias. Ahora, estan raspando el fondo quemado de la hoya que ya no tiene ni donde raspar. Ya no tienen credibilidad entre la misma gente de ellos. Muchos cuentos y cuentos chinos y aunque por mas de 60 anos han ido tirando asi; pero llega un dia que no da mas. Saben estan sentados arriba de un hormiguero que si dicen a salir a las calles, sera brutal y eso ocurrira, cunado? nadie sabe; pero llegara y sera espontaneo pues el hambre que hay actualmente y el que se avecina a pasos rapidos sera el detonante con los apagones, los precios se van a re-disparar con el aumento de los combustibles, nada sirve, todo es un caos y desastre; que mas falta por ver? Bueno, lo unico que falta es ver arbolitos de navidad con chivatos y dirigentes adornando matas de gusimas.

La manera que utilizarán para captar el dólar será abastecer los 28 servicentros en dólares e incrementar la cantidad de ellos y desabastecimiento total en los de pesos cubanos, pues aún con el precio abusivo que le han puesto sale en la mitad o menos si se lleva al cambio en la calle.

En Cuba lo que va a pasar es que van a quitar el “malo” para poner el “bueno”. El malo es Díaz Canel, el bueno será uno de ellos, no hay sorpresa. El contrato que tendrán con el bueno es que ellos y sus familiares, serán intocable, es más, para que el llamado pueblo tenga fe, este tendrá la potestad de exiliar algunos de ellos. Y paulatinamente el bueno desmantelará el nudo que es hoy Cuba.

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Excelente artículo que dibuja la verdadera y única razón de la tiranía comunista al aumentar las penurias de los subyugados: preservar el poder.

El plan del cartel de Punto Cero es relativamente sencillo y pasa por exterminar a 1/3 de la población, especialmente viejos y rebeldes que no puedan o no quieran pagar el salvoconducto a Nicaragua.

A la vez, seguirán exprimiendo a los familiares de los secuestrados que sobrevivan y a los cimarrones con Síndrome de Estocolmo que cargados de pacotilla y cadenas regresen a la jaula.

Todo para ganar tiempo en espera de tiempos mejores en que los comunistas globalistas se impongan, esos que por ahora siguen aumentando su poder en los gobiernos y las instituciones europeas y del protector del Norte.