La inflación interanual en Cuba se situó en agosto pasado en un 39,52%, lo que supone un incremento de apenas el 5% con respecto a igual fecha del año anterior, cuando era del 34,31%, según la estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI). No obstante, varios economistas cubanos consideran que esa cifras no revelan la complejidad de la situación económica que vive el país.
De acuerdo con el informe "Índice de precios al consumidor" del octavo mes de 2023, recién publicado por la entidad, esos valores crecieron en el mercado formal de la Isla un 0,70% con respecto a julio.
Según las cifras de la ONEI, el crecimiento interanual en restaurantes y hoteles fue del 60,76%; en alimentos y bebidas alcohólicas, del 53,47%; 33,02% en transporte, y un 23,99% en bienes y servicios diversos.
"Cuando más se ha hecho, peor estamos", declaró al diario mexicano Milenio el doctor en Ciencias Económicas, Juan Triana.
"Resultará paradójico, pero quizás en los años (estos últimos tres) en que más medidas se han adoptado para devolver al sistema económico su dinámica, en que más apertura se ha logrado en el funcionamiento de la economía si lo comparamos con períodos anteriores, resultan ser en los que peores resultados se han obtenido", indicó.
"Los prejuicios, los intereses sectoriales y el miedo político nos han llevado y traído una y otra vez desde y hacia propuestas mediatizadas, donde aquellos prejuicios se han impuesto a la racionalidad de las propuestas y han generado excesivas incoherencias, demasiada incertidumbre", estimó.
Por su lado, el economista Pedro Monreal advirtió que "la situación real de la inflación en Cuba pudiera ser más grave que la reflejada en la estadística oficial, porque esta no incluye el crecimiento de precios en el mercado informal. Además, es problemática la utilización de un índice oficial de precios con base en 2010".
Asimismo, alertó en un hilo en Twitter que "la relativa moderación del aumento interanual de precios de consumo desde mayo de 2023 no modifica el hecho de que en los primeros ocho meses del año la inflación se ha mantenido a un nivel muy nocivo para el bienestar ciudadano".
"Cuando falta poco para que se cumplan dos años del fatídico lanzamiento del paquete económico del 'ordenamiento', el crecimiento interanual de dos dígitos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ha convertido en una siniestra característica 'estable' de la economía cubana", agregó.
Monreal subrayó que "en agosto de 2023 se compraba con 100 pesos cubanos (CUP) lo que un año antes se adquiría con 69CUP y lo que costaba 34CUP en diciembre de 2020, el mes anterior al inicio del 'ordenamiento'. Los salarios y pensiones medias no han acompañado esa dinámica de precios".
"Cuando se consideran conjuntamente los datos oficiales de precios y de ventas minoristas pudiera hacerse una hipótesis razonable: el deterioro general del consumo en 2023 habría sido un factor moderador del ritmo de crecimiento de la inflación", lanzó como hipótesis.
"Dadas las limitaciones para reducir el déficit, y con un Banco Central más ocupado en poner parches (bancarización para remediar una alegada penuria de efectivo) que en hacer política monetaria, el empobrecimiento ciudadano es lo que queda como 'barrera' antinflacionaria", alertó.
Para Monreal, "el instrumento de 'estabilización macroecónomica' que parece ofrecer un margen de acción al Gobierno cubano es el hundimiento de salarios y pensiones como % del PIB. El 'ordenamiento' ha representado una 'compresión' brutal de la remuneración de trabajadores", finalizó.
Si no hay nada que comprar en el mercado "formal" es lógico que tampoco exista inflación.
La economía cubana tiene su base en las divisas. El contraste del valor del peso con respecto a las divisas marca el pulso-económico.