En los primeros 11 meses de 2022 las donaciones humanitarias de EEUU a Cuba aumentaron un 152,6% en comparación con igual periodo de 2021, un crecimiento significativo que apunta a convertir al año anterior en el más relevante en ese sentido.
Ya entre enero y octubre el monto de tales envíos a la Isla supuso 21.448.056 dólares en productos de diversa naturaleza, casi el doble de los 11.074.090 dólares de los 12 meses de 2021.
De acuerdo con cifras publicadas por el Consejo Económico y Comercial Cuba-EEUU a partir de información oficial de las agencias exportadoras del Gobierno de ese país, solo en noviembre las donaciones supusieron alrededor de 6.522.941dólares.
Al cierre del onceno mes, esas cargas a Cuba suponen 27.970.997 dólares, más del doble de los 11.074.090 de todo 2021, y a falta de las cifras del mes de diciembre. Ello indica que EEUU donó a Cuba productos por un valor promedio de más de 2,5 millones de dólares al mes entre enero y noviembre pasados.
La Habana nunca ha revelado en qué consisten tales donativos ni cuál es su destino. Tampoco los medios oficiales divulgan la existencia de esos embarques, mientras acusan a Washington de todas las penurias que sufren los cubanos.
Asimismo, en noviembre las exportaciones agroalimentarias de EEUU a Cuba aumentaron un 19,4%, por lo que la Isla es ahora el mercado número 56 de destino de tales productos.
Cuba gastó sobre todo en productos alimenticios y de higiene en EEUU 33.085.677 dólares, más que los 27.699.046 de igual mes de 2021 y los 11.339.843 de noviembre de 2020.
En once meses de 2022, esas compras ascienden a 289.143.160 dólares, un aumento del 4,5% con respecto a todo 2021, cuando esa suma cerró en 276.683.109 dólares.
En noviembre último las exportaciones incluyeron carne de pollo, bovinos y cerdo, pulpa de madera, frijoles, olivas, algas, atún, extracto de malta, pan de molde, hostias de comunión, sardinas, frutas, café, jugos de vegetales, cerveza, bebidas no alcohólicas, desodorantes, jabón, champú, dentífricos, desinfectantes, agentes dermatológicos, preparaciones de belleza y cuidado de la piel y detergentes.
Se suma a todo lo anterior la compra de productos sanitarios por un valor de 1.210.056 dólares.
Estas exportaciones están autorizadas, pese al embargo, en virtud de la Ley de Reforma de Sanciones Comerciales y Mejora de Exportaciones (TSREEA, por sus siglas en inglés) de 2000, aprobada por la Administración de George W. Bush, a las que La Habana recurre sin pausa desde entonces.
Ni las autoridades ni la prensa oficial hacen mención a este intercambio comercial, ni siquiera cuando aseguran que la "voracidad del vecino del norte" busca sumir en sufrimiento a los cubanos, como asegura su propaganda.