Los cuatro jóvenes detenidos en las protestas ocurridas en Caimanera el pasado 6 de mayo que aún quedaban bajo arresto, fueron trasladados a la cárcel del Combinado de Guantánamo, "a la espera del juicio", según contó a DIARIO DE CUBA Victoria Martínez Valdivia, madre de dos de los manifestantes arrestados.
Hasta este lunes los detenidos se encontraban "bajo investigación" en la Unidad de Delitos contra la Seguridad del Estado de esa provincia. En ese caso estaban Daniel Álvarez Gonzales, Luis Miguel Alarcón Martínez, Rody Álvarez González y Freddy Sarquiz González, mientras que Felipe Correa Martínez y Yandris Pelier Matos, fueron liberados a inicios de junio, tras beneficiarse de un cambio de medida.
Los seis manifestantes fueron detenidos al calor de la protesta, en la que una multitud salió a las calles y gritó: "¡Libertad!", "¡Patria y Vida!" y "¡Abajo el sistema comunista!”. Todos fueron acusados del delito de desorden público pero luego el régimen añadió los cargos de resistencia, atentado y daños a la propiedad. Valdivia, que ya contrató un abogado para sus hijos, precisó a este diario hace una semana que, según le explicó el jurista, el juicio "va a tardar" porque el régimen lo quiere tener todo "bien preparado".
Según el Código Penal, el delito de "desórdenes públicos" es el que, "mediante actos de violencia, intimidación o escandalosos" afecte "el orden, la paz y tranquilidad de las familias, de la comunidad o de la sociedad". Las sanciones previstas están en el rango de seis meses y tres años de privación de libertad, o también pueden ser de multas de hasta 1.000 cuotas, en dependencia de la gravedad de los cargos.
"Mi hijo, al igual que los demás, como yo y el pueblo, manifestamos lo mismo, dimos gritos de libertad y lo que esos muchachos, yo y mi hija recibimos fue golpes por las tropas especiales boinas negras", declaró entonces Valdivia.
Los oficiales le han explicado a las familias que los detenidos cargan con "el agravante" de que las protestas ocurrieron justo en Caimanera, por "la cercanía" que tiene esa localidad con la base naval de Estados Unidos en Guantánamo.
La versión que ha dado el régimen cubano es que la manifestación la comenzaron tres participantes en una "fiesta pública", que estaban "en estado de embriaguez". El Gobierno negó la represión de la protesta pese a que circularon imágenes que muestran claramente una brutal golpiza a varios manifestantes.
Amnistía Internacional exigió al gobernante Miguel Díaz-Canel la "liberación inmediata" de los manifestantes detenidos y expresó: "La violencia estatal no debe ser la respuesta a las protestas".
Además de los arrestos y los golpes, el Gobierno cortó internet en casi todo el país para impedir que se extendieran las protestas. A pesar de esta clara censura, numerosos videos que ilustraban la represión, se publicaron antes y después de la suspensión del servicio.