El año 2022 fue de récord en el intercambio comercial entre Cuba y EEUU, a pesar de las quejas de La Habana por el embargo. De acuerdo con las cifras del Departamento de Agricultura estadounidense, la Isla ocupó el puesto 55 entre los mercados de destino de alimentos y productos agrícolas de ese país.
Según las cifras oficiales del intercambio entre ambas naciones, 2022 cerró con ventas por 328.536.988 dólares, un incremento del 7,7% en comparación con 2021, año que redondeó 304.774.413 dólares de compras.
Asimismo, las exportaciones de productos sanitarios en el mismo periodo fueron de 9.226.763 dólares, el valor más alto registrado desde 2003, cuando se hicieron públicos los informes de compras de material de esa naturaleza por vez primera, pese a que están autorizados para la exportación directa a Cuba desde 1992, en virtud de la Ley de Democracia Cubana (CDA, por sus siglas en inglés).
Igualmente, las donaciones humanitarias el año pasado ascendieron a 30.083.306 dólares, casi el triple si se comparan con los 11.074.090 de 2021.
La Habana nunca ha revelado en qué consisten tales donativos ni cuál es su destino. Tampoco los medios oficiales divulgan la existencia de esos embarques, mientras acusan a Washington de todas las penurias que sufren los cubanos.
En diciembre de 2022 las exportaciones de alimentos se dispararon un 40,2%, al sumar 39.393.828 dólares, por encima de los 28.091.304 de diciembre de 2021 y los 14.145.158 de igual mes de 2020, así como de los poco más de 33 millones de noviembre pasado.
Los productos sanitarios vendidos a Cuba en el mes 12 del año pasado sumaron 1.502.216 dólares, mientras que las donaciones humanitarias llegaron a los 2.112.309.
Entre los alimentos adquiridos por La Habana en su vecino del norte en diciembre estuvieron, aparte de millonarias cargas de carne de pollo, productos como pavo, soja, harina de maíz, chips de maíz con caramelo, guisantes, levaduras, jarabe, carne de bovinos y de cerdo, frijoles, café, cerveza y bebidas no alcohólicas.
También se incluyeron desodorantes, jabón, champú, dentífricos, desinfectantes, agentes dermatológicos, preparaciones de belleza y cuidado de la piel, detergentes y pulpa de madera.
En esa cesta de la compra, destacaron cigarrillos adquiridos en Tampa por una suma de 288.000 dólares, lo cual evidencia la incapacidad de la Isla, otrora gran productora de tabaco, para satisfacer su demanda interna de esa clase de productos.
Estas exportaciones están autorizadas, pese al embargo, en virtud de la Ley de Reforma de Sanciones Comerciales y Mejora de Exportaciones (TSREEA, por sus siglas en inglés) de 2000, aprobada por la Administración de George W. Bush, a la que La Habana recurre sin pausa desde entonces.
Ni las autoridades ni la prensa oficial hacen mención a este intercambio comercial, ni siquiera cuando aseguran que la "voracidad del vecino del norte" busca sumir en sufrimiento a los cubanos, como asegura su propaganda.
Como Bruno es uno de los que más se destacan por hablar contra el bloqueo, le tocó el desodorante y la pasta de dientes. A Carlitos “Pelo Lindo” Cossío le tocó shampoo. Y todo lo demás a repartir entre los ministros, GAESA, Díaz-Canel y la Machi, incluidas las rositas de maíz.
Está claro que la dictadura estalino fascista esclavista cubana todo el tiempo ha estado sostenida y amparada por los mentirosos, falsos, hipócritas y manipuladores gobiernos gringos...