El preso político cubano Luis Robles Elizástigui, condenado a cinco años de privación de libertad por manifestarse con un cartel en el boulevard de San Rafael, en La Habana, no está recibiendo atención médica en la cárcel de máxima seguridad Combinado del Este, asegura su madre, Yindra Elizástigui Jardines.
De acuerdo con la denuncia Elizástigui Jardines, aunque el estado de Luis Robles en estos momentos no es crítico, el joven sufre molestos problemas de salud.
"Luis, en una llamada que me realizó, me dio a conocer que se sentía muy mal, le dolía mucho la cabeza. Le había dado fiebre anteriormente y otro compañero lo había llevado a la posta médica; allí se decidió remitirlo para el hospital que se encuentra ahí mismo, en el Combinado del Este, pero nunca lo llevaron", contó en un audio enviado a DIARIO DE CUBA.
Según Elizástigui Jardines, el pasado lunes visitó el penitenciario para verificar la situación de su hijo. En ese lugar habló a través de una llamada telefónica con la enfermera jefa del piso dos de la compañía 2203, donde se encuentra Luis, y esta le dijo que, "a su entender", el preso político se encontraba muy bien.
"Lo mandaron a buscar enseguida a la enfermería y allí fue que le comenzaron a dar atención, precisamente cuando voy y me quejo", relató.
Elizástigui Jardines le reprochó a la enfermera su comportamiento y le exigió que le dieran asistencia médica a Luis Robles.
"Al poco rato, se me informa que ya se le estaba haciendo la remisión para oftalmología, a ver si ese dolor de cabeza que le estaban dando tenía que ver con la vista; sobre la tensión arterial, se le iban a comenzar a hacer chequeos, y sobre las hemorroides, se me informó que tiene que seguir esperando", relató.
Sin embargo, más delante Elizástigui Jardines aseguró que le mintieron para que no siguiera denunciando, pues el propio Luis Robles le confirmó que "nadie más lo ha visto ni lo han ido a buscar para el chequeo".
De acuerdo con la madre del joven guantanamero, sentenciado por los supuestos delitos de propaganda enemiga (Artículo 103 del Código Penal cubano) y desobediencia (Artículo 147), Luis Robles solo padecía de gastritis antes de entrar a prisión. Allí se le agudizó esta enfermedad y debutó con hemorroides e hipertensión arterial.
"No voy a estar satisfecha hasta que mi hijo me diga que ya comenzaron a hacerle los chequeos, a darle atención", concluyó.
El próximo 4 de diciembre Luis Robles cumplirá dos años en prisión. Recientemente, su madre relató a DIARIO DE CUBA cómo mal vive en La Habana luego de que vendiera su casa en Guantánamo para estar cerca de su hijo y velar por sus derechos.