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Represión

Las autoridades carcelarias niegan los medicamentos a un preso del 11J con alto riesgo suicida

La madre de Abel Lázaro Machado Conde responsabiliza al jefe de la prisión de Quivicán y a la Seguridad del Estado por lo que pueda ocurrirle a su hijo.

La Habana
El preso del 11J Abel Lázaro Machado Conde.
El preso del 11J Abel Lázaro Machado Conde. Beatriz Conde Mesa/Facebook

Beatriz Conde Mesa, madre del preso político Abel Lázaro Machado Conde, denunció que él sufre una depresión y las autoridades carcelarias le niegan sus medicamentos para la esquizofrenia, pese a que ya ha intentado suicidarse. El último intento ocurrió el 8 de mayo.

En un video enviado a DIARIO DE CUBA, Conde Mesa responsabilizó de lo que pueda pasarle a su hijo a Estanis Lolo, jefe de la prisión de Quivicán, donde cumple nueve años de cárcel su hijo, por participar en las protestas antigubernamentales del 11J. También hizo responsable al "mayor de la Seguridad del Estado de Quivicán".

La mujer afirmó que lleva un año reclamándole al jefe de la prisión que le proporcione atención médica a su hijo y alertándolo de que el joven de 25 años puede quitarse la vida. Machado Conde se encuentra "bajo depresión de la mala de verdad", aseguró.

Mesa Conde contó también que su hijo no recibió atención estomatológica para un cordal enfermo y ella tuvo que llevarle los medicamentos para el dolor. En la prisión incluso le dijeron que tenía que llevar el instrumental para poder tratarlo, dijo.

La mujer consideró que la negativa a darle a su hijo las medicinas que requería para el cordal y ahora para la depresión han sido "una represalia" de la Seguridad del Estado, que estaría intentando reclutar a Machado Conde.

"Mi hijo nunca va a trabajar para la Seguridad del Estado; mi hijo nunca va a trabajar para el Gobierno de Cuba, ni él ni su madre", sostuvo Conde Mesa y añadió que ni su hijo ni ella tienen "compromiso con la Revolución".

En la visita de este lunes, Mesa Conde encontró a su hijo "totalmente desestabilizado", sin sus medicamentos para la esquizofrenia y "sin recibir atención médica", denunció al medio estadounidense Radio Martí Noticias.

Machado Conde es uno de los cubanos con problemas psiquiátricos que cumplen prisión por motivos políticos y están sin tratamiento en las cárceles.

"Yo fui el lunes a la visita, y cuando Abel salió muy alterado y se sentó a hablar conmigo, yo empecé a notarle la alteración. Le pregunto si no le están dando el medicamento y me dice que nada, que lo necesita, que no duerme, y hablaba muchas cosas que yo me daba cuenta de que no estaba bien y me dijo que 'lo que tengo deseo es de tirarme en un rincón, ya no puedo más'", contó la madre del preso político al medio estadounidense.

"Abel está pidiendo una psiquiatra, y cuando él está pidiendo la psiquiatra es porque él reconoce que no está bien. Yo desde que vine estoy bajo una depresión que no me puedo levantar de la cama, de pensar que mi hijito se me vaya a matar", advirtió Machado Conde.

La madre del preso político denuncia además que el joven recibió en marzo pasado maltrato físico del segundo jefe del penal, Yulieski Menéndez Montero, quien le dio golpes cuando él se negó a ser trasladado para otra compañía, lugar donde había estado anteriormente y un preso común de alta peligrosidad lo había amenazado.

Después de ese suceso, la madre del preso político presentó una queja en la oficina que atiende a los establecimientos penitenciarios de la región de Güines y todavía no ha recibido respuesta. Además, contó que el 8 de mayo su hijo intentó suicidarse en el área de los baños de la compañía número 6, y luego de eso los guardias del penal lo dejaron tirado en un pasillo toda la noche esposado de manos y pies, "con las shakiras".

Machado Conde ha intentado suicidarse tres veces desde que está en prisión: dos veces en el penal de Quivicán y una en la prisión para pacientes de VIH Sida. Recibió una sentencia de nueve años de cárcel por los delitos de sabotaje y desórdenes públicos.

DIARIO DE CUBA le dedicó el quinto capítulo de su serie sobre presos políticos que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad, por discapacidad o problemas de salud mental.
 
El joven tiene un documentado historial médico de padecimientos psiquiátricos debido a una lesión en el cerebro, detectada cuando tenía diez años.

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