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Opinión

El bloqueo en Cuba se llama 'sistema de aseguramiento político a los actores económicos'

El PCC da un paso adelante en la línea de ejercer un control absoluto sobre la economía e impedir toda autonomía e independencia de los actores económicos.

Valencia
Una sesión del recién celebrado II Pleno del Comité Central del PCC.
Una sesión del recién celebrado II Pleno del Comité Central del PCC. Estudios Revolución

¿Es política la Economía? Bueno, eso depende. Desde hace más de 200 años, la Economía es una ciencia. Se encarga de asignar recursos escasos a fines alternativos y competitivos entre sí. Poco hay de política en esta definición, que viene siendo utilizada y respetada por todos los economistas. Que la economía también pueda ser política y, acabar en ideología es otra cuestión que merece un análisis aparte. La política económica consiste en la adaptación de instrumentos fiscales, monetarios y de rentas para el control y estabilización de las tendencias económicas. Que, en una reunión del Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) se confundan estos conceptos no es extraño. El fracaso se tiene que explicar de algún modo.  

¿A qué viene esa preocupación por la política y la economía? Básicamente a que los comunistas cubanos, dando un paso adelante en la línea de ejercer un control absoluto sobre la economía e impedir que esta tenga autonomía e independencia de las decisiones políticas, aprobaron en esa reunión de su Comité Central un engendro denominado "sistema de aseguramiento político a los actores económicos", que no deja a nadie indiferente. Reconozco que cuando leí la información en Granma no lo podía creer.

Los comunistas aprueban "un sistema de acciones encaminadas a orientar, acompañar, evaluar y promover un desempeño eficiente y efectivo de la economía para el beneficio social". Este y no otro debe ser el objetivo de la economía para los comunistas, sin entender que antes de que se logre el "beneficio social" hay que producir y generarlo. Como siempre, se olvidan de lo más relevante.

También proclaman que el sistema "tiene como destinatarios a todos los agentes del sistema económico, trabajadores y socios, con un objetivo principal continuar desarrollando la identidad social socialista mediante la dirección articulada de los actores del sistema político, liderados por el PCC". Más claro, blanco y en botella. El partido único asume la dirección de la economía y todos los agentes económicos están bajo su dirección y control. No hay autonomía posible ni personalidad jurídica que valga.

Yendo más lejos aún, el PCC actuará sobre los actores económicos "en la diversidad de espacios y niveles, logrando su motivación, organización, capacitación y participación protagónica como sujetos de transformación social". Un enunciado largo y complejo pero que viene a confirmar que política y economía se mezclan al más rancio estilo. En realidad, este texto parece extraído de algún documento dogmático de los tiempos estalinistas, y desde luego tiene poco que ver con esa economía libre de trabas que dijo querer Miguel Díaz-Canel. Le están dado la vuelta a la media.

No extraña que los comunistas vean la política en la economía. Se han percatado que todo el aparato intervencionista que van aprobando de congreso en congreso, verbigracia, el Modelo de Desarrollo Socialista Cubano que siempre está siendo perfeccionado o actualizado, le importa un bledo a la gente, y nadie, salvo ellos, dedica un solo instante a conocer algo que todo el mundo sabe que no funciona.

Por ello, han decidido tomar el toro por los cuernos, y antes de que los nuevos actores económicos se impongan en la realidad, que lo acabarán haciendo, los comunistas leen la cartilla y advierten del peligro que hay en no cumplir con las órdenes dadas: en concreto, "desarrollar la identidad social socialista". El que no esté por la labor, será eliminado. De modo que la legislación de MIPYMES y de cooperativas no agropecuarias se ha quedado en nada. Mucha concesión de persona jurídica o natural del sector estatal o no estatal para la producción, distribución y comercialización de bienes y prestación de servicios, pero al final, todo el mundo "al servicio de la identidad social socialista", valga la redundancia.

Los actores económicos, dentro de su "sistema de aseguramiento político" están para obedecer y cumplir lo que se ordena por el partido único, como colaborar con los municipios, para crear una supuesta "riqueza material y espiritual para satisfacer necesidades de la sociedad en su conjunto". (Ojo con las expropiaciones y confiscaciones, que están plenamente en vigor en la Constitución de 2019 para aquellos que no cumplan las órdenes.)

Los comunistas cubanos lanzan un aviso a navegantes, en concreto a las 1.807 empresas estatales; 4.853 cooperativas de producción agropecuarias, cooperativas de créditos y servicios y unidades básicas de producción cooperativa; 423 cooperativas no agropecuarias; 230 micros, medianas y pequeñas; 601.383 trabajadores por cuenta propia; y un centenar de empresas mixtas.

A este entramado socio económico que lucha por sobrevivir se le advierte que deben estar al servicio del ordeno y mando del PCC, que se concreta en este sistema de aseguramiento político, en que se incluye de todo, desde la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista, al Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030, los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución para el periodo 2021-2026, e incluso, la Estrategia Económico y Social, documentos partidistas que reflejan mucha política, pero poca o casi nada, economía.

Los comunistas insistieron en su Comité Central en que es necesario ese aseguramiento político a todos los actores económicos, como consecuencia de las "exigencias de las transformaciones del modelo de desarrollo socialista, que implica un tipo de crecimiento con la consiguiente transformación estructural; la consolidación de valores, prácticas y concepciones que orientan y fundamentan ideológicamente la gestión; y la legitimación del proyecto político que la enmarca, a través del ejercicio de la participación protagónica de los trabajadores y el pueblo organizado".

Dicho de otro modo, cualquier proceso de desarrollo económico en Cuba deberá pasar por el socialismo, y tiene como eje a la empresa estatal socialista, como actor principal. Es la misma matraca de siempre, que no ha dado resultado alguno. Ni siquiera ese fin social y político que es lo que denominan la "construcción del socialismo" que, 62 años después, sigue sin ver cuando acabará.

Curiosamente, los comunistas justifican el sistema de aseguramiento político a los actores económicos porque puede ayudar a una mejor comprensión del modelo económico diseñado desde el VI al VIII Congreso del PCC, reconociendo con ello que la mayoría de la población no tiene interés alguno de conocer lo que traman los comunistas. Nunca, antes se había producido una distancia tan grande entre el partido único y la sociedad sobre la que se impone, y para evitar que los actores económicos puedan ejercer alguna influencia, se crea ese sistema de aseguramiento político, una auténtica camisa de fuerza que bloquea e impide el pleno desarrollo de las fuerzas productivas, difícil de encontrar en otros países del mundo.

Cuando se habla del "bloqueo" de EEUU a Cuba se pierde muchas veces de pista que las trabas que frenan el funcionamiento de la economía son las que impone el propio sistema social y económico a los cubanos. Este es un buen ejemplo de ello. La obsesión por un sistema socialista capaz de generar mayor prosperidad y bienestar para el pueblo, con  igualdad, para todos y respeto a las personas vulnerables, está muy bien, pero no se consigue creando sistemas de aseguramiento político para los actores económicos, sino otorgando a estos la mayor libertad y flexibilidad para que tomen decisiones racionales y eficientes en base a la información de los precios y mercados, al tiempo que se respetan los derechos de propiedad y la acumulación de riqueza, como elementos fundamentales de creación de empleo, desarrollo y prosperidad. Para estos objetivos económicos, no se requieren aseguramientos políticos, sino libertades, lo que pedían los cubanos el 11J.  

Los comunistas dijeron, creo que fue Homero Acosta en su intervención en el Comité Central, perlas como que "sin economía no hay socialismo", y en este punto podemos estar de acuerdo sin problema alguno. El problema es cómo se genera esa riqueza y con qué tipo de economía. La actual no funciona y los parches no dan resultado.

La ideología y la política comunistas no sirven para que los cubanos vivan mejor. No hay enemigos de la revolución detrás de estos hechos objetivos, que se perciben claramente por cualquier observador o analista atento. En cualquier economía, y esto no es política, lo estatal y lo privado deben convivir y cooperar y dejar a la libertad económica que diga quien es el emergente y dinámico, y quién es el que necesita apoyo para no morir en el intento. Desde 1968 los cubanos fueron privados de un sistema económico que funciona en todos los países del mundo, y se adentraron en otro ajeno a la racionalidad y la eficiencia, pero con fuerte apoyo político e ideológico.

La Economía no es eso.  Trata de resolver los problemas de la gente, trabajando y produciendo, sin consignas políticas ni presuntos enfrentamientos ideológicos. No está para perder tiempo.

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1 comentario

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Excelente clase de economía