El Gobierno sube el precio del acopio de la leche fresca por segunda vez en un año

En medio de las quejas de los ganaderos por los incumplimientos en los pagos de la leche de vaca vendida al Gobierno y a la escasez de ese producto en el país, las autoridades anunciaron la segunda subida del precio del acopio del alimento desde que en enero pasado se impusiera el paquetazo económico denominado Tarea Ordenamiento.

De acuerdo con una nota de la estatal Agencia Cubana de Noticias (ACN), desde el 1 de noviembre el precio de compra del la lecha fresca tendrá un máximo a 20 pesos por litro, aunque si no se cumplen algunos de los indicadores de calidad esta podría bajar a entre cinco y 17 pesos.

Para poder vender la leche al precio máximo, la densidad del líquido debe ser mayor o igual a 1.030 gramos por mililitro (g/ml) y hasta una cruz en la mastitis; 17 pesos si la densidad es mayor o igual a 1.029 g/ml y hasta una cruz de mastitis; y bajará a cinco pesos cuando los índices sean inferiores a los anteriores.

A inicios de año, el Gobierno había establecido precios de entre 7,50 y 13 pesos para los ganaderos que cumplieran los planes establecidos por las entidades estatales.

Asimismo, en un acuerdo entre los ministerios de la Industria Alimentaria y de la Agricultura quedó dispuesto que el sobrecumplimiento del plan de leche se pagará a precios acordados entre las partes y reflejados en el contrato entre ambas.

Pero, según la nuevas decisiones, cuando ocurran incumplimientos en tales acuerdos, el productor indemnizará a la industria con un valor de diez pesos por cada litro. Cuando la responsabilidad sea de la Empresa Láctea por el incumplimiento de la recogida de la leche en los lugares y horarios pactados, será esta quien indemnice al ganadero.

La nueva disposición estableció que cuando la leche no se puede acopiar fresca debido a la distancia entre el lugar donde se produce y el sitio donde se acopia, el alimento se puede contratar en forma de queso, también a un precio establecido de acuerdo con la calidad.

En medio de la escasez agravada de ese alimento en Cuba, las empresas estatales consideran que con estos nuevos precios la contratación para la leche entregada a la industria en 2022 debe ser superior. La norma establecida por el Estado es que los propietarios de entre una y diez vacas deben entregar 520 litros y 550 quienes tengan más de esa cantidad.

La pasada semana, Betsy Díaz Velázquez, titular del Ministerio de Comercio Interior (MINCIN), dijo que en septiembre solo se pudo garantizar la mitad de las dietas médicas que requieren el alimento y descartó que en noviembre se pueda disponer de la leche en polvo importada.

"Se está trayendo de lugares muy lejanos, como Nueva Zelanda", dijo, y culpó de esta situación al embargo de EEUU. "Nos impide comprarla en el mercado estadounidense", añadió, pero no explicó por qué sí pueden realizar importaciones de pollo desde ese país.

"Aunque estamos ante una situación temporal a la que se buscan soluciones, estamos claros que la mejor respuesta a las dificultades con la disponibilidad de un recurso tan vital para la población como la leche está en producirla en el país, en sustituir su importación, y a eso nos ha convocado la dirección de la Revolución", dijo.

No obstante, las causas de la baja producción de leche no tiene que ver con el precio que pagan las autoridades a los ganaderos. 

Productores de leche cubanos entrevistados por el diario oficial Granma se quejaron días atrás de la escasez de medicamentos y alimentos, las demoras en los pagos y la burocracia. Ello, pese a que Raúl Castro prometió desde 2007 aumentar la producción para que cada niño pudiera tomarse "un vasito de leche" en el desayuno. 

"Creo que el tema de la leche tuvo, desde el inicio, unos cuantos cabos sueltos. Se ha pensado que subiéndole unos pesitos a ese producto se iban a resolver los graves problemas de la ganadería, y que, de manera automática, iba a incrementarse la entrega a la industria, lo cual no es así. Para tener ganado, por lo primero que hay que preocuparse es por el agua y la comida en cantidades suficientes, y eso no lo tiene claro todo el mundo", dijo Alexis Alfonso, un ganadero de Santa Clara. 

"Otro problema es el de los medicamentos, que no existen, y si aparecen, es a precios estrafalarios. Y olvídate, que vaca con garrapata no da leche, esa es la realidad, por no hablar de la baja natalidad y la alta mortalidad en la mayoría de los lugares", agregó Alfonso, quien lleva más de 40 años en el sector.

Rigoberto Rodríguez Fuentes, presidente de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Efraín Hurtado, de Manicaragua, dijo "que imponer tres precios diferentes a ese alimento no fue una idea muy feliz, porque se ha creado una tremenda burocracia y un papeleo muy grande alrededor del asunto; a lo que se une que estos no son estimulantes para el campesino que vive de la entrega de ese producto". 

Rodríguez agregó que para mantener la producción de leche debe pagar altos montos, como por ejemplo un rollo de alambre, que le cuesta 107 dólares. "Tengo personas en mi cooperativa cuya ganancia no le da ni para la cuota del mes, porque muchas veces debe pagarle de su bolsillo a los acarreadores, de lo contrario, se pierde la leche", dijo.