El prisionero político cubano Luis Robles, condenado a cinco años de prisión por salir a la calle en La Habana con un cartel pidiendo el fin de la represión, y que fuera hallado culpable de los supuestos delitos de propaganda enemiga y desobediencia, habría recibido la aprobación para pasar a régimen de mínima severidad mientras termina su sanción.
Según contó su madre, Yindra Elizástigui Jardines, al medio independiente Cubanet, el domingo último su hijo no tenía derecho a llamar por teléfono a sus allegados desde la prisión de máxima severidad de Combinado del Este, pero otro recluso la contactó por esa vía y le "informó que se le otorgó su mínima de campamento".
De no tratarse de otro mecanismo de manipulación emocional de la familia y la opinión pública, muy usado por el aparato represivo del sistema penitenciario del régimen cubano, Robles sería trasladado a un campamento de trabajo con menos rigor que en el presidio, para que allí extinga su sanción.
Indicó la madre del prisionero que el joven podría ser trasladado al campamento La Lima, en Guanabacoa. "A Luis le toca teléfono el martes. Espero que me de más detalles de lo que se informó", adelantó Elizástigui Jardines.
El prisionero político tenía derecho a ese beneficio desde hace un año, de acuerdo con las normas del régimen penitenciario de la Isla, pero pese a los reclamos de sus abogados y familiares, este le fue negado.
Robles ha presentado problemas de salud en prisión y, según su madre, padece de hemorroides y problemas renales. También ha denunciado ser víctima de tratos crueles y degradantes en su encierro. Tanto la mujer como el hermano del prisionero político, Lester Fernández, han denunciado haber sido víctimas de hostigamiento por parte de la policía política cubana.
En agosto de 2022 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó medidas cautelares de protección a favor de Robles. Sus abogados denunciaron en la solicitud presentada ante la institución continental que el joven se encuentra privado de libertad desde diciembre de 2020 y permanece en severas condiciones de detención.
También alegaron dificultades para mantener contacto y realizar visitas, así como para obtener información sobre su condición de detención y de salud.
Encerrado por las autoridades desde que el 4 de diciembre de 2020 se parara en el céntrico Boulevard de San Rafael, en Centro Habana, con un cartel en el que pedía el cese de la represión y la liberación del rapero contestario Denis Solís, miembro del Movimiento San Isidro, que en ese momento estaba preso y actualmente vive fuera del país.
El juicio en su contra estaba programado para el 16 de julio de 2021 en el Tribunal Municipal de Diez de Octubre, pero fue suspendido a raíz de las protestas pacíficas que estallaron el día 11 del propio mes. Finalmente, el proceso se celebró en diciembre de ese mismo año.
La Fiscalía del régimen pedía seis años de cárcel en su contra, y el tribunal decidió imponerle cinco.
Salir pacíficamente con un cartel antigubernamental es delito grave en una revolución que llegó al poder con la ayuda de un "Grupo nacional de acción y sabotaje" que cometió decenas de acciones terroristas incluidas 100 bombas en la capital en una noche.
Esto no hay quien lo entienda.
Este pobre muchacho fue encarcelado injustamente por el régimen, sólo por sudar fiebre ajena.
A ver si el tal Denis Solis ahora se acuerda de él.
Ojalá que pronto obtenga su libertad.
SOLO SE VE EN DICTADURAS TOTALITARIAS , CINICA, LADRONAS, ASESINAS. DONDE NO SE RESPETA EL DERECHO HUMANO. SALIR CON UN CARTEL PIDIENDO LIBERTAD NO ES UN DELITO. SOLO EN ESTADOS DE TERRORISTAS COMO EL DE CUBA. FUERA LACRA CASTRO CANEL. FUERA DE CUBA. TODOS AL INFIERNO.