La Iglesia Católica cubana declaró que la medida del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de volver a incluir a La Habana en la lista de estados patrocinadores del terrorismo no debería acabar con el proceso de excarcelaciones que el régimen calificó de acto "unilateral y soberano" y siguió a negociaciones con el Vaticano.
El obispo de La Habana, Eloy Ricardo Domínguez, quien supervisa las relaciones locales de la Iglesia Católica con los prisioneros, dijo en declaraciones citadas por Reuters que la decisión de Trump no debería interferir con el proceso.
"La liberación de prisioneros en Cuba continuará", dijo Domínguez.
Reuters no pudo confirmar de forma independiente el martes si el Gobierno cubano había excarcelado a algún prisionero tras el anuncio de Trump, pero las organizaciones de derechos humanos dejaron de incluir nuevos registros y han expresado su preocupación al respecto, mientras crece el desconcierto y la desesperación entre los familiares de los prisioneros políticos.
"El Gobierno cubano no ha informado oficialmente si el proceso de excarcelación continuará", denunció este miércoles Cubalex después de las preocupaciones expresadas por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) y Justicia 11J sobre el paréntesis en el proceso.
Cubalex destacó que "la incertidumbre sobre la continuidad del proceso de excarcelación genera una profunda preocupación y pone de manifiesto cómo las vidas, la libertad y la integridad de las personas privadas de libertad están siendo utilizadas como piezas de un juego político entre el régimen de La Habana y Washington".
El grupo de asesoría legal subrayó, asimismo, varias "omisiones persistentes y preocupaciones fundamentales" en este proceso. La primera es la "negación de la existencia de presos políticos", toda vez que el régimen desconoce que haya en la Isla tal categoría de prisioneros, algo que desmienten sus propias acciones y varias de las sentencias condenatorias.
Familiares de varios presos políticos dijeron a Martí Noticias que están desesperados por la falta de información y que en las cárceles se comenta que ningún otro preso político saldrá.
Según Félix Navarro, miembro del grupo de los 75 de la Primavera Negra, excarcelado el pasado sábado, "los militares están transmitiendo a la población penal que no van a liberar a nadie más".
La hija de Navarro, Saily, detenida de manera violenta junto a él en julio de 2021, continúa en la cárcel.
Wilber Aguilar, padre de uno de los jóvenes presos por las protestas del 11 de julio de 2021, no ha podido comunicarse con su hijo, Walnier Luis Aguilar Rivera, sentenciado a 12 años de cárcel y que cumple condena en la prisión de máxima seguridad del Combinado del Este, en La Habana.
"Aquí nadie sabe nada porque ellos [las autoridades] nunca cuentan con nosotros. El que diga que sabe algo, es mentira. En Cuba las cosas nada más las saben ellos, que son los que lo controlan todo", comentó.
"Yo pensaba que ya a esta hora estaría en libertad, pero ha sido un fraude esta situación. En ningún momento se han comunicado con nosotros ni nos han dicho nada", dijo Jorge García, padre del preso político del 11J Jorge Luis García, condenado a 13 años de cárcel por manifestarse el 11 de julio en Palma Soriano, Santiago de Cuba.
Hasta la fecha, la ONG ha registrado 172 personas beneficiadas, con un promedio de edad de 32 años, 24 de ellas mujeres, 147 hombres y una persona perteneciente a la comunidad LGBTIQ+. Entre los beneficiados, solo tres tienen más de 60 años.
La falta de transparencia ha quedado demostrada en el hecho de que el régimen no ha publicado la cifra total de personas que han sido excarceladas. El pasado 16 de enero, las autoridades anunciaron que entre miércoles y jueves fueron liberadas 127 personas, pero sin proporcionar detalles específicos ni información verificable.
Cubalex denunció también la exclusión de la sociedad civil y las víctimas. "El proceso no ha contado con la participación de la sociedad civil ni con mecanismos para apoyar la rehabilitación física, psicológica y social de las personas liberadas. Estas medidas son esenciales para quienes han sufrido condiciones de detención inhumanas, que en muchos casos constituyen tortura", recalcó.
"La libertad no debe ser utilizada como moneda de cambio ni presentada como un gesto humanitario después de años de sufrimiento injustificado", consideró.
La jerarquia de la iglesia catolica siguiendo su vieja practica de aliarse y servir a los poderes del estado por encima de sus feligreses, seguira colaborando en cualquier tropelia de los regimenes comunistas.
No olviden que este es el mismo Papa montonero que ha dado la espalda a los curas arrestados en Nicaragua, que asegura que un asesino como Raul Castro es su amigo, que se vanagloria de ser confesor (activista) de los Kirchners, que cerro el paso a los cubanos en la Plaza de San Pedro y unos dias despues recibio al satrapa de Diaz Canel, o que critica sin rodeos las supuestas injusticias del capitalismo y de los gobiernos de EEUU e Israel, pero justifica o es indiferente a los desmanes de Maduro, Ortega o los Castros.
El academico Loris Zanatta lo describe bien cuando afirma y explica porque "El papa Francisco es comunista y fascista, como Perón"
https://www.elconfidencial…
El régimen queda desenmascarado. Encarcela a para canjear a los prisioneros como moneda franca según qué circunstancia.