La Fiscalía Militar de Guantánamo llamó a declarar a los familiares y detenidos de los manifestantes de Caimanera, los cuales denunciaron los golpes recibidos de manos de la Brigada Especial Nacional (BEN), conocida como "boinas negras", durante las protestas del 6 de mayo pasado.
DIARIO DE CUBA contactó a Victoria Martínez Valdivia, madre de Felipe Octavio Correa Martínez, quien está bajo libertad condicional, y Luis Miguel Alarcón Martínez, detenido en el Combinado Sur de Guantánamo.
"Yo fui llamada por el instructor Torres por teléfono y me informó que tenía que ir a la Fiscalía Militar para acompañar a mi hijo (Correa Martínez), que es retrasado mental, porque él no sabe leer, no sabe escribir. Yo espero que no me lo metan preso, porque él no participó en nada. Lo que hizo fue abrazar a su hermano cuando estaba revolcado en el suelo. Cuando cuatro policías lo tenían abracado, un quinto se metió a darle un piñazo por el estómago", declaró Martínez Valdivia a esta redacción.
Correa Martínez tiene 26 años y según su madre tuvo que firmar su declaración con el dedo, aplicando su huella dactilar.
"El doctor que lo recibió en el hospital también hizo la declaración de los golpes —continuó la madre—. El primer teniente Durán de la Fiscalía Militar me dijo que, aunque yo no lo creyera, ellos iban a tomar medidas con quienes dieron golpes. A mis hijos los acusan de escándalo público y resistencia. Eso es mentira, quienes hicieron resistencia fueron los 'boinas negras' que nos cayeron a golpes. A mi me revolcaron contra el piso y hasta a mi hija le dieron una galleta. Mi hija, Caridad Alarcón Martínez, está pasando las secuelas de un trombo pulmonar."
Sobre la situación de Alarcón Martínez, la mujer dijo: "Ayer tuve contacto con el abogado que yo contraté y dice que todo se mantenía igual. Me dijo que no hay ninguna petición fiscal ni fecha de juicio. Mi hijo tiene problemas en la boca porque le partieron un diente y le desprendieron otro. En la última visita mi hijo tenía un acceso en el diente y allí no lo podían atender porque los equipos de estomatología estaban rotos. Como no lo han llevado al hospital, no ha recibido atención médica. Todo esto desde el día 6 de mayo. Mi hijo apenas puede comer por las condiciones en las que tiene su boca que ellos mismos le desbarataron".
Martínez Valdivia dijo que la situación es bastante crítica con la comida en la prisión. "Aún están con ropa civil porque no han dado uniforme. Hoy mismo yo le mandé un poquito de comida con una madre que visitará a su hijo preso. Ellos están en la parte de pendientes del penal. El día tres tiene visita y yo estoy tratando de buscar cosas para llevarle. Mi situación económica es crítica también. Son seis niños aquí en mi casa de entre uno y 12 años, todos nietos míos. Mi hija Caridad tiene cinco hijos y nunca la han ayudado, eso fue uno de los motivos que hizo que mi hijo (Alarcón Martínez) fuera para la calle.
La Mafia siempre invierte los roles de víctima y victimario, si el victimario es un esbirro.