Yadiuska Domínguez Lambert, residente en Maisí y una de las madres cubanas que protestaron el pasado 22 de octubre en ese municipio de Guantánamo, denunció que la Policía y la Seguridad del Estado la están acosando desde el día que se manifestaron por la escasez de agua y alimentos. Según un video enviado al portal de noticias Cubanet, desde el día de la protesta, Domínguez ha recibido graves amenazas, que incluyen quitarle la custodia de sus hijos.
"Yo quiero exigirles a ellos que me dejen en paz porque no he matado ni he robado. Por decir que no he matado ni robado me quieren imponer cargos, a pesar de los cinco que ya me están imponiendo porque salí para la calle, porque salimos una pila de madres para la calle a exigir nuestros derechos", declaró.
Durante la protesta del grupo de madres de la comunidad Adriano Galano Cautín, conocida como La Favela, Domínguez difundió varios videos en redes sociales, desde entonces, no puede salir de su municipio porque se encuentra bajo investigación.
"Tengo a toda la Seguridad del Estado detrás de mí averiguando mi vida, cómo yo hablo y todo. A mí es la única que quieren imponer cargos, simplemente porque hice unos videos y los subí a Facebook, para que todo el mundo vea el descaro que hay en Maisí y que nadie sabe", expresó.
La joven explicó que ha sido amenazada por la Seguridad del Estado con ser llevada a juicio bajo los cargos de "desacato" y "desórdenes públicos", e incluso con quitarle a sus tres hijos y "llevarlos para la Casa de la Patria". "A raíz de eso, mis niñas vienen llorando cuando ven a un policía porque creen que me van a llevar presa. Una se despierta dando gritos y se orina en la cama por los nervios que tiene", explicó.
En su video Domínguez exigió que la Organización de Naciones Unidas (ONU), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), y todos aquellos organismos que "tienen que ver con derechos humanos dentro o fuera de Cuba", que intercedan por las madres que protestaron en Maisí. "Los derechos de nosotras son violados; ya no damos más, no aguantamos más tanta desesperación. Una salió pacíficamente y vino el jefe de la PNR del municipio a agredirnos. Eso nadie lo ve", agregó.
Además, la joven madre hizo responsable a la Policía de Maisí y a la Seguridad del Estado de lo que le pudiera pasarles tanto a ella, como a sus hijos de nueve, ocho y seis años.
