¿Los precios del azúcar llegarán a la estación internacional que orbita la Tierra?

En el mundo hay 28 países grandes exportadores de azúcar, encabezados por Brasil (exporta unos diez millones de toneladas), Tailandia, Australia, Emiratos Árabes Unidos, Guatemala, la Unión Europea y México.

Cuba no solo no figura entre ellos, sino que ahora es un país importador neto de azúcar. Produce tan poco que la tiene que importar para cubrir el consumo nacional. Y estamos hablando de un país que fue, con mucho, la gran azucarera del mundo, desde los tiempos de Napoleón Bonaparte. Por más de 160 años.

En la actual zafra 2022-2023, ya en sus estertores finales, se producirán unas 350.000 toneladas de azúcar, según adelantó el régimen de Raúl "El Cruel". Esa producción (debe ser ya la cifra final, o muy parecida, de lo contrario no habrían dicho nada) se queda corta en 150.000 toneladas para cubrir el consumo nacional de 500.000 toneladas (realmente es de 700.000 toneladas, pero ante la debacle azucarera la ha reducido a la cañona).

Bochornoso, pero cierto, la "revolución" produce hoy menos azúcar que en 1850. En la década 1850-1859 se produjeron como promedio 396.000 toneladas anuales (25% de la producción mundial) para una población que no pasaba de 1,3 millones de habitantes, según el censo realizado en 1861.

Compárese también esta zafra de 2023 con las 696.000 toneladas producidas como promedio entre 1870 y 1879, durante la Guerra de los Diez años. O con los 2,7 millones de toneladas anuales entre 1910 y 1919. Son todos estos datos del libro El ingenio, obra monumental del historiador cubano (murió en el exilio) Manuel Moreno Fraginals.

Peor aún, en 1894, antes de la Guerra de Independencia, ya Cuba alcanzó un millón de toneladas de azúcar (1,1 millones de toneladas), un tercio de todo el azúcar producido en el mundo entero ese año.

Hagamos ahora una gran abstracción e imaginemos que a Francisco de Arango y Parreño, rico hacendado habanero, abogado, político y brillante economista liberal; luego al colono e industrial azucarero y patriota Carlos Manuel de Céspedes, y más tarde a José Manuel Casanova, "el zar del azúcar cubana" (años 30 y 40 del siglo XX), autor de la frase "Sin azúcar no hay país", les hubiesen dicho que Cuba dejaría de exportar azúcar y tendría que importarla para satisfacer la demanda nacional. Se habrían divertido con tan ocurrente chiste.

¿Chiste? Ya hace 22 años, en 2001, los cubanos vieron sorprendidos que procedían de Brasil las cinco libras mensuales de azúcar que les entregaban por la "libreta".  Entre 2001 y 2006 Brasil exportó a Cuba 384.204 toneladas de azúcar; Colombia, 425.609 toneladas entre 2002 y 2006. También a Cuba llega azúcar de Bielorrusia, Francia, República Dominicana y hasta de EEUU, que fuera el mayor importador de azúcar cubana durante 160 años.

El azúcar fue el "sueldo" de Cuba. Se enraizó en la cultura cubana. De niño, cuando yo dibujaba un bohío, o un paisaje campestre, siempre incluía una chimenea a lo lejos echando humo. Los centrales azucareros eran una constante en la imaginería infantil isleña.

Cuba, azucarera mundial desde los tiempos de Napoleón y Bolívar

El azúcar comenzó a obtenerse en forma sólida hace 2.500 años en la India y en Persia. A España la caña la llevaron los árabes, Cristóbal Colón la introdujo en La Española en su tercer viaje, en 1498, y Diego Velázquez la llevó a Cuba en 1523.

El Saint-Domingue francés (Haití) era en 1750 el mayor productor y exportador mundial de azúcar. Pero en 1791, aprovechando el caos resultante de la Revolución Francesa, estalló la rebelión independentista encabezada por Toussaint L'Ouverture y los esclavos haitianos destruyeron los ingenios en los que eran obligados a trabajar.

Eso propició una colosal expansión azucarera en Cuba a fines del siglo XVIII y principios del XIX, uno de cuyos impulsores fue el liberal Arango y Parreño, también promotor de la creación de la Sociedad Económica de Amigos del País.

Cuba tuvo la mayor y más eficiente industria azucarera del mundo desde los tiempos del mencionado emperador corso, Simón Bolívar, Mendeléiev, Beethoven, Chopin, el cura Hidalgo, Charles Darwin, Sarah Bernhardt, Thomas Edison, Víctor Hugo, Louis Pasteur, los hermanos Lumiére, o Albert Einstein. Todos esos genios sabían que Cuba era "la reina del azúcar" y seguramente consumieron azúcar cubana.

El dueto Castro-Guevara tumbó la producción de azúcar

En los años 50 del siglo pasado, Cuba exportaba la mitad del azúcar que se comerciaba en el mundo. Producía entre 5,3 y 7,1 millones de toneladas. En 1959-1960, la última zafra capitalista en Cuba, se produjeron 5,6 millones de toneladas de azúcar en las 156 fábricas de la Isla, todas en manos privadas.  

Pero llegó el comandante, de cuyo nombre no quiero acordarme, y "mandó a parar". A fines de 1960, los dos hermanos Castro y un aventurero argentino de apellido Guevara ocuparon los centrales del país a punta de pistola y los estatizaron sin pagar un centavo a nadie. Y desmontaron 130.000 hectáreas de caña.

¿Resultado? Tan pronto como en la segunda zafra comunista, 1961-1962, la producción se redujo en dos millones de toneladas. En la tercera (1962-1963) y con miles de oficinistas y profesionales universitarios como "voluntarios" cortando caña, se produjeron solo 3,9 millones de toneladas, casi tres millones menos que en 1961.

El puntillazo, en 2002, lo dio el propio "destructor en jefe". Le dio de pronto una perreta y por teléfono, sin consultar ni al Buró Político del Partido, ordenó desmantelar de inmediato 95 de los 156 centrales existentes en el país. Luego desbarató otras cinco fábricas. Quedaron en pie solo 56 centrales, algunos en tal mal estado técnico, o con tan poca caña, que es como si no existieran. Solo 23 de ellos molieron caña en esta zafra 2022-2023.

Por otra parte, desde 1967 los rendimientos cubanos de caña por hectárea son los más bajos de América y seguramente del mundo.  A partir de 1962 nunca los cañaverales cubanos han llegado siquiera a las 69-76 toneladas de caña por hectárea del promedio mundial. Según datos oficiales (ONEI), desde 2002 el promedio cubano ha oscilado entre 24 y 41 toneladas por hectárea.

Pero en Perú, Guatemala y Colombia obtienen entre 93 y 120 toneladas de caña por hectárea; Brasil entre 80 y 90; El Salvador, 82; Honduras, 70; México 75-85 toneladas y en Puebla alcanzan hasta 125 toneladas. El colmo es que naciones africanas muy pobres superan ampliamente a Cuba: Senegal (117 toneladas), Malawi (107), Zambia (104), Chad (102), Burkina Faso (101); y Etiopía (99). Antes de 1959 ninguna nación latinoamericana o africana superaba a Cuba en rendimientos cañeros.

Sin azúcar para cubrir la demanda, ¿qué hará la dictadura?

En cuanto al rendimiento industrial, conocido como pol en caña, hoy Cuba apenas supera el 10% de obtención de azúcar por cada 100 partes de caña verde. Y pensar que ya en los años 40 impuso récord mundial imbatible de 13,7% de rendimiento industrial azucarero.

La frase del hacendado Casanova siempre la percibí como una magnífica metáfora para destacar la importancia clave de la industria azucarera cubana. Me equivocaba. Los Castro y el argentino citado mostraron que era cierto. Hoy en Cuba no hay azúcar, y tampoco país: es una gigantesca prisión que, hambrienta y en ruinas, suelta los pedazos.

Este desastre azucarero "revolucionario" significa que: 1) o se reducen más las importaciones de combustible, alimentos, medicinas, materias primas, y de todo, para importar 100.000 o 150.000 toneladas y entregar al menos 3,5 libras de azúcar por la "libreta" a los 10,6 millones de cubanos, y abastecer (a duras penas) la industria turística, la alimentaria, hospitales, restaurantes, negocios privados, etc; o 2) no se importa azúcar, o muy poca, y se alienta un 11J multiplicado varias veces.

Nadie sabe lo que hará la dictadura, pero sí se sabe que no tiene cash para salir indemne de esto. Ni Moscú, ni Pekín, ni nadie, regala nada a nadie, por muy "amigo" y "hermano" que sea.

Además, ahora con menos azúcar que robar en los almacenes de todo tipo, los precios del azúcar llegarán a la estación internacional que orbita la Tierra. Hoy, en el mercado negro, una libra de azúcar cuesta hasta 200 pesos. ¿Cuánto costará dentro de un mes, o dos? ¿La habrá?