¿Cómo va Rusia a reformar la economía de Cuba mientras la suya está en problemas?

Los anuncios recientes en torno al lanzamiento de una reforma de la economía de Cuba, o "cubastroika", bajo la asesoría de expertos rusos vinculados al Kremlin, han provocado más dudas que certezas.

El programa, coordinado por Boris Titov, millonario ruso encargado por Vladimir Putin de proteger los derechos de los empresarios rusos que apoyan al Kremlin, y que dirige el Consejo Empresarial Rusia-Cuba encargado de la reforma, estaría "basado en el desarrollo de la empresa privada".

Pero, en medio de la invasión de Ucrania, con su economía sometida a duras sanciones de Occidente y a enormes problemas previos, ¿es Rusia el mejor aliado para semejante ajuste en la Isla, cuya élite va desesperada detrás de algún benefactor que extienda su tiempo en el poder?

El think tank Instituto de la Economía de Crecimiento Stolypin, integrado por economistas conservadores rusos, es la institución encargada por Titov para afrontar la "cubastroika". Con un consejo académico integrado por científicos-economistas, empresarios, banqueros y agentes del mercado de valores, sus reuniones hacen siempre un balance de la situación que enfrenta el gigante euroasiático.

En la más reciente reunión de expertos, celebrada en noviembre de 2022, su diagnóstico se alejó del entusiasmo con que Moscú y sus voceros tratan de disfrazar el mal desempeño militar de su Ejército en Ucrania y el impacto de las sanciones sobre el país.

Durante el encuentro, el ministro a cargo de Integración y Macroeconomía de la Comisión Económica Euroasiática (CEE), Sergey Glazyev, dijo que, en su opinión, el principal problema de la economía rusa es la falta de un sistema de gestión claro.

El funcionario pidió que el Banco Central de la Federación de Rusia sea incluido en el sistema de administración pública. "Es inaceptable que una institución que desempeña un papel clave en el funcionamiento de la economía no pertenezca formalmente al sistema de planificación estatal", comentó, algo que es extensivo a los bancos estatales más grandes.

Según Glazyev, el Banco Central se dedica principalmente a servir la exportación de capital y a proteger los intereses rusos de los especuladores, pero no cumple la función regulatoria que le tocaría en un modelo menos vertical de administración económica.

El presidente del partido liberal Iniciativa Civil, Andrei Nechaev, exministro de Desarrollo Económico de Rusia (1992–1993), consideró que, para mejorar la situación económica es necesario corregir los errores que se han cometido en los últimos 10-15 años; sobre todo, la negativa a continuar las reformas de mercado. "El resultado de detener estas reformas fue el estancamiento de la economía", señaló.

"Nos estamos quedando atrás en términos de tasas de crecimiento no solo de China e India, sino también de los países desarrollados", lamentó.

En el marco de la invasión de Ucrania, comentó que el movimiento hacia una "economía de movilización" es alarmante, porque será una movilización de tipo soviético, que consiste en "la concentración de todos los recursos en un círculo estrecho. (...) En el complejo militar-industrial y algunas otras industrias, esto puede ayudar a proporcionar un gran avance, pero no en el resto de la economía. Quién y cómo producirá bienes de consumo no está claro. Este es un camino muy peligroso", advirtió.

Otra necesidad urgente es reducir el papel del Estado en la economía, que, según Nechaev, alcanza el 70% del PIB. "En las condiciones de competencia suprimida, no habrá un verdadero desarrollo innovador", subrayó.

"Además, es necesario abandonar el federalismo fiscal. Alrededor de dos tercios de todos los recursos se están incorporando al presupuesto federal, y luego se redistribuyen entre las regiones de acuerdo con esquemas bastante poco transparentes. Ahora la carga financiera sobre las regiones está creciendo, y estas volverán al presupuesto federal en busca de ayuda", pronosticó.

"La política fiscal debe ser estimulante. La regulación fiscal ahora se usa a menudo como una forma de no siempre presionar legítimamente a las empresas. Esto es inaceptable", enfatizó.

El empresario y millonario de la industria del aluminio, Oleg Deripaska, quien es además presidente del Consejo de Supervisión del Instituto Stolypin, hizo un apunte sobre uno de los requisitos que debería cumplir Cuba, sin mencionarla, en este estrechamiento de su alianza con Moscú: "La política económica exterior rusa no puede construirse sin claridad. Ahora tenemos estados 'amigos' y 'hostiles'. Al mismo tiempo, muchos de los países 'amigos' se niegan a utilizar nuestro sistema de pago, apoyan sanciones secundarias. Estas cuestiones requieren atención y elaboración".

"Sin una base sólida en forma de una economía de mercado libre y abierta basada en la propiedad privada, no habrá progreso. Incluso este año, fueron los restos de la economía de mercado los que nos salvaron de una grave caída. En una situación difícil, la empresa estatal se sienta y espera subsidios, infusiones, cancelación de deuda. La empresa privada toma una posición activa, porque salva su propiedad, sus activos. Y esto ayudará a nuestro país en el futuro", comentó.

El presidente del Club Stolypin, el banquero de inversiones Evgeny Kogan, recordó que "las tendencias económicas en este momento son bastante negativas. El déficit presupuestario de 2022 será de aproximadamente 1,3 billones de rublos, el próximo año será de unos 4 billones. En los próximos años, también será más alto de lo esperado".

"También es alarmante que, con la movilización parcial y la salida de un gran número de personas del país (tras el inicio de la invasión y el reclutamiento masivo ordenado por Putin), el desempleo aumentó ligeramente. Esto sugiere que las empresas están cerrando".

"El papel del Estado en la economía es enorme. Lo respetamos mucho, pero no puede resolver todo por sí solo. Necesitamos gente de acción, y esos son los empresarios", llamó.

"Las medidas estrictas de control de divisas no serán favorables, pues solo conducirán a que aquellos que aún no han retirado su dinero del país hagan todo lo posible por lograrlo. Por el contrario, necesitamos atraer capital aquí. Y eso supone recortes de impuestos, incentivos y el desarrollo del mercado de valores".

"El Estado no podrá y no financiará la economía, porque el Banco Central sigue informándonos sobre los riesgos de inflación. El papel del Estado es ayudar y estimular, pero no centralizar todos los recursos en sus manos".

Kogan hizo énfasis en el éxodo de mano de obra calificada como uno de los problemas más graves de Rusia hoy. "Nuestros cuadros entrenados están siendo capturados por otros países. Nuestra tecnología financiera está diez generaciones por delante. Pero ahora, desafortunadamente, esos cerebros que la crearon se están yendo. Deben ser retornados con cualquier incentivo, salario, subsidio, garantía. Necesitamos talento que nos ayude a desarrollarnos".

"Debemos ofrecer la oportunidad de ganar dinero en Rusia, sin impuestos progresivos. Por el contrario, necesitamos un refugio cómodo para los negocios. Los ricos todavía encontrarán una manera de retirar ingresos y no pagar impuestos. Pero necesitamos darles un incentivo para producir en nuestro país", pidió.

Con tales augurios, parecen adquirir más crédito las dudas del economista cubano Pedro Monreal en torno a los anuncios de Boris Titov sobre la proposición de una suerte de receta para la reforma en la Isla. 

"Convendría mayor precisión en cuanto a la reforma necesaria en Cuba. ¿Por qué la asesoría rusa utiliza un término superficial como 'reforma de mercado'? El hecho de que afirmen que no se trataría de una 'terapia de choque' en realidad no aclara mucho", cuestionó.