La empresa canadiense Sherritt International comunicó que las dificultades que encaró durante 2020 en su planta y negocios mineros en Moa, en Holguín, influyeron negativamente en su balance productivo anual.
El líder mundial en la extracción y refinación de níquel y cobalto de minerales lateríticos, con proyectos y operaciones en Canadá y Cuba, anunció que su producción terminada de níquel en Moa fue de 31.506 toneladas en 2020, ligeramente inferior a la proyección de entre 32.000 y 33.000 toneladas en ese periodo.
Según el balance de la empresa, resumido por el sitio especializado Kitco.com, la producción se vio afectada por las interrupciones del servicio ferroviario que tuvieron lugar durante el primer trimestre del año.
Asimismo, Sherritt sufrió el cierre prolongado de la planta Pedro Sotto Alba durante el tercer trimestre debido a trabajos adicionales y a la reducción de la disponibilidad del contratista cubano a causa de la pandemia del Covid-19, así como por reparaciones no planificadas de las autoclaves en el cuarto trimestre.
No obstante, la producción de cobalto terminado fue de 3.370 toneladas sobre una base del 100%, por encima del propósito original de obtener entre 3.300 y 3.400 toneladas en el año.
Para 2021 Sherritt International espera una producción de níquel terminado de entre 32.000 y 34.000 toneladas, mientras que la de cobalto terminado sería de entre 3.300 y 3.600 toneladas, ambas sobre una base del 100%.
Los costos directos netos en efectivo en Moa estarán para el presente año en el rango de 4,25 y 4,75 dólares por libra de níquel terminado, afirma el balance empresarial.
A fines de 2019, Sherritt comentó que el recrudecimiento de las sanciones de EEUU contra La Habana había afectado su producción en Cuba en el tercer trimestre de ese año, cuando se vio obligada a interrumpir el suministro de diésel a la mina de níquel que explota en Cuba y cuyos pagos en moneda extranjera se encontraban en suspenso
Sherritt tiene una empresa mixta con el Estado cubano desde 1995 para explotar los ricos yacimientos de níquel en el Oriente cubano. La firma, con sede en Toronto, incluye la planta en Moa y minas de níquel y cobalto, que pertenecieron a la norteamericana Moa Bay Mining Company, y que fueran confiscadas por el Gobierno de Fidel Castro en 1960.
Además, tiene inversiones en el sector del petróleo y el gas acompañante, con instalaciones en el Occidente cubano.
"Las sanciones de EEUU siguen siendo una preocupación para nosotros", admitió el presidente ejecutivo de Sherritt, David Pathe, en referencia a la puesta en marcha por la Administración de Donald Trump de la Ley Helms-Burton.
Bajo esa disposición, que permite a los propietarios y sus herederos demandar a empresas extranjeras que lucran con tales propiedades, la Moa Bay reclama a Sherritt una indemnización certificada desde 1960 por 88,3 millones de dólares, sin contar los intereses acumulados.
Me dá tremenda lástima y pena que después de dejar sólo hoyos y polvo vayan a tener pérdidas al saquear hasta el hueso a los cubanos. Es una lástima ...que aún estén ahí como CÓMPLICES DE UNA TERRIBLE DICTADURA MAFIOSA.