El centro de información legal Cubalex denuncia la falta de atención médica que sufren los presos políticos con enfermedades mentales en Cuba, e impulsa desde este lunes una campaña para exigir que todas las personas privadas de libertad en la Isla tengan el mismo acceso a la salud.
La organización, que por 13 años ha trabajado en la defensa de los derechos humanos en Cuba, expuso en su cuenta de la red social X la situación de cuatro condenados por participar en las protestas antigubernamentales de julio de 2021, que no reciben atención médica para sus padecimientos psiquiátricos en la prisión.
La falta de atención y de medicamentos que enfrentan estos reclusos, divulgada también por la prensa independiente, ha traído como consecuencia el empeoramiento de sus enfermedades. Uno de los casos más graves es el del joven de 25 años Abel Lázaro Machado Conde, quien padece esquizofrenia y ha intentado suicidarse dos veces en la cárcel.
Cubalex recordó que Machado Conde "ha sido víctima de torturas físicas y psicológicas en la prisión y no ha recibido atención psiquiátrica ni medicamentos para su enfermedad".
Pese a sus intentos de quitarse la vida, "en septiembre de 2023 le negaron el paso a un régimen de mínima severidad y en enero de este año le negaron la licencia extrapenal", señaló la organización.
En 2023, su hermano Guillermo Sierra contó a DIARIO DE CUBA que, durante las protestas, Machado Conde entró a una tienda cruzando una puerta que había sido rota y se llevó siete paqueticos de detergente y un tubito de jamón. Eso le ha costado una condena de nueve años de cárcel.
Otro manifestante del 11J que ha atentado contra su vida en prisión es Dayron Martín Rodríguez, quien también padece esquizofrenia y no recibe la atención adecuada en prisión.
En 2023, su madre informó que tenía una úlcera estomacal, provocada por la pésima alimentación de la cárcel, pero este padecimiento tampoco fue atendido, apuntó Cubalex. También a él le fue negada la licencia extrapenal el año pasado.
Este cubano de 37 años está bajo tratamiento desde 2014. Padece "distimia", un trastorno depresivo persistente, sumado a un "episodio depresivo de funcionamiento psicótico" y adicción al alcohol, según consta en el resumen de su historia clínica, obtenido por su esposa para presentarlo en el proceso judicial y al que tuvo acceso DIARIO DE CUBA.
A pesar de su condición clínica, recibió una condena de 30 años de cárcel, acusado de sedición e instigación a delinquir.
Adrián Cao Tejera, condenado a tres años de cárcel por cargos de atentado, desacato y desórdenes públicos, padece de los nervios y debería tomar medicamentos tres veces al día. En la cárcel solo le dan carbamazepina porque no tienen ningún otro.
Cubalex señaló además que este prisionero debió someterse a una cirugía en febrero de 2023, que no se realizó por falta de instrumental, según denunció su madre.
Ismael Rodríguez González tiene un diagnostico de discapacidad intelectual, riesgo suicida y trastorno de la personalidad, explicó Cubalex. En febrero, tuvo una crisis ya que no recibe los medicamentos que necesita para sus padecimientos. Como resultado, tuvo un enfrentamiento con otros reclusos, que lo golpearon.
"No reconoce a sus familiares, no se baña y habla incoherencias debido a su problema psiquiátrico", contó la organización.
El mes pasado, el Centro de Relatores de Derechos Humanos divulgó una denuncia de la madre de Rodríguez González, en la que aseguraba que, tras la pelea con los otros presos, el joven de 26 años había sido trasladado a la prisión de máxima seguridad de Guanajay. Allí, las autoridades carcelarias lo mantenían en una celda aislada, sin medicación ni atención siquiátrica.
Rodríguez González fue sentenciado a nueve años de cárcel por participar en las protestas del 11J en Güira de Melena, Artemisa.
Cubalex recordó que las Reglas Mandela de las Naciones Unidas sobre el tratamiento de los reclusos disponen que deben tener acceso equitativo a la atención médica, incluyendo los servicios de salud mental.
