El jurista cubano Julio Antonio Fernández Estrada, quien ofrecerá los días 23, 24 y 25 de julio un seminario virtual sobre los derechos humanos en Cuba, organizado por el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL), conversó en tal sentido con DIARIO DE CUBA y ratificó lo que la realidad de la Isla demuestra día tras día, que "lamentablemente la situación de los derechos humanos en Cuba está cada vez peor".
"A la ya conocida crisis de la realización de los derechos civiles y políticos, que es una derivación del tipo de Estado y del tipo de sistema político que existe en Cuba hace más de 60 años, se ha sumado un deterioro paulatino de los derechos económicos, sociales y culturales", detallo el jurista, quien pretende, durante el seminario, responder a las preguntas, "¿Por qué Cuba no ratifica los pactos internacionales de derechos humanos?" y "¿Qué argumentos usa Cuba para justificar la situación de violación de derechos humanos en el país?".
Como premisa, compartida con DIARIO DE CUBA, el experto subrayó que "el Gobierno cubano se defendió durante décadas, sobre todo a partir de los años 80, de que las acusaciones que se le hacían estaban relacionadas con una interpretación liberal o burguesa de los derechos humanos, que aparentemente privilegiaba los derechos civiles y políticos sobre los económico-sociales y culturales, que son los que Cuba defiende como esenciales".
"Evidentemente, ya este diferendo doctrinal, teórico y político, típico de la Guerra Fría, era problemático, porque existían interpretaciones polarizadas sobre la importancia de los derechos. Cuba siempre se defendió de las limitaciones a los derechos civiles y políticos utilizando el diferendo con EEUU", agregó Fernández Estrada.
"El argumento era que vivíamos una situación de plaza sitiada, que se convierte en una especie de doctrina política que justifica que dentro del país haya reformas, cambios y ajustes democráticos que el Gobierno cubano no puede asumir. Ese es un argumento que poco a poco se ha dejado de usar, y lo que se ha dicho es que hay un proyecto socialista cubano y un modelo democrático cubano, y que esto es suficiente para tener una alternativa", destacó.
La crisis de los derechos civiles y políticos en Cuba se evidencia en las limitaciones a las libertades de palabra, de prensa y de asociación, así como las violaciones a la libertad religiosa y la negativa a los derechos a la huelga y a la libre sindicalización. Pero la crisis es más grave en la constante represión contra quienes disienten y, según Fernández Estrada, "todo esto crea un escenario de limitaciones a los derechos, encabezado por la imposibilidad de creación y registro de una organización política diferente al Partido Comunista. Esto crea un evidente escenario de discriminación política en el país, y está acompañado de persecución y censura al activismo político".
Además, el experto destacó que "en los últimos años, ya bastantes años, hay un deterioro evidente de los indicadores de desarrollo socioeconómico en Cuba. Hay crisis de la vivienda, del transporte, de la recogida de basura, de todo el tema de la salubridad, de la educación, de la salud pública, con limitaciones no solo a la calidad de los servicios, sino del acceso mismo a los servicios y a medicamentos importantes".
En este contexto, de resquebrajamiento integral de la sociedad cubana, Fernández Estrada opinó que "ya no podemos decir que sea un escenario malo solamente para el desarrollo de los derechos civiles y políticos, sino también para todos los derechos humanos. Lo más grave de todo es que no se ve una asunción del problema con responsabilidad por parte del Gobierno cubano, que lo único que hace es justificarse y achacar toda la responsabilidad al diferendo con EEUU, a la guerra económica y cultural que se le hace al país y más nada, sin hacer un movimiento".
El jurista, quien también abordará el seminario la situación de los presos políticos y de conciencia en Cuba, indicó que, el cubano, "es un Gobierno desesperado, buscando asideros políticos, económicos, financieros, comerciales, porque vive una situación de terrible crisis. Evidentemente todo esto ha empeorado muchísimo desde los hechos de julio del 2021, cuando tuvo que asumir algo que no había tenido la necesidad de asumir antes, que fue la represión directa, masiva, de miles de personas, que se manifestaron pacíficamente en la mayor parte de los casos".
A partir de estos hechos, que ahondaron en la crisis multifactorial de la Isla, "la cultura de los derechos humanos y la cultura jurídica del pueblo cubano cambió mucho, porque hubo una especie de pérdida de ingenuidad o de golpe a la ingenuidad política del pueblo cubano, que pudo ser testigo de cómo el Gobierno, de una manera descarnada, le pasó por encima", dijo Fernández Estrada.
"A la misma vez fue una cosa muy quirúrgica hecha por el Gobierno, porque encarceló a alrededor de 1.000 personas, lo que demuestra la capacidad de los órganos represivos cubanos para dominar y resolver situaciones sin tener que ser tan apabullantes, y la utilización de todos los medios a la mano del totalitarismo, de los mecanismos de control que permiten movilizar a cientos de personas para la represión, la persecución, la censura, el acoso, el asedio, como lo siguen haciendo, incluida otra violación de los derechos humanos en Cuba, que es el corte al acceso a internet masivo", detalló el ex profesor titular de la Universidad de La Habana.
Sobre la importancia de eventos como el seminario organizado por CADAL, Fernández Estrada dijo que, "aunque sean cosas pequeñas, cualquier cantidad de personas que reciban un pequeño curso o que reciban información, que puedan acceder a documentos o que puedan acceder a noticias, que puedan tener un acompañamiento espiritual, ético y humano a sus problemas, es importantísimo para la sociedad cubana".
La sociedad civil cubana, que crece a la par que la emigración, al tiempo que es más profunda e irreversible la lenta agonía de la Revolución, es, en opinión del experto, "una enorme marejada de personas en el mundo entero. Creo que todavía no con el nivel de organización que necesitaríamos y de unión que necesitaríamos, pero que trabajan por enseñarle al mundo la situación de los derechos humanos en Cuba y también por condenar, por denunciar la crisis humanitaria que se vive en el país, porque es una crisis que pone en riesgo a la nación cubana, política y culturalmente hablando".