El precio de los futuros del níquel a tres meses se disparó esta semana hasta los 100.000 dólares por tonelada, un máximo histórico que hizo que la Bolsa de Metales de Londres suspendiera su cotización abruptamente y luego la retomara cuando el valor se estabilizó en alrededor de 80.000 dólares.
La escalada es uno más de los efectos de la invasión de Ucrania por el Kremlin y del boicot internacional a Rusia, responsable del 10% de la extracción global del metal. En ese panorama, Cuba, con la cuarta mayor reserva del mundo, ¿podrá sacar beneficios de una guerra que su Gobierno no ha condenado?
En ese escenario, la visita a la Isla de Leon Binedell, presidente de la empresa minera canadiense Sherritt International, responsable de la mayor explotación de ese metal en Cuba, no es un dato menor.
Binedell se reunió la primera semana de marzo con Miguel Díaz-Canel. De esa reunión apenas trascendió en los reportes de prensa que ambos dialogaron sobre cómo "profundizar" la participación de la empresa canadiense en la economía cubana, especialmente en el sector energético.
El diario oficial Granma calificó de "cordial" el encuentro y aseguró que "ambas partes dialogaron sobre las potencialidades que existen para, aun en medio del recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos, profundizar la participación de esta compañía en el desarrollo económico de Cuba, sobre todo en actividades como la minería, la prospección petrolera y la generación de energía".
Esta es la segunda visita de Binedell a Cuba en menos de cuatro meses. En noviembre de 2021 el directivo dijo que pretendía aumentar la producción de níquel en Moa, para seguir explotando los yacimientos por "varias décadas".
Luego de esa visita, la agencia Bloomberg habló con el ejecutivo, quien dijo que quiere aumentar la producción en su empresa conjunta con el Gobierno cubano en Moa entre un 15% y un 20%.
El plan implica extender la vida útil de la mina a cielo abierto existente más allá de 2040 y está diseñado para aprovechar la fuerte demanda esperada de metales utilizados en baterías recargables, a medida que el mundo se aleja de los combustibles fósiles.
"Los impactos del Covid junto con las sanciones de Estados Unidos han creado mucha presión sobre el Gobierno", dijo Binedell, y agregó que Sherritt y el liderazgo cubano han encontrado "una gran alineación" en el plan de expansión de Moa.
Sherritt espera brindar una actualización sobre su nuevo proyecto en Cuba este mes de marzo, mientras trabaja con sus socios de la Isla para finalizar los cronogramas, estimaciones de capital y alternativas de financiamiento. Los cimientos de una de las nuevas instalaciones se colocaron ya como parte de un plan de expansión previamente archivado, que ayudará a mantener bajos los costos de construcción.
Sin embargo, la cifras de Sherritt al cierre de 2021 en Cuba indican que el intercambio del presidente de la minera canadiense y el gobernante cubano debió tener su costado espinoso.
Según el informe empresarial de Sherritt de 2021, el 31 de diciembre de ese año el total de cuentas por cobrar en Cuba era de 156 millones de dólares, una cifra superior a los 152,5 millones que había el 30 de septiembre del propio año.
Aunque Sherritt es el principal suministrador privado de energía al Gobierno de Cuba, sobre todo a partir de sus acuerdos con la empresa Energas, los pagos que La Habana debe hacer por ese servicio también están atrasados.
De acuerdo con los informes empresariales antes citados, la deuda por ese concepto al cierre de 2021 era de 78,9 millones de dólares. A pesar de ello, Sherritt está en conversaciones con sus socios cubanos para acelerar el pago de las cuentas por cobrar vencidas, aumentar la disponibilidad del gas natural necesario para las actividades de producción de energía y extender el acuerdo de generación de energía con Energas, que debe vencer en marzo de 2023.
Ya en 2020 la empresa canadiense había comunicado pérdidas en Moa. El líder mundial en la extracción y refinación de níquel y cobalto de minerales lateríticos, con proyectos y operaciones en Canadá y Cuba, anunció que su producción terminada de níquel allí fue entonces de 31.506 toneladas, ligeramente inferior a la proyección de entre 32.000 y 33.000 toneladas en ese periodo.
Ahora, con el aumento de los precios del níquel y las estimaciones de incremento de la demanda internacional de ese metal, la presión para elevar la producción en Moa podría crecer. Según los analistas, las perspectivas a largo plazo para el níquel siguen siendo alcistas, debido a la fuerte demanda que se espera del sector del acero inoxidable, el mercado más grande para el níquel, y el mercado de baterías para vehículos eléctricos.
Pero ello no garantiza que la producción en Moa se incremente. Y, de hacerlo, la deuda acumulada de La Habana con la minera canadiense reducirá los ingresos por ese concepto.
Ese precio del niquel de 100,000 dolares la tonelada es insostenible. La demanda se va a contraer violentamentge y va a caer inevitablemente.
Varias cuestiones a considerar. Este tipo de empresa extraccionista siempre está al límite del deterioro del medio ambiente, y por otro lado, Cuba se presta para hacer lavado de activos. Una contabilidad dibujada ("pérdidas en el año 2020"), supuestas deudas del gobierno, y silencio oficial en todos los aspectos, le dan un plus de ventajas a la empresa canadiense. Qué compensaría arriesgar tanto capital en un país - que cualquier inversor sabe - sin seguridad jurídica? Como siempre digo, recuerden lo que pasó con el "niño mimado" del régimen, Max Marambio.
Redacción: la "canadiense Sherritt International" es convertida al final en "la minera australiana"
pecata minuta